Con concepciones paralelas, pero diferentes de la libertad artística, han pasado por estas páginas algunos de los mejores artistas. La política, la que conscientemente se rebela frente al pensamiento único y sus formas, y la intuitiva, la que pasionalmente comprende la esencia del gran arte español, la que pinta con los pies llenos de barro.
Antonio López«El valor personal del artista está acabando siendo una enfermedad»¿Podríamos decir que el objeto del arte, cuando es arte con mayúsculas, y sobre todo en pintura o poesía, consiste en captar la esencia de las cosas, bien sea un rostro o un paisaje? El arte bueno siempre trabaja con la misma sustancia, la sustancia que absorbe el artista del mundo. El hombre artista se mueve, vive, sufre. De todo ese recorrido por el mundo que hace el artista, y de todas las cosas grandes y miserias, nace El Quijote o nace El Lazarillo de Tormes. Todo nace de ahí, es que no puede nacer de otro sitio. ¿Cómo podemos enfrentarnos al arte para captar realmente su significado?El arte de ahora tiene la necesidad de expresar algo absolutamente personal. Antes la voz del artista era la voz de su generación. La voz del artista empieza a aparecer en el Renacimiento, el artista como algo individual. En el siglo XX ha llegado a ser algo verdaderamente terrible la obligación de ser tú mismo. ¿Quién es el arquitecto de las pirámides? Indudablemente un gran artista, pero el arquitecto de las pirámides no es el creador de las pirámides, el creador de las pirámides es la sociedad egipcia de la época, que está más arriba que el valor personal del arquitecto. ¿En qué consiste ese algo, por una lado fuerte y poderoso, y por otro dramático y sombrío que usted otorga al arte español? Mientras el arte en otros países tiene como una estructura, un andamiaje para poderse realizar, en nuestro caso, sin embargo, son cosas sueltas, que han surgido en diferentes épocas y que parecen haber surgido como por milagro; pero que todas ellas juntas forman lo que es el gran arte español. Y tiene esas características, esa calidez, ese desdén por lo insustancial, por lo bonito, esa necesidad de esencialidad, ese amor al mundo, que se antepone a cualquier otro concepto estético, que me parece único. Cuando el español es grande tiene algo que no lo tienen los demás, que yo lo veo únicamente en el mundo antiguo, donde el artista casi desaparece, el artista no tiene voluntad de estar. El artista no se coloca por arriba. En realidad, sí se coloca muy arriba, pero no lo quiere manifestar. Yo pienso que el arte español bueno es un arte supremamente generoso. Rafael Álvarez“El Brujo”«El universo tiene menos fuerza que nuestra convicción a cerca de lo que es la vida»Quería preguntarle por dos expresiones que surgen en torno a «El Testigo. La primera es: «El cante ya es en si mismo pensamiento»El director del Centro Andaluz de Teatro me dijo «este texto eleva el cante a la categoría de pensamiento», esa era la frase. Y yo respondí que «el cante ya, en sí mismo, es pensamiento». El cante es en sí mismo pensamiento porque es filosofía. Hay una sabiduría condensada en las letras que no obedece a la sabiduría personal e individual del autor de la letra. La letra es a veces popular y representa una condensación de sabiduría del imaginario colectivo. Es la sabiduría del pueblo, porque el pueblo es sabio. Son ideas que influyen a la gente y condicionan nuestras vidas porque estamos convencidos de ellas, incluso inconscientemente.Y la segunda: «Una cosa es dominar el arte y otra estar poseído por él»Lo primero hace referencia a una capacitación técnica, a una habilidad que aprendes, y que aprendes tanto que llegas a un dominio que se convierte en una destreza. Y en lo segundo estamos hablando de una diferencia esencialmente cualitativa, no cuantitativa. Hace referencia a una intermediación mediúmnica, en la que el artista se convierte en un vehículo de fuerzas que le poseen, que invaden su psicología, su psiquismo y su mente. En el mismo sentido en el que un medium entra en trance, o un antiguo profeta, como por ejemplo Casandra poseída, en la Iliada, que dice «no entréis aquí el caballo». La lógica decía que el caballo no podía ser maligno, pero ella iba más allá, guiada por un instinto, por una inspiración, sabía que el Caballo de Troya era la destrucción.Su trabajo nace de la tradición oral, de la fuerza de la palabra… ¿qué ocurre para que la narración, la historia pueda tener más fuerza que un escenario decorado?No hay nada más poderoso que aquello de lo que uno está convencido. Es mucho más importante una idea que un decorado. Y esta idea es muy vieja, algo que ya decía el propio Shakespeare, «el cielo que nos cubre es solo un decorado». Incluso el universo tiene menos fuerza que nuestra convicción a cerca de lo que es la vida y el propio universo.Miguel Angel Berna Bailarín«Hablan de libertad y lo único que hacen es poner barreras, obstáculos y límites»¿Cómo ha sido su recorrido con la Jota hasta “Berna se escribe con Jota”? Desde los ocho años fue mi forma de expresión, mi pequeño mundo alrededor del cual giraba mi propia vida. Han pasado treinta y cinco años y era momento de volver a mirar hacia el pasado, también para entender el presente y afrontar el futuro sin miedos ni rencores. En «Berna se escribe con J» quiero hablar de la esencia, de la inmortalidad del alma.¿No cree que cada vez más artistas se rebelan para recoger lo mejor de la tradición? Para recoger lo mejor de la tradición hay que conocerla, respetarla y tenerle un gran amor, incluso por encima de tus propios intereses personales. Si esto no es así es mejor dedicarte a otra cosa. Muchos son los que hablan de «pureza» y no tienen ni idea de ella. Hablan de libertad y lo único que hacen es poner barreras, obstáculos y límites a un canto y un baile que su verdadero lema era «Libertad». ¿Por qué tantas veces desde distintos sectores se ha despreciado las tradiciones más populares? Se ha despreciado por ignorancia. El problema es que mientras no sepamos que somos ignorantes no podremos dejar de serlo. La sociedad avanza, las nuevas generaciones se han quedado sin referentes y lo que es peor, sumergidos en una crisis de valores. Santiago Sierra Artista plástico«Un arte para la gente debería ayudar a expulsar el pensamiento único de nuestras vidas»¿Qué está cambiando? o ¿qué debería cambiar? El gran reto del arte contemporáneo es hacer arte para la gente. Está bien que se haga para gente rica, al fin y al cabo pagan bien, pero muy a su pesar no están solos en el mundo. El pensamiento único y oficial es sin duda nuestro principal enemigo. Un arte para la gente debería ayudar a expulsar el pensamiento único de nuestras vidas. ¿Se puede pintar sin tomar una posición, sin un compromiso con la realidad? Ya sabemos que los apolíticos son de derechas, así que ese es su compromiso. Es inevitable, si haces un arte referencial y formalista, tu arte es de derechas, y es una pena porque yo hubiera disfrutado mucho siendo un artista de la forma. ¿En que estas trabajando ahora? Estoy haciendo una serie con veteranos de guerra cara a la pared. Comenzamos en Berlín, seguimos en Masachusetts, ahora están en Manchester, en dos semanas realizaremos otra acción en Adelaide, Australia. La serie continuará en otros países y con otras guerras. También estoy destruyendo una palabra letra por letra, y la palabra no se sabrá hasta el final. La primera letra fue destruida en Suecia, la segunda en Alemania, la próxima será en Austria…