«Según dos informes diferentes entregados el mes pasado a los legisladores federales, los problemas de la deuda de Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y España constituyen un «riesgo serio» para el sistema bancario europeo, particularmente para los bancos alemanes, franceses y británicos, los cuales tienen estrechos lazos con bancos estadounidenses. Los mercados creen que existe una probabilidad muy alta de que Grecia se declare en cesación de pagos durante las próximas semanas. Esto podría detonar una cascada de otras crisis a través de Europa.»
"Dado que los bancos estadounidenses tienen una exosición por préstamos estimada a bancos alemanes y franceses en exceso de 1,2 billones de dólares y una exposición directa a los PIIGS valorada en 641.000 millones, un desplome de un importante banco europeo podría producir problemas similares en instituciones estadounidenses", advirtió a los legisladores el servicio. El grupo de países que integran el PIIGS -grupo que por sus nombres en inglés está integrado por Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España- ha sido criticado por los mercados debido a los temores en torno a sus insostenibles deudas gubernamentales y débiles sectores financieros. ALAI.- La crisis del capitalismo, iniciada en el 2008, atacó a fondo a Europa Occidental. Irlanda, Portugal y Grecia, países desarrollados en plena fase de subdesarrollo, extienden la mano a los bancos extranjeros y se cobijan bajo el implacable pararrayos del FMI. El tren descarriló. La locomotora -los Estados Unidos- casi se paralizó, no consigue volver a su productividad anterior y se atasca en el crecimiento del desempleo. Los vagones europeos, como Italia, se tambalean bajo el peso de deudas astronómicas. Se terminó la fiesta. El mundo se puso patas arriba. Europa y los EE.UU. juntos no van a crecer en el 2012 más del 1.9%. Mientras que los países emergentes avanzarán del 6.1% al 6.4%. Aunque no será un crecimiento homogéneo. China, para envidia del resto del mundo, deberá pasar a un 9.5%. Y el Brasil al 3.8%. EEUU. The Wall Street Journal La exposición de los bancos de EEUU a la crisis europea sumaría 640.000 millones Ian Talley La exposición de los bancos estadounidenses a la crisis de la deuda europea podría sumar 640.000 millones de dólares, casi el 5% del total de los activos bancarios de Estados Unidos, según un análisis reciente elaborado para el Congreso del país. Si bien el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, afirma que la vulnerabilidad del sector bancario estadounidense a los problemas de la eurozona es "muy limitada", la estimación del Congressional Research Service es una de las primeras proyecciones públicas otorgadas por el gobierno que cuantifica los posibles riesgos. Según dos informes diferentes entregados el mes pasado a los legisladores federales, los problemas de la deuda de Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y España constituyen un "riesgo serio" para el sistema bancario europeo, particularmente para los bancos alemanes, franceses y británicos, los cuales tienen estrechos lazos con bancos estadounidenses. Los mercados creen que existe una probabilidad muy alta de que Grecia se declare en cesación de pagos durante las próximas semanas. Esto podría detonar una cascada de otras crisis a través de Europa. "Dado que los bancos estadounidenses tienen una exposición por préstamos estimada a bancos alemanes y franceses en exceso de US$1,2 billones y una exposición directa a los PIIGS valorada en US$641.000 millones, un desplome de un importante banco europeo podría producir problemas similares en instituciones estadounidenses", advirtió a los legisladores el servicio. El grupo de países que integran el PIIGS -grupo que por sus nombres en inglés está integrado por Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España- ha sido criticado por los mercados debido a los temores en torno a sus insostenibles deudas gubernamentales y débiles sectores financieros. La cifra del CRS está basada en datos otorgados por una división de la Reserva Federal, el Federal Financial Institutions Examination Council, al Banco de Pagos Internacionales. La entidad destaca que su cifra es sólo una estimación aproximada. El informe incluye dos tipos de activos, tenencias directas, como préstamos, y "otras posibles exposiciones" como contratos de derivados, garantías y compromisos de crédito. Los analistas afirman que la estimación podría ser mucho mayor o menor debido a que es difícil cuantificar con exactitud "otras posibles exposiciones". La estimación no incluye la exposición de los bancos estadounidenses a las carteras de los bancos europeos que incluye activos en los países miembros más débiles. THE WALL STREET JOURNAL. 7-10-2011 Ecuador. ALAI Adiós Europa Frei Betto ¿Se acuerdan ustedes de la Europa resplandeciente de los últimos veinte años, del lujo de las avenidas de los Campos Eliseos, en París, o de la Knightsbridge, en Londres? ¿Se acuerdan del consumismo exagerado, de los desfiles de modas en Milán, de las fiestas de Barcelona y de la sofisticación de los vehículos alemanes? Todo ello continúa por allá, pero ya no es lo mismo. Las ciudades europeas son hoy calderos de etnias. La miseria empujó a millones de africanos hacia el viejo continente en busca de la sobrevivencia; el muro de Berlín, al caer, abrió el camino para que los jóvenes del Este europeo buscaran en el Oeste mejores oportunidades de trabajo; las crisis del Oriente Medio favorecieron las oleadas de nuevos inmigrantes. La crisis del capitalismo, iniciada en el 2008, atacó a fondo a Europa Occidental. Irlanda, Portugal y Grecia, países desarrollados en plena fase de subdesarrollo, extienden la mano a los bancos extranjeros y se cobijan bajo el implacable pararrayos del FMI. El tren descarriló. La locomotora -los Estados Unidos- casi se paralizó, no consigue volver a su productividad anterior y se atasca en el crecimiento del desempleo. Los vagones europeos, como Italia, se tambalean bajo el peso de deudas astronómicas. Se terminó la fiesta. Se preveía que la economía global crecería, en los próximos dos años, de un 4.3% a un 4.5%. Y ahora el FMI advierte: prepárense, amárrense los cinturones, pues no pasará del 4%. Hay añoranza del año 2010, cuando creció un 5.1%. El mundo se puso patas arriba. Europa y los EE.UU. juntos no van a crecer en el 2012 más del 1.9%. Mientras que los países emergentes avanzarán del 6.1% al 6.4%. Aunque no será un crecimiento homogéneo. China, para envidia del resto del mundo, deberá pasar a un 9.5%. Y el Brasil al 3.8%. Aunque el FMI evite hablar de recesión, ya no teme hablar de estancamiento. Lo que supone proliferación del desempleo y de todos los efectos nefastos que él engendra. En los 27 países de la Unión Europea hoy día hay 22.7 millones de desempleados. Los Estados Unidos van a crecer apenas el 1% y en el 2012 el 0.9%. Muchos brasileños que salieron del país en busca de una vida mejor están regresando. Frente a la crisis de un sistema económico que aprendió a acumular dinero pero no a producir justicia, el FMI, que sufre una crónica falta de imaginación, saca del sombrero la receta de siempre: ajuste fiscal, lo que significa recortar los gastos del gobierno, aumentar impuestos, reducir el crédito, etc. Nada de subsidios, de aumentos de salarios, de inversiones que no sean estrictamente necesarias. Resultado: el capital volátil, la montaña de dinero que circula por el planeta en busca de una multiplicación especulativa, deberá venir de armas y pertrechos para los países emergentes. Por tanto, que éstos se cuiden para evitar el sobrecalentamiento de sus economías. Y, por favor, clama el FMI, no reduzcan mucho los intereses, para no perjudicar el sistema financiero y las ganancias del casino de la especulación. El hecho es que la zona del euro entró en pánico. Hasta el punto de que los gobiernos, sin peligro de ser acusados de comunistas, se prepararon para gravar las grandes fortunas. Muchos países se preguntan si no cometieron una burrada monumental al abandonar sus monedas nacionales para adherirse al euro. Y miran con envidia al Reino Unido y a Suiza, que conservan sus monedas. ¿Y Grecia, endeudada hasta el cuello, que hará? Todo indica que la mejor salida para ella será decretar una moratoria (afectando directamente a los bancos alemanes y franceses) y salirse del euro. Pero quien se salga del euro habrá de abandonar la Unión Europea. Y por tanto quedará al margen del actual mercado unificado. Ahora bien, cuando aparezcan los primeros síntomas de esa deserción, va a tener que haber un dios que nos socorra: colas para sacar dinero de los bancos, quiebra de empresas, desempleo crónico, turbas de emigrantes en busca de un lugar al sol sabe Dios dónde. En los años 80 Europa decretó la muerte del Estado de bienestar social. Cada uno para sí y Dios para nadie. El consumismo desenfrenado creó la ilusión de una perenne prosperidad. Ahora la bancarrota obliga a gobiernos y bancos a poner las barbas en remojo y a repensar el actual modelo económico mundial, basado en la ingenua y perversa creencia de la acumulación infinita. ALAI. 3-10-2011