A la tercera, la vencida. Así debe ser. Tras los dos fiascos anteriores, los líderes de la zona euro tienen este viernes, 9 de diciembre, una nueva oportunidad -es probable que la última- para zanjar de una vez las dudas sobre la viabilidad de la moneda única. Lo intentaron sin éxito el pasado julio y fracasaron de nuevo en su última cumbre de octubre. Desde entonces, la situación se ha deteriorado a tal velocidad que la crisis de la deuda soberana se ha convertido por primera vez en una amenaza real para la supervivencia del proyecto de integración política y monetaria más ambicioso de la historia. «¿Qué quedará de Europa si desaparece el euro?», se preguntaba este jueves Nicolas Sarkozy en un discurso pretendidamente épico, pronunciado en Toulon, el principal puerto militar de la República de Francia, en el que se fijó como objetivo la «refundación» de la Unión.