No basta con que el precio de la vivienda de Madrid sea, junto a los de Barcelona, los que más se hayan disparado, incrementándose un 130% en los últimos siete años y obligando a que las clases populares madrileñas tengan que dedicar entre un 50% y un 80% de sus ingresos a pagar el alquiler o la hipoteca. No basta con que los principales causantes de esta escalada atracadora sea la acaparación y la especulación de unos fondos buitre norteamericanos que dominan por completo el mercado del alquiler en la capital, y que poseen 70-80% de las viviendas, aproximadamente 25.000 inmuebles para alquiler.
No, para Isabel Díaz Ayuso todo eso no es suficiente. Y por eso, en el Real Estate Fórum, un encuentro organizado por BlackRock, el mayor fondo de inversión del planeta, la presidenta madrileña ha desplegado la alfombra roja y ha invitado al fondo buitre a invertir en Madrid.
“Se encuentran en el mejor lugar y en el mejor momento para pensar sus inversiones”, ha prometido a los americanos la genuflexa líder del PP madrileño. «No vamos a intervenir los precios de alquiler y venta. Vamos a defender la propiedad privada como un principio».
No sólo es que lo prometa, es que es lo que viene haciendo. A pesar de la escalada en los precios de la vivienda, la presidenta rechazó aplicar las herramientas habilitadas por la Ley de Vivienda de 2023, como declarar zonas tensionadas o limitar precios de alquiler.

