La condena del Tribunal Supremo a 15 años de cárcel por violación a los miembros de la Manada cierra un juicio que ha movilizado a la sociedad española.
Con la ley en la mano la justicia española revoca la sentencia del tribunal de Navarra que absolvía a los condenados del delito de violación y eleva la condena de 7 a 15 años de cárcel y 8 de libertad vigilada. La sentencia sienta un precedente a favor de las víctimas y reconcilia la confianza en la justicia española.
El alto tribunal supremo ha determinado por unanimidad que se perpetraron al menos 10 violaciones y no una sola agresión continuada , y, por lo tanto, tendrían que haber sido condenados por otros tantos delitos.
El fallo del Supremo es una enmienda prácticamente total a las sentencias de la Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Navarra. Los magistrados aplican además dos agravantes que elevan la pena: trato vejatorio y actuación conjunta de dos o más personas.
El tribunal ha estado presidido por el magistrado Andrés Martínez Arrieta, que formó parte del tribunal del juicio del procés en Cataluña, al igual que la magistrada Ana Ferrer.
El fallo ha sido aplaudido por la opinión pública y por las asociaciones de mujeres porque garantiza la seguridad jurídica que reclaman las mujeres. Más de 130 organizaciones feministas han pedido que este fallo judicial «siente jurisprudencia»
La sentencia cierra un polémico juicio que se ha alargado tres años abriendo el debate en la sociedad y en la judicatura.
Las movilizaciones sociales y las reivindicaciones feministas han sido fundamentales en tomar conciencia sobre la violencia machista contra las mujeres. Al grito de «Escucha, hermana, aquí está tu manada» y «No es abuso, es violación» el movimiento feminista se ha movilizado abriendo un debate fundamental sobre la raíz de la violencia machista .El juicio en el que se juzgo e investigó a la víctima puso de manifiesto la violencia estructural contra las mujeres.
Nunca más una agresión sin respuesta, la sentencia ejemplarizante servirá para disuadir a las manadas que han surgido por imitación ante la impunidad de los violadores puestos en libertad. Durante el año 2018 se registraron en España un total de 23 casos de agresiones sexuales múltiples que están siendo investigados por la Justicia
Agustín Martínez, el abogado defensor, ha pedido la absolución de los acusados por entender que son «absolutamente inocentes» y que no se han enfrentado a un «juicio justo» porque «la sociedad ya dictó sentencia el 8 de julio de 2016» en un intento de desacreditar la sentencia
Y si bien es verdad que la sociedad exigió justicia ante la aberrante sentencia y que las movilizaciones han sido fundamentales para tomar conciencia y arropar a la víctima que ha sido enormemente valiente, lo cierto es que el Tribunal Supremo con la ley en la mano ha consolidado con la sentencia su doctrina contra la libertad sexual.
La sentencia deja atrás «el no es no», la Sala de lo Penal ha establecido el concepto de “intimidación ambiental” además de determinar lo innecesario de que la víctima muestre resistencia física, exigiendo actitudes heroicas que pongan en peligro su vida. Esta sentencia revaloriza a la víctima, a partir de ahora, obligatoriamente, se dará mayor valor al testimonio de la víctima al no ser necesario presentar signos de resistencia clara a la agresión. La vicepresidente de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Altamira Gonzalo: «Se restaura la Justicia con esta sentencia del Tribunal Supremo».