Dos de los ministros de Merkel han presentado un plan xenófobo y racista «contra la inmigración de la pobreza». Nos dicen que los inmigrantes son «turistas sociales» que se benefician de los subsidios. Y anuncian que se expulsará del país a todos los ciudadanos de la UE que estén en paro más de seis meses. Uno de estos ministros en Thomas de Maiziere, dirigente de la derechista CDU, el partido de Merkel. Pero la otra es Andrea Nahles, socialista y ministra de Trabajo. La gran burguesía alemana tiene una mano derecha y otra mano izquierda. Y ahora las dos gobiernan en «gran coalición», y se unen para estrangularnos a todos los europeos.
Todo comenzó en Baviera, cuna del nazismo y feudo de la ultra-reaccionaria CSU -histórico socio de la CDU-. A finales del año pasado, el jefe del gobierno bávaro, Host Seehofer, calificó a los inmigrantes como “peligrosos turistas sociales”, y propuso que se les retiraran todas las prestaciones sociales durante los tres primeros meses de estancia, y que se les expulsara del país si pasado ese plazo no encontraban trabajo. «Ya va siendo hora de que los pueblos europeos nos libremos de este salvaje dominio germano»
Entonces, estas declaraciones de Seehofer provocaron una crisis de gobierno con los socialistas. Ahora, se ha convertido en la doctrina oficial del gobierno alemán.
Afirman que “los inmigrantes se benefician del generoso sistema social que impera en el territorio germano”, y que muchos trabajadores “que llegan desde Europa del Sur y del Este cometen fraude social”.
Cada vez que hablan, mienten. La fundación alemana Bertelsmann Stiftung publicó en diciembre del pasado año un informe donde se concluye que los extranjeros comunitarios aportan al sistema de bienestar alemán más de lo que reciben.
Lo que pretende la gran burguesía alemana -utilizando para ello a su brazo “derechista” y a su brazo “socialdemócrata”- es amedrentar a los trabajadores alemanes para explotarlos mejor, utilizando para ello a los inmigrantes.
Incluyendo a los españoles que han acudido a trabajar a Alemania gracias a que Berlín nos está saqueando a conciencia.
En Alemania hay 6.592 parados españoles que serían expulsados del país a pesar de ser ciudadanos comunitarios.
José Pedro, camarero en restaurantes de Hamburgo, Munich y Berlín denuncia que “he estado trabajando varios años en Alemania y no creo que tengan derecho ahora a echarme por estar en paro y por estar cobrando prestaciones sociales. Tengo adquiridos los mismos derechos que cualquier trabajador alemán”.
Mónica, una madrileña afincada en Berlín, se atreve incluso a bromear, con un sarcasmo muy español: “Bueno, yo me salvaría porque estoy casada con un alemán, digo yo, o quizá como recibimos las ayudas Hartz IV se ponen en plan duro y nos echan a los dos, ¿quién sabe?”.
La gran burguesía alemana nos saquea en España, imponiéndonos salvajes recortes y rescates… Y nos saquea en Alemania, tratando a los trabajadores españoles, rumanos o griegos como material de deshecho.
Ya va siendo hora de que los pueblos europeos nos libremos de este salvaje dominio germano.