Los recortes en sanidad no han acabado. Esas son las órdenes del FMI y Bruselas, de la gran banca norteamericana y alemana. Porque es a sus grandes aseguradores y fondos de inversión a quien beneficia la degradación estructural de la sanidad epañola, autonomía por autonomía.
El hasta hace poco propietario del grupo hospitalario Quirón, el fondo norteamericano Doughty Hanson, afirma: «El mercado tiene fuertes pilares de crecimiento derivados de la demografía y las dificultades del SNS para mantenerse como una alternativa de calidad». Rajoy se ha comprometido con Bruselas a ejecutar 2.120 millones más de recortes en 2015.
«El doctor CVC Capital & Partners cuida de la salud de cada vez más españoles»
Más allá de la innegable contribución que el pueblo madrileño ha hecho al conjunto de España al paralizar este año la venta de seis grandes hospitales no debemos despistarnos. Barcelona y Madrid forman parte de un mismo teatro de operaciones.
Lo que no han podido avanzar los fondos de inversión norteamericanos en Madrid lo hacen en Catalunya, con el vist i plau de Artur Mas. En la cuestión sanitaria todos le reprochan los recortes, pero sin ver más allá de que son la derecha catalana. La realidad es bien distinta. Catalunya está a la cabeza de dinamitar la sanidad pública para aumentar el negocio de dichos fondos.
Sembrar, recogerBien es cierto que la sanidad privada recoge los frutos de los recortes en la pública. En los nueve primeros meses de 2014 ganó casi 300 mil nuevos asegurados, llegando a los 9,2 millones de pólizas, un 3,6% más que al comenzar el año. Quede mucho trecho, España está sobre el 15% de cobertura privada, Francia un 96%.
Sin embargo, quien está anudando este trasvase estructural recortes-privatización es el grupo hospitalario IDCSalud (antigua Capio, propiedad del fondo de inversión norteamericano CVC Capital & Partners). Con la compra en junio pasado del Grupo Hospitalario Quirón (Quirón-USP-Teknon) ha generado un auténtico gigante con más de 5.000 camas en 40 hospitales y una facturación que supera los 1.400 millones de euros, con un pie en las aseguradoras y otro en la sanidad pública.
«La sangre de los catalanes tiñe una curiosa Senyera, que le das la vuelta y te encuentras otras barras, las barras y estrellas de Wall Street»
IDCSalud evitó participar en la fallida privatización de los hospitales madrileños y desde junio pasado no ha parado de expandirse por los centros nodulares de la sanidad privada: Barcelona y Madrid. A la compra de Quirón hay que añadir las clínicas Ruber en Madrid en diciembre.¿Cuál es el motor del crecimiento de este monopolio? el dinero público. En cinco años(2005-2010) pasó de facturar 300 millones a 550; y la parte de ingresos que vienen del sector público pasó del 60% al 75%. Las concesiones de los gobiernos regionales, especialmente el madrileño y catalán han cebado al pequeño gigante.
Desde 2002 IDCSalud se ha ido apropiando de importantes hospitales, como el General de Catalunya, el Sagrado Corazón, Clínica del Pilar y Clínica del Vallès. Aunque son privados han ido tejiendo convenios por los que se les traspasa carga de trabajo desde centros públicos, gracias al Conseller Boi Ruiz, expresidente de la patronal hospitalaria privada, o la actual presidenta, Helena Ris.
En Madrid, desde 2005. a la adquisición de la Fundación Jiménez Díaz ha sumado concesiones del hospital Infanta Elena de Valdemoro, el Rey Juan Carlos (en Móstoles) y el de Collado Villalba. Todos activos en la red pública.
«Unir las mareas blancas es una asignatura imprescindible para frenarlo»
Cada vida perdida en las listas de espera, cada cama cerrada mientras se sobresaturan las urgencias, cada ambulatorio cerrado, cada profesional no contratado… nutre un proyecto de venta de la sanidad como un paquete más dentro de la venta del país. Unir las mareas blancas es una asignatura imprescindible para frenarlo.