La India que se liberó del yugo colonial británico acabó dividida en tres Estados. En 1947 la separación de India -hindú- y Pakistán -musulmana- sentó las bases de un enfrentamiento que hoy persiste. Y una virulenta guerra civil en 1971 separó a Bangladesh de Pakistán.
Ese no era el desenlace natural, explicable por el “odio religioso” entre comunidades irreconciliables. Tiene sus raíces en 1857. Entonces, tras una rebelión conjunta de soldados hindúes, musulmanes y sijes que tambaleó el dominio colonial, Londres promovió la división social y religiosa.
En 1916, cuando las principales organizaciones hindúes y musulmanas firman el Pacto de Lucknow para exigir autonomía a Inglaterra, Londres responderá azuzando el enfrentamiento entre comunidades.
Es entonces cuando empieza difundirse la teoría de “las dos naciones” -hindú y musulmana- frente a una India unida por encima de diferencias religiosas.
Primero se creó un independentismo musulmán. La mención a Pakistán como Estado independiente de los musulmanes de la India aparece por primera vez en 1933. Y luego Londres se vio obligado a aceptar la independencia en 1947, pero separó Pakistán de la India bajo criterios religiosos. Había que dividir a un gigante como India, que unido podía tener una fuerza peligrosa para el imperialismo.
El resultado fue un sanguinario enfrentamiento, con 14,5 millones de desplazados y tres millones de asesinados o desparecidos. Creando un conflicto enquistado entre India y Pakistán que sigue siendo hoy vía de intervención de potencias imperiales.
Frente a la planificada disgregación, territorial y social, instaurada por Londres, Gandhi y el Congreso Nacional Indio defendieron siempre una nación india unida. Afirmando, en un manifiesto publicado en 1916, que “los asuntos religiosos son de menor importancia para las masas que los asuntos económicos y sociales”.
Gandhi tuvo siempre una radical oposición a la división entre hindúes y musulmanes. Y eso le costó la muerte: fue asesinado por un extremista hindú que se oponía a su discurso de tolerancia multiconfesional.
No era la “bondad ingenua” de un santón, sino la posición consciente de un líder político de masas -eso es lo que era Gandhi- sabedor de que la unidad era un requisito para que India pudiera emprender un camino realmente independiente.