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Adriana Torres es Co-portavoz de la Juventud de UCE (JUCE)
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Querida María:
En las últimas semanas se han viralizado en todos los medios tus palabras sobre la lectura y opinadores de todo tipo han querido, lógicamente, manifestarse. Por comenzar por lo que une, hay algo en lo que estoy de acuerdo contigo, y es que “leer no te hace mejor persona”, porque es sabido, por ejemplo, que Hitler era un gran lector.
Tus argumentos para defenderte a la oleada de críticas en esta polémica ha sido que “se han malinterpretado tus palabras”, pero creo que se te ha entendido perfectamente. No es una cuestión de gusto personal, que prefieras las novelas de Rosa Montero o sumergirte en la revista Hola, que leyeses ambas o ninguna, sino lo que defiendes con tu posición. Lo que sostienes delante de 3 millones de seguidores, en su mayoría jóvenes, mientras los datos exponen que solo el 6% del alumnado en primaria alcanza un alto nivel de comprensión lectora. ¿Qué defiendes para la gente y las nuevas generaciones María, la cultura de la incultura?
Esto resulta aún más significativo dicho por una mujer de 30 años. En ningún caso por aquello que alegas sobre los reproches por “no cumplir las expectativas sociales de la gente”, sino porque como seguro sabes, a lo largo de la historia el machismo y el patriarcado se ha encargado de ocultar del mundo nuestros nombres en la cultura, la ciencia o el arte. Se han atribuido logros científicos a hombres, utilizado pseudónimos masculinos para poder publicar libros o numerosos artistas que han copiado obras de pintoras desconocidas y silenciadas. De las que hoy en día solo conocemos una parte, la orilla de un inmenso océano ocultado.
También conocerás que hace menos de cien años no podíamos votar en España, o que muchas de nuestras abuelas no eran escolarizadas y no sabían leer ni escribir, es decir, ni si quiera podían firmar un documento sin un hombre a su lado. «La cultura te da libertad, te salva» decía Elena Poniatowska, una escritora y activista mexicana por los derechos de los migrantes, las mujeres y los campesinos a la que te recomiendo leer.
Después todo esto, hemos escuchado y leído numerosos insultos y palabras de desprecio hacia a ti, que tampoco considero que estén justificados. Ni los fundamentos clasistas que le dan la vuelta a la tortilla para rebajar a los sectores menos intelectuales en general. La cultura es y debe ser de los pueblos, de la gente, de todas las personas.
Aquellos que queremos transformar el mundo sí debemos y queremos leer, conocer la historia, nuestra identidad. El capitalismo es antagónico a la vida y solo conociendo la realidad podemos cambiarla, tener la capacidad de decidir nuestro destino revolucionario. Porque sí, como escribió Bertolt Brecht en “Loa al estudio”, todas y todos estamos llamados a ser dirigentes.
¡Estudia lo elemental!
¡Estudia, hombre en el asilo!
¡Estudia, hombre en la cárcel!
¡Estudia, mujer en la cocina!
¡Estudia, sexagenario!
Estás llamado a ser un dirigente.
PD: «Hoy una lectora, mañana una líder» es una cita de Margaret Fuller, otra escritora que también te recomiendo.