Acto del Foro de la Cultura de Recortes Cero

La maternidad y los cambios en el sistema neuronal de las mujeres

Durante muchos años las ideas machistas han bloqueado el estudio del cuerpo de la mujer, su salud, sus cambios… Cristina Ballesteros Sánchez, investigadora predoctoral en el grupo NeuroMaternal del Hospital Universitario Gregorio Marañón, nos ayuda de 'desembarazarnos' de todas esas concepciones

El pasado viernes 28 de noviembre el Foro de la Cultura de Recortes Cero tuvo como invitada excepcional a Cristina Ballesteros Sánchez, investigadora predoctoral en el grupo NeuroMaternal del Hospital Universitario Gregorio Marañón. Su investigación se centra en el papel que juega el sistema inmune y hormonal en los cambios cerebrales producidos por el embarazo y la maternidad,. De esta manera se trata de ayudar a las mujeres a integrar sus cambios emocionales, con los problemas que conlleva la gestación y crianza de los bebés (depresión post-parto, tristeza, ansiedad, …).

El acto comenzó con una crítica cerrada a la idea machista asentada en la comunidad científica, de que el hombre es necesario en la especie humana y la mujer es contingente, fruto de la cual, apenas existen estudios serios a nivel mundial sobre este campo y mucho menos, referidos a otras etapas del desarrollo femenino como la menopausia. Más aún, las investigaciones hechas por nuestra invitada son únicas y un referente global que han dado la vuelta a todo el planeta, con una repercusión sorprendente fuera del ámbito académico, en medios y series de televisión como “La Teoría del Big Bang”.

En sus investigaciones, la maternidad provoca profundos cambios físicos y emocionales, pero aún se desconocen algunos de estos procesos. Su estudio ha aclarado un fenómeno que afecta a un alto porcentaje de mujeres tras el parto y ha explorado las razones detrás de un estado emocional que a menudo pasa desapercibido o se malinterpreta. Cristina, con un grupo de Investigadoras del Hospital General Universitario Gregorio Marañón han identificado transformaciones en regiones clave del cerebro femenino tras la maternidad, lo que sugiere una conexión entre los cambios neurológicos y el bienestar psicológico de las madres. Publicada en la prestigiosa revista Science Advances, esta investigación analiza modificaciones en estructuras cerebrales esenciales para la memoria y la regulación emocional, ofreciendo nuevas perspectivas sobre un desafío que impacta a muchas mujeres en el período posparto.

Las investigadoras analizaron resonancias magnéticas de 88 madres primerizas al final del tercer trimestre del embarazo y un mes después del parto. Se compararon con un grupo de control de 30 mujeres sin hijos, que se sometieron a escaneos en el mismo intervalo de tiempo. Los resultados revelaron que no existían diferencias cerebrales significativas entre embarazadas y mujeres sin hijos. Sin embargo, al comparar las imágenes previas y posteriores al parto en las mismas mujeres, se observaron cambios notorios. Estos cambios estaban vinculados tanto con la experiencia del parto como con la presencia de síntomas de depresión postparto. La investigadora también expuso la necesidad de ampliar este estudio, dado que la muestra de análisis está involuntariamente sesgada por clase social, nivel académico y otros condicionantes sociales.

Cristina Ballesteros en una entrevista para RTVE

Un análisis más profundo reveló que la percepción del parto influía en el volumen del hipocampo. Aquellas mujeres que consideraban su parto como una experiencia positiva mostraban un mayor aumento en el volumen de esta región cerebral. Por otro lado, aquellas con síntomas más intensos de depresión postparto presentaban un incremento en el volumen de la amígdala. La investigadora sugiere que una experiencia de parto negativa puede actuar como un factor estresante, desencadenando estos cambios. Factores como complicaciones durante el parto, procedimientos médicos inesperados o falta de apoyo emocional podrían estar involucrados. De igual forma, antecedentes de trastornos de salud mental o el miedo al parto podrían predisponer a estas modificaciones cerebrales.

Los hallazgos refuerzan la idea de que el posparto es un periodo de alta plasticidad cerebral, lo que hace que el cerebro materno sea más susceptible a cambios estructurales. Nuestra invitada destacó que “el parto y el posparto son momentos de gran intensidad emocional que la madre recuerda durante toda su vida. Cambia su vida y puede cambiar su cuerpo, un cuerpo ubicado también en un contexto e influenciado por él”. Esta investigación complementa estudios previos del mismo equipo, que ya habían demostrado reducciones en la sustancia gris durante la gestación y aumentos posteriores en el posparto, aunque sin llegar a la estructura cerebral de base.

El acto se cerró con una rueda de preguntas y un pequeño coloquio, donde se felicitó a la ponente por su logro tanto a nivel científico como su repercusión social y se redundó en la denuncia oficial de falta de interés de la comunidad científica en los problemas que afectan a las mujeres.

Deja una respuesta