Pacto por el Mar Menor es una plataforma ciudadana constituida por asociaciones de tipo social, ecologistas o naturalistas, vecinales, culturales… etc. Nació hace seis años con el objetivo de difundir lo que está pasando en el Mar Menor y hacer presión a la administración para que resuelva el problema. Han puesto una denuncia en Bruselas, denuncias en la Fiscalía de Medio Ambiente y han convocado diversas manifestaciones en defensa de la laguna.
La plataforma, junto a decenas de colectivos, han convocado una gran manifestación el martes 7 de octubre en la capital murciana. Entrevistamos a una de sus portavoces, Isabel Rubio.
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El Mar Menor está en estado crítico, ¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Cuáles son las causas?
Hace 41 años, en 1980, se celebraron las primeras Jornadas del Mar Menor y los científicos dijeron que si se ponía en regadío todo el entorno del Mar Menor, se produciría la aniquilación de la flora y la fauna del mar, puesto que recoge todas las aguas de la cuenca vertiente, con fertilizantes, los insecticidas, los plaguicidas… etc. Ya se veía claramente que con esta fuente de nutrientes que iban a entrar al Mar Menor se iba a producir esta aniquilación. Desde entonces se ha incidido en que el Mar Menor se está deteriorando, se ha repetido una y otra vez lo que iba a pasar, pero aquí no ha interesado escuchar esas voces. En 2005, el Mar Menor está al borde de la muerte, en la UCI.
En la Manga se está construyendo muchísimo. La construcción dio mucho empleo, pero, ¿cómo se puede quitar hambre de un lado y producir hambre después? Ahora, todos los negocios que hay en el entorno del Mar Menor están a punto de quebrar, al igual que la salud de las personas que viven en este entorno. El día 16 de agosto aparecieron en las playas los primeros crustáceos muertos y aun así, en esos primeros días, la Comunidad Autónoma niega que sea por una eutrofización, exceso de nutrientes. El Mar Menor es una laguna oligotrofa, tenía muy pocos nutrientes, por eso las aguas eran cristalinas y había una flora y la fauna adaptada a esas aguas. Todo esto se ha ido modificando, destrozando y hemos llegado a la situación tremenda este año. Hemos visto muchos peces muertos en las pescaderías y saliendo a buscar el oxígeno fuera del agua, incluso a la orilla. No se me olvidan esas imágenes.
¿Qué tipo de prácticas están dañando el Mar Menor?
El Mar Menor es un lugar maravilloso por una serie de valores ecológicos, paisajísticos, para el deporte, para la familia. Ha sido una fuente de felicidad y de bondad para el alma. El Mar Menor nos ha dado servicios ecosistémicos y muchos servicios económicos. A pesar de ello, el Mar Menor recibe una serie de agresiones, de las más importantes ha sido la construcción asociada al turismo. También los puertos deportivos, se han construido diez puertos en un perímetro de 70 kilómetros, el número mayor del Mediterráneo español, uno cada 7 kilómetros. Estos puertos han parado las corrientes que hacen que se acumulen fangos en los entornos, porque se han hecho unos accesos muy bajos para que puedan pasar los coches, como en el caso de Los Nietos. Un club mal construido, una infraestructura que no solamente ha acabado con la playa, ha acabado con el pueblo completo que se ha despoblado, está en venta.
La ciencia viene advirtiendo de lo que iba a pasar desde los años 80
Tenemos también el relleno de playas. Las lagunas costeras no tienen playas como en el Mediterráneo, pero aquí todo el mundo ha querido tener playas como las del Mediterráneo, por lo tanto, se ha hecho la regeneración de playa, un relleno de arena. Todas esas playas antes no existían. Eso ha sido otra agresión que se le ha hecho al mar.
El caso más importante, esto ha sido reconocido por toda la comunidad científica, es la agricultura intensiva, que ha producido el mayor desastre. El Mar Menor estaba rodeado de una agricultura de secano que vivía del agua de la lluvia. Esta era la agricultura tradicional, pero en los años 80 viene el trasvase del agua del río Tajo, se trae aquí y cambia totalmente todo el panorama. Se instala una agricultura intensiva que significa que se realizan de 3 a 4 cosechas anuales. Esto necesita muchísimo riego y muchísimo fertilizante. Durante 40 años se ha estado regando al principio sin control ninguno de los fertilizantes ni el agua.
Luego ya se ha hecho una agricultura de precisión que llevan el agua por goteo y que ponen una gota con su fertilizante e insecticidas, pero esto, claro, en una zona de secano, siendo una agresión a todo este terreno. Además, se han hecho modificaciones del terreno. Antiguamente se cultivaba en pequeñas terrazas que recogían el agua de lluvia. Ahora, al eliminarse esa terraza para que los tractores puedan pasar muy rápidamente y se puedan recoger las cosechas muy rápidamente, cuando llueve, el agua arrastra los sedimentos y la tierra cargada de agroquímicos llega de manera terrorífica al Mar Menor.
Todo lo que ese acuífero aporta de nutrientes al Mar Menor y todo el excedente de regadío de toda la cuenca, producen una explosión desmesurada de microalgas. El fitoplancton. Se produce tal explosión que el agua se pone verde y los rayos de sol no pueden llegar al fondo de la laguna. En el año 2016, desapareció el 86% de las praderas marinas debido a esta turbidez tan extraordinaria. En 2019 se produce otra bolsa de anoxia como ésta que hemos tenido estos días, coincidiendo con unas grandes lluvias, en el mes de septiembre y octubre aparecen toneladas de peces y crustáceos muertos. Fijaos si no ha habido años para tomar medidas.
¿Qué propuestas tenéis para proteger al Mar Menor?
Si el mayor problema está en la agricultura, habrá que poner medidas ahí. Habrá que hacer una reforestación, reconducir las Ramblas, quitar los nitratos de los fertilizantes en las zonas que sea que ofrezcan más peligro… Y desde luego, lo primero que hay que hacer es suprimirles el riego a todas esas fincas que están robando sin tener derecho al agua. Cuando viene el trasvase se estableció una línea, de aquí para acá hay derecho a riego y de aquí para allá no hay. Pues en esa zona que no tiene derecho al agua, reconocido oficialmente por la Confederación Hidrográfica del Segura, hay 8.500 hectáreas de regadío ilegal, y no se ha clausurado ninguna. Todos los propietarios de estas fincas han recurrido sanciones y no se han clausurado, en favor de un sector que está perjudicando al Mar Menor. ¿Cómo puede ser que esto esté pasando con un ecosistema de una belleza extraordinaria que ha producido tantísimo placer y bienestar a tanta gente, nos ha dado sus riquezas, sus peces…?
Ha sido la agricultura intensiva, con 3 o 4 cosechas al año, la que ha provocado el desastre
Hace varios años el fiscal de Medio Ambiente abrió una investigación, el caso Topillo. Resulta que estas empresas agrícolas no han tenido bastante con el agua del trasvase, sino que han hecho multitud de pozos, se hablaba hasta de 2000 pozos en el campo de Cartagena para sacar agua del acuífero y poder regar todavía más que con el agua del trasvase. Ese agua es un agua salobre. Los propietarios la filtraban por medio de las desalabradoras para el regadío y, lo que sobraba, las sales, junto con los nutrientes, nitratos y fosfatos buena, todo eso iba a parar al Mar Menor durante 20 años hasta hoy. Están prohibidas todas esas desalobradoras y las instalaban en agujeros subterráneos. La Guardia Civil entra en las fincas y se las encuentra en esos agujeros como los topos. Están clausuradas pero puede que haya desalobradoras que estén funcionando de manera ilegal.
El Gobierno regional tiene la mayor parte de las competencias de medio ambiente y no las ha puesto en marcha. Cuando han visto el desastre que se ha producido este verano le echan las culpas al gobierno central. Al gobierno central no le quitamos culpa, que las tiene también, pero que aquí no se ha hecho nada. Lo que pedimos las asociaciones y las organizaciones como pacto por el Mal Menor es, que haya una coordinación entre las administraciones.. Lo primero que tienen que hacer es reunirse con las dos administraciones principales, y también con las organizaciones sociales. También pedimos que se corten los fertilizantes en una zanja grande para evitar que lleguen al Mar Menor y que se instale una franja grande de vegetación para que cuando haya grandes lluvias sirvan como barreras vegetales que puedan absorber el agua contaminada. Estas son nuestras medidas principales y no se ha hecho ninguna.
La Administración tiene que hacer presión al sector agrícola y que estas empresas tan potentes económicamente no campen a sus anchas. Se tiene que hacer cumplir la ley.