Estos últimos años Los Verdes hemos conquistado excelentes posiciones en Europa, consolidándonos como la segunda fuerza política en Alemania y otros países y demostrando ser determinantes en muchos gobiernos. Los Verdes son ya el principal garante de la justicia social y ambiental pero además un factor de progreso y, a la vez, el más eficaz antídoto contra el avance de la ultraderecha excluyente que amenaza nuestras libertades.
En España los verdes formamos parte de la coalición “Recortes Cero – Los Verdes – Grupo Verde Europeo” porque queremos contribuir a dar continuidad al trabajo realizado por el Grupo Verde en el Parlamento europeo.
Durante la próxima legislatura el Parlamento Europeo debe mostrar un claro compromiso con la protección y mejora del medio ambiente, con la transición energética, con la sostenibilidad, con la economía verde, y por eso necesitamos una fuerte presencia de diputados verdes en el nuevo Parlamento.
Las políticas verdes se basan en un uso sostenible de los recursos, no en su consumo ilimitado. Esto significa que los ricos deben limitar su consumo para permitir a los pobres acceder a su parte justa de los recursos del planeta. Los Verdes apoyamos la cooperación, no la competencia, satisfaciendo las necesidades de todos, no los privilegios de unos pocos. Los Verdes favorecemos la paz y la seguridad, no la agresión y el estado de guerra.
Las políticas verdes se basan en la creencia de que la gente quiere vivir en armonía con su entorno y en paz con sus vecinos, en una sociedad que ofrezca un medio ambiente limpio y saludable, seguridad y confianza.
Los objetivos de una economía verde son la sostenibilidad ecológica, la equidad y justicia social y el autoabastecimiento. Para alcanzarlos, es imprescindible reforzar las economías a escala regional y local y poner freno a la voracidad irracional de las corporaciones multinacionales, que a menudo ejercen un nefasto poder fáctico paralelo, no pagan impuestos, engañan a los consumidores con el fraude de la obsolescencia programada y ponen en riesgo nuestra salud y nuestros derechos.
Una economía mundial sostenible permitirá a la población actual satisfacer sus propias necesidades, sin impedírselo a las generaciones futuras. Respetará la integridad de los ecosistemas, de los que depende toda la actividad humana.
Una distribución equitativa del poder y los recursos es necesaria para satisfacer las necesidades humanas básicas incondicionalmente, y para asegurar a todos los ciudadanos que tengan plenas oportunidades para el desarrollo social y personal.
Promovemos programas específicos de reconversión industrial en sectores tales como el complejo militar-industrial, la industria química, la automovilística y en otros sectores industriales peligrosos e ineficientes.
Reverdecer la economía mediante la reconversión de los diferentes sectores económicos implica generar millones de nuevos empleos en sectores como el ahorro energético, las energías renovables, la reutilización y reciclaje de materiales, el transporte público, la agricultura, la protección natural y forestal, y la investigación y desarrollo ambientales.