Un historiador de la Universidad Hebrea de Jerusalén reúne 1400 pruebas del genocidio en Gaza

La conciencia del profesor Mordechai

El prestigioso historiador israelí Lee Mordechai, autor de un vasto y metódico informe, aporta una base de datos con más de 1.400 pruebas sobre los crímenes de guerra

Israel es hoy una sociedad profunda y moralmente enferma, donde una mayoría de la población ha sido encuadrada ideológicamente en el odio y el fanatismo hacia los palestinos que promueve el gobierno de Netanyahu y el sionismo más extremo. A esta brutal y asfixiante corriente ideológica resiste una valiente minoría, una izquierda pacifista y anticolonialista que todos sábados se manifiesta contra el genocidio, al grito de «no en nuestro nombre».

A esta heroica contracorriente también pertenece el prestigioso historiador israelí Lee Mordechai, autor de un vasto y metódico informe llamado “Dando testimonio de la guerra de Israel contra Gaza” que aporta una base de datos con más de 1.400 pruebas sobre los crímenes de guerra cometidos en la Franja de Gaza.

El informe incluye secuencias de vídeo, artículos, fotografías, pruebas de testigos presenciales y material de investigación, gran parte del cual está grabado por los propios soldados israelíes.

Las grabaciones son desgarradoras. Incluyen a una mujer palestina con un niño que recibió un disparo mientras ondeaba una bandera blanca, niñas hambrientas que fueron abatidas hasta la muerte mientras hacían cola para comprar pan, un hombre palestino de 62 años esposado que fue atropellado por un tanque israelí y un ataque aéreo contra personas que intentaban ayudar a un niño herido.

Otro documento detalla la muerte de cuatro bebés prematuros después de que las fuerzas israelíes decidieran evacuar el hospital en el que se encontraban. Una enfermera que cuidaba a cinco bebés se vio obligada a elegir al más fuerte, al que se le permitió sobrevivir.

Otras imágenes, grabadas por los propios militares, muestran a un soldado obligando a prisioneros atados y con los ojos vendados a enviar saludos a su familia y decir que quieren ser sus esclavos. También hay pruebas documentales que dan fe de asesinatos de personas discapacitadas, agresiones sexuales y humillaciones, quemas de viviendas, tiroteos indiscriminados, hambruna forzada, saqueos y mucho más.

“Sentí que no podía seguir viviendo en mi propia burbuja, que era una cuestión de vida o muerte, y que lo que estaba sucediendo en Gaza era demasiado grande y contradecía los valores con los que crecí aquí”, confiesa el profesor Mordechai a Haaretz, el único de los grandes medios israelíes que ha denunciado el genocidio desde el primer momento, y que se enfrenta a un gobierno Netanyahu que busca cerrarlo por todos los medios.

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