El PP gobernará Andalucía en solitario y con mayoría absoluta

Feijóo gana… en Andalucía

El resultado de las elecciones andaluzas supone un notable éxito de la “operación” que sustituyó a Pablo Casado por Feijóo. Una linea que busca fortalecer la pata derecha del dominio oligárquico-imperialista, un PP sin hipotecas con la ultraderecha que sea capaz de ser una alternativa de gobierno llegado el momento.

La indiscutible victoria del PP en Andalucía, convirtiéndose en el partido hegemónico en un histórico feudo socialista, va a tener importantes consecuencias en la política española.

Moreno Bonilla gobernará Andalucía en solitario, sin tener que recurrir al tóxico apoyo de Vox. Lo que Feijóo consiguió en Galicia, y ahora pretende trasladar al conjunto de España.

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La magnitud del triunfo de Moreno Bonilla supone un terremoto en la política andaluza.

El PP ha sido la fuerza más votada en las ocho provincias andaluzas, y ha ganado en las doce ciudades con más de 100.000 habitantes de la comunidad más poblada de España.

Jamás había ganado en la provincia de Sevilla.  Ahora se ha impuesto con un 40,14% de los votos, casi 14 puntos más que el PSOE. Nunca había sido la lista más votada en ciudades como Dos Hermanas, histórico bastión socialista.

En tan solo cuatro años, el PP duplica con creces su apoyo electoral: más de 1,5 millones de votos, frente a los poco más de 750.000 de las autonómicas de 2018. Conquistando una mayoría absoluta que parecía imposible en unos tiempos caracterizados por la fragmentación política.

Moreno Bonilla se ha beneficiado de la desmovilización del votante de izquierdas -nutriendo una abstención que supera el 40%-, permitiéndole obtener, con solo el apoyo del 23% del censo, casi la mitad de los votos emitidos -en concreto, el 43,13%-.

Y ha conseguido “comerse” a Ciudadanos -que pasa de obtener 21 escaños a ser extraparlamentario-, mientras contiene a Vox, evitando su entrada en el gobierno andaluz, como sucedió en Castilla y León.

Lo ha hecho ejecutando con notable éxito una medida estrategia política. Evitando a toda costa cualquier desliz que movilizara al electorado progresista, presentándose como garantía de estabilidad, envolviéndose en la bandera autonómica, como referencia de un “andalucismo constitucionalista”…

De Andalucía sale reforzada la opción Feijóo: el PP puede gobernar sin Vox

Moreno Bonilla vs Ayuso

La imagen de la victoria para el PP ya no es la de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Moreno Bonilla ha conseguido un triunfo más amplio.

Detrás de estos dos triunfos hay profundas diferencias políticas. Ayuso ganó robando a Vox su discurso, y ofrece como “alternativa al sanchismo” una mayoría que implica gobernar con la ultraderecha. Moreno Bonilla ha basado su campaña en pedir “una mayoría suficiente” para evitar tener que gobernar con Macarena Olona de vicepresidenta.

Y lo ha conseguido. La pregunta insistentemente repetida durante la campaña –“¿gobernará usted con la ultraderecha?”- ha sido zanjada con una contundente mayoría absoluta, que deja al PP “manos libres” para gobernar.

Hace menos de tres años, en la segunda vuelta de las generales, en noviembre de 2019, apenas 7.000 votos separaron a Vox del PP. Ahora se ha abierto una brecha insalvable: los votos del PP triplican los de Vox.

Feijóo, la línea política que representa el actual líder del PP, ha salido fortalecida de las elecciones andaluzas. Elevó a Moreno Bonilla en la jerarquía de barones, incluyendo a su segundo en Andalucía, Elías Bendodo, al núcleo duro del PP nacional. Y ahora ofrece el “camino andaluz” como guía.

Hasta ahora la única alternativa del PP para recuperar la Moncloa era construir una mayoría en la que se incluía necesariamente Vox. Que vendía su apoyo a un precio demasiado caro: entrar en el gobierno. Es el camino que defendió Pablo Casado, y sigue enarbolando Ayuso.

La victoria de Moreno Bonilla en Andalucía ofrece otro camino: un gobierno del PP en solitario, engulliendo a Ciudadanos y conteniendo a Vox sin necesidad de imitar su discurso. El hoy reelegido presidente andaluz no le hizo ascos al apoyo de la ultraderecha para alcanzar el gobierno andaluz en 2018, pero permitir su entrada en el gobierno era una apuesta demasiado arriesgada

Esta, gobernar en solitario, es la apuesta estratégica de Feijóo, que sale reforzada del embate andaluz. Sabe que la cercanía a una ultraderecha que ha cultivado la cercanía a Putin es tóxica y moviliza al electorado progresista.

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