Frente a todos los intentos por marginalizarlo, minimizarlo o criminalizarlo, cientos de miles de manifestantes en toda España han puesto de manifiesto como el Movimiento 15-M es reflejo y expresión del profundo rechazo que hay en la población española a los draconianos planes de ajuste y recortes salariales y sociales. Y de la necesidad de dar una respuesta común a estos ataques contra el 90% de la población.
¿Cuáles son los rincipales rasgos, buenos y esperanzadores, aparecidos este 19-J y qué camino abren para hacer frente con éxito a los planes del hegemonismo sobre nuestro país? En primer lugar, el 19-J ha sido una respuesta de alcance nacional, que dejando de lado todo lo que ha estado presidiendo la política española estos últimos años –las cuestiones identitarias y las trifulcas partidistas de la clase política– ha puesto en primer plano la existencia en el conjunto de las clases populares de una conciencia de intereses comunes en todos y cada uno de los rincones de España. Desde Cataluña a Euskadi, desde Andalucía a Galicia, Castilla o Canarias; desde las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla o Valladolid a otras como Murcia, Granada, Gerona, La Coruña, Cuenca…; desde los barrios a miles de pueblos en todos los rincones de cada una de las nacionalidades y regiones de España. Prácticamente no ha habido ningún rincón de nuestra geografía, ni un solo pueblo donde un grupo de personas no se haya reunido para manifestar su rechazo a que la crisis recaiga sobre las clases populares. El 19-J ha sido una respuesta no sólo popular sino nacional, que une y vertebra al conjunto de nuestro pueblo. Las 6 marchas que recorrerán el territorio nacional durante un mes, partiendo desde otras tantas ciudades de todas las nacionalidades para concentrarse en Madrid el 23 de Julio, son un ejemplo significativo de la necesidad expresada de dar una respuesta nacional, unitaria y común. Ahora es más fácil entender porque Carod Rovira envió a los indignados de la plaza Cataluña a “mear en España” o porque el diario Gara –portavoz de la doblemente mal llamada izquierda abertzale– se ha encargado de menospreciar y boicotear sistemáticamente el 15-M. Porque lo que ha aparecido es una respuesta, una lucha de carácter nacional y popular en la que –desde posiciones inequívocamente de izquierdas– se busca la unidad de todo el pueblo español para dar una batalla conjunta frente a un enemigo y unos problemas que son los mismos para todos, y para defender conjuntamente unos intereses que nos son comunes. En segundo lugar, junto a la denuncia de la actuación de la clase política contraria a los intereses populares y nacionales, y la exigencia de “democracia real” frente a la utilización del sistema político bipartidista por los dos grandes partidos, PSOE y PP, ha aparecido la denuncia de la banca como el corazón de la oligarquía responsable de los problemas y el antagonismo del ataque. Una banca que no para de obtener beneficios y repartirse sueldos y pensiones millonarias y se ha apropiado de los recursos del país, gracias a Zapatero y Rajoy, con los llamados “planes de rescate”, mientras niega el crédito a las pymes y las familias. Y unida a esta denuncia, se abre paso la alternativa de redistribución de la riqueza para salir de la crisis. “No falta dinero, sobran ladrones”, una de las consignas presentes en casi todas las manifestaciones es todo un ejemplo. Tres años de actuación de nuestro partido, de las candidaturas De Verdad contra la crisis, han contribuido, sin duda, a sembrar la conciencia de la responsabilidad de la banca y la necesidad de una alternativa basada en la redistribución de la riqueza, permitiendo que este tipo de consignas se abran paso y prendan en los sectores más adelantados del movimiento. En tercer lugar, aunque la conciencia de la intervención de Washington y Berlín no está en el centro de las consignas del conjunto del movimiento, no es menos cierto que está tan a flor de piel, que allí donde se proponen las consignas que los denuncian como origen de la crisis y principales responsables de los planes de ajuste prenden, y los sectores más conscientes y avanzados del movimiento las hacen suyas de inmediato. El 19-J ha sido un gran triunfo político. En las dos últimas semanas han tratado por todos los medios de dinamitar el movimiento surgido el 15-M. Se ha querido marginalizarlo, mandando a provocadores para que radicalizaran la lucha y lo separaran del conjunto de la población. Se ha querido ningunearlo diciendo poco menos que detrás de sus reivindicaciones no había nada sensato ni posible. Los medios de la derecha han reaccionado histéricamente, reclamando la represión policial para acabar con él. Los medios cercanos al PSOE, más sibilinos, ha tratado de crear un clima de opinión de que avalar sus posiciones y sus consignas es llevar a la economía española al abismo. De nada les ha valido. La masiva respuesta popular del domingo ha gritado con claridad que el movimiento del 15-M “es uno de los nuestros, y vosotros no”. Ahora es el momento de intensificar el apoyo al 15-M desde todos los pueblos, barrios y ciudades de cada una de las nacionalidades y regiones de España. Trabajar activamente para dar más fuerza, claridad, conciencia y organización al 15-M, fijando con claridad los objetivos y los blancos del movimiento ha pasado a ser la tarea común de los sectores más adelantados. Y un reto especial para nuestra organización, para todos nuestros simpatizantes y para todos aquellos que han venido apoyando las candidaturas De Verdad contra la crisis