Lo que los andaluces han dicho en las urnas no es un “giro a la derecha”, sino que sigue existiendo una mayoría de progreso, y solo es necesaria voluntad política para traducirla en gobierno.
Los resultados en las elecciones andaluzas dibujan un panorama político complejo. El PSOE ha perdido 14 escaños y medio millón de votos, en los peores resultados cosechados en un feudo como Andalucía. El PP se ha dejado más de 300.000 votos y siete diputados. Y Adelante Andalucía ha “pinchado”, con tres diputados menos de los que sumaban Podemos e IU por separado. Mientras que Ciudadanos ha duplicado sus votos, obteniendo 12 diputados más. Y Vox irrumpe en el parlamento andaluz con una cifra de escaños -12- mayor incluso que la pronosticada en las encuestas.
Habrá que analizar los resultados en profundidad. Todos los medios hablan ya de “un giro a la derecha”, de “una mayoría de derechas en el parlamento”… Pero la realidad, y lo que han dicho los andaluces en las urnas, es otra cosa muy diferente.
Se tendrá que analizar la irrupción de Vox. Y hay que tener en cuenta que ha sido profusamente promocionado por grandes centros de poder que aspiran a encauzar bajo banderas reaccionarias parte del descontento político en España.
Pero la mayoría de votos de los andaluces han ido en otro sentido. Los votos de Vox se corresponden con los que ha perdido el PP. No hay, pues, un ensanchamiento del campo de la derecha en Andalucía.
Pero, sobre todo, hay sumas que son muy claras y rotundas. PSOE, Ciudadanos y Adelante Andalucía agruparán 71 diputados en el próximo parlamento andaluz. Eso es mucho más que la mayoría absoluta, fijada en 55 diputados.
Los andaluces quieren cambio, pero el cambio que más números tienen, que mayor base de votos aglutina, es un cambio de progreso. Quien ha votado a Ciudadanos quiere regeneración democrática para acabar con la corrupción o con el control caciquil. Y los votantes de Adelante Andalucía quieren más políticas sociales.
Hay una base que permite un entendimiento, bajo una u otra forma -gobierno de coalición, pacto de investidura…- entre estas tres fuerzas. Si hubo un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos en la pasada legislatura, puede haber ahora entendimiento, en el que también participe Adelante Andalucía.
Esto es lo que los andaluces han dicho en las urnas.
Lo que hace falta es voluntad política para esto sea una realidad. PSOE, Ciudadanos y Adelante Andalucía tienen la obligación de poner todo de su parte, excluyendo aquello que los enfrente, para hacer posible ese gobierno de progreso que los andaluces han reclamado en las urnas.
Es necesario un gobierno de progreso, porque eso es lo que los andaluces han votado, y para frenar el evidente peligro que supondría un gobierno encabezado por el PP y respaldado por Vox, una alternativa que no es compartida por ninguno de los votantes, ni del PSOE, ni de Adelante Andalucía, ni de Ciudadanos.
Es hora de defender un gobierno de progreso, y de exigir a las fuerzas políticas progresistas con representación parlamentaria un acuerdo que lo haga posible.