Con la conferencia titulada «La Kenia que queremos», que se celebro en el Centro Internacional de Conferencias Kenyatta, La sociedad civil keniata al no encontrase satisfecha se muestra satisfecha, ya que consideran que es una muestra de que los políticos no tienen agenda para los keniata y un derroche de recursos. Organizaron una conferencia paralela bajo el título «La Kenia que no queremos», también en Nairobi.
El dramaturgo y activista Okoiti Omtatah, fue el maestro de ceremonia de “La Kenia que no queremos”. Que refiriéndose al comentario que el Presidente del Congreso Nacional de la Sociedad Civil, Morris Odhjambo hizo durante la ceremonia de inauguración de “La Kenia que queremos”, en la que declaró “que esta reunión se había celebrado antes, ero no se sacaron resultados evidentes”. Aseguro “Es irónico que los responsables de nuestra miseria están, proponiendo maneras de mejorar la nación”. Omtatah también declaro que “El mal gobierno es la Kenia que no queremos”. “Seguiremos luchando hasta que consideremos que la injusticia se ha terminado. Este país no pertenece a la élite política que nos engaña una y otra vez”, sentenció Odhiambo. Es habitual atribuir la causa de los conflictos sociales africanos a luchas tribales, silenciando los verdaderos factores. El origen de la incontrolable violencia que está sufriendo Kenia luego de las elecciones del 27 de diciembre de 2007 que disparó la rivalidad entre los kikuyu y los luo por aferrarse al poder, a pesar de los más de 400 muertos que dejaron los enfrentamientos y los 250 mil desplazados. No es sólo étnico, sino que está directamente relacionado con las secuelas dejadas por el colonialismo inglés y las burguesías locales asociadas a Londres. La descolonización de los territorios de Inglaterra 1963 tuvo una característica común, que la diferenciaba de otras potencias, por la cuál la independencia no garantizaba la libertad de la ex colonia. Antes de la retirada, Gran Bretaña formó una clase política selecta que la representaría en la etapa independiente, beneficiando a los kikuyus. Para mantenerse en el poder, los tres presidentes de la historia de Kenia han tenido que formar alianzas con otros grupos, creando elites en las cúpulas de cada etnia, dejando de lado a los millones de habitantes, ya que la distribución de la riqueza es muy desigual. La economía de Kenia depende, del turismo y de las multinacionales protegidas por el poder político. Alemania se cuenta entre los principales socios de Kenya y es uno de los principales donantes de cooperación, luego del Banco Mundial, la Unión Europea, Japón, Gran Bretaña y los Estados Unidos de América. El papel regional es muy importante, ya que es proveedor de energía de sus vecinos y además a través del puerto de Mombasa ingresan mercancías para Ruanda, Burundi, Uganda y el Congo. Todos los organismos internacionales y multinacionales es decir todos los tentáculos del imperialismo han escogido a Kenia como centro o sede de operaciones para trabajar en África del Este. A nivel geoestratégico Kenya es fundamental: a nivel de cooperación es la sede de la ONU para todo África del este y central: desde aquí se trabaja “manipula” en Somalia, en Etiopía, en Sudán, Zaire, Uganda, etc. Para el imperialismo carroñero, con pretexto de “controlar el terrorismo de Al Qaeda” tiene en Somalia, Etiopía y Yemen, implantado su política de terror y desestabilización. Y como no podía faltar todas las multinacionales que trabajan en esta zona tienen su base en Kenya.