Los dueños del poder mediático en España

La información, en manos del capital extranjero

Quien decide la línea editorial y lanza las fake news no es tal o cual periodista sino los centros de poder que dominan las televisiones y radios, las rotativas y principales digitales. Los tres mayores grupos mediáticos españoles están en manos extranjeras

*Artículo publicado en octubre de 2022 en deverdaddigital.com

Cloacas mediáticas”, “derecha o extrema derecha mediática”… Hemos escuchado expresiones como estas para denunciar el papel de los grandes grupos mediáticos como instrumentos del poder.

Pero el problema no radica en la orientación conservadora de algunos medios. Sino en quiénes son sus propietarios.

Lo que no se plantea es que los tres mayores grupos mediáticos españoles están en manos de un pequeño puñado de fondos y monopolios extranjeros.

El control de la información es poder. Y hoy en España esa palanca está en manos de un capital extranjero ligado a un reducido grupo de grandes potencias.

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¿Quién puede tener un medio de comunicación de influencia global? El mayor del mundo, el norteamericano Warner Bros Discovery Inc, tiene un valor de mercado de 43.000 millones de dólares

Sus propietarios están encabezados por los fondos más poderosos de Wall Street: Vanguard, BlackRock y State Street.

No son la “derecha mediática”. Son el corazón de la gran burguesía norteamericana.

Joseph Oughourlian, presidente del fondo anglonorteamericano Amber Capital, actual dueño de El País, ha declarado que “intentamos ser de derechas, pero no funcionó y regresamos a la izquierda”.

Son declaraciones muy significativas. Por dos motivos.

Primero, porque nos pone encima de la mesa que el primer y más influyente periódico español está en manos del gran capital norteamericano.

Segundo, porque ellos mismos confiesan que según convenga a sus intereses unas veces adoptan la forma de “derecha mediática”, y otras veces la contraria.

Cuando se habla de las turbias operaciones de los medios todo el foco recae sobre periodistas con gran influencia, desde Ferreras a Inda, o personajes como Mauricio Casals, alto directivo de uno de los emporios mediáticos, Atresmedia, apodado “el príncipe de las tinieblas”.

Pero ellos no son los dueños de los medios. La línea editorial de las televisiones, radios o periódicos donde trabajan no la deciden ellos. La determina quien tiene el poder.

Y al colocar esta cuestión en el centro lo que aparece es una realidad que permanece oculta: los medios de comunicación españoles más importantes tienen sus centros de decisión en el extranjero, son propiedad del capital foráneo de un pequeño puñado de grandes potencias.

Dos televisiones, un mismo problema

A pesar del avance de las redes sociales, la televisión sigue siendo el medio principal que “moldea” la opinión.

Según la Comisión Nacional de la Competencia, “el oligopolio de las televisiones nos preocupa, hay un duopolio clarísimo”.

Por un lado Atresmedia (Antena 3 y La Sexta), y por otro Mediaset (Telecinco y Cuatro) controlan el 55,1% de la audiencia y el 87% de toda la publicidad.

¿Pero quién controla a estos dos gigantes?

El primer accionista de Atresmedia, con un 41% de todo el capital, es Planeta DeAgostini. Es un grupo español pero controla Atresmedia gracias a la alianza con DeAgostini, el gigante de la comunicación italiano.

El segundo mayor accionista de Atresmedia, con un 19% del capital, es RTL Group, la compañía de televisión y radio más grande de Europa, bajo el mando del monopolio alemán Bertelsmann.

Y el podio de accionistas de Atresmedia se completa con el 11% en manos de grandes fondos, la mayoría de ellos norteamericanos.

En total, el 50,5% de Atresmedia está directamente en manos extranjeras.

Algo más acusado sucede en Mediaset. La sociedad del magnate italiano Berlusconi posee el 82,9% de las acciones. Y el resto se las reparten un pequeño puñado de fondos de inversión. Prácticamente el 100% de Mediaset está en poder de capital extranjero.

Y tanto en Atresmedia como en Mediaset encontramos a los principales fondos norteamericanos: JP Morgan, Vanguard, Fidelity, BlackRock… En el consejo de administración de Atresmedia se sienta Patricia Estany, que es también alta directiva de JP Morgan.

Los centros de poder del oligopolio televisivo en España ni siquiera están en el Ibex-35, están en los grandes centros de poder mundiales.

En El Mundo y en El País

El Mundo y El País son las dos grandes referencias, una “de derechas” y otra “más progresista”, de la prensa escrita española.

PRISA, que engloba también a la Cadena Ser, la primera radio de España, había estado en propiedad de la familia Polanco, hasta ahora. En 2009, los Polanco controlaban el 71% de las acciones de PRISA, hoy ese porcentaje se ha reducido… al 7,6%.

Actualmente el mayor accionista de PRISA es el fondo anglonorteamericano Amber Capital.

Junto a Amber Capital dominan el accionariado de PRISA el gigante francés Vivendi, fondos norteamericanos o capital de Catar.

Actualmente, el 80% del capital de PRISA está controlado por fondos extranjeros.

¿Y qué sucede con El Mundo? Su editora, Unidad Editorial, que también posee Marca, el mayor periódico deportivo, y Expansión, líder de la prensa económica, está controlada en un 96% por el mayor grupo editorial italiano, RCS MediaGroup.

Las dos cabeceras de la prensa que hace pocos años estaban en manos del capital nacional, ahora tienen un dominio abrumador de centros de poder foráneos.

Con varias barajas, y todas trucadas

Viñeta de César para El Español

Si definimos las maniobras de los grandes medios como expresión de “la derecha mediática”, no entenderemos muchas cosas.

Los dos gigantes televisivos, Atresmedia y Mediaset, tienen una televisión “de derechas” -Antena 3 y Telecinco- y otra “de izquierdas” -La Sexta y Cuatro-.

Grupos mediáticos como Mediapro, situado en el espectro más a la izquierda, tiene el 92% de sus acciones en manos foráneas. Y su actuación fue clave para entregar La Sexta a Atresmedia.

Y Eduardo Inda, no ha crecido solo gracias a sus conexiones con “las cloacas del Estado”. Se colocó en primera línea alcanzando los más altos puestos en El Mundo y Marca, en propiedad de Unidad Editorial, controlada por el grupo italiano RCS. Y mantiene su influencia merced al amparo de un gigante como Atresmedia, cuyos centros de decisión están fuera de nuestras fronteras.

Las fake news o las campañas mediáticas para derribar organizaciones o personajes incómodos, las fijan los dueños de los medios, capitales extranjeros siempre ligados a grandes potencias.

En Iberoamérica la intoxicación mediática ha alimentado golpes al servicio de los intereses norteamericanos. ¿Acaso esto no sucede en España?

Antonio Caño, ex director de El País, ha confesado que llegó a su puesto con una misión: evitar que en España se formara un gobierno de coalición de izquierdas. Esa operación coincidió con la toma de control de PRISA por parte de los grandes fondos anglonorteamericanos. Y, como corresponsal en Washington, Caño había tenido sólidos lazos con la superpotencia. Detrás de esa turbia operación mediática estaban los intereses de EEUU en España, y su capacidad de control sobre los grandes medios.

Atresmedia, PRISA y Mediaset son el corazón del poder mediático. Controlan el 58% del mercado, el 60% de la audiencia y el 87% de la publicidad. Y los tres están en manos del gran capital extranjero.

Esta es la cuestión decisiva que debemos abordar. Para ello debemos cuestionar el dominio del capital extranjero, en manos de unas pocas grandes potencias, sobre la información en España. E impulsar medios realmente independientes, que no estén bajo el control de grandes fondos ni dependan de la financiación de los bancos.

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