El Observatorio

¿Éste es Kafka?

Acantilado publica tres interesantes libros para conmemorar el centenario de la muerte del escritor más determinante de la literatura moderna: Franz Kafka

Ocho años después después de publicar la monumental biografía de Kafka, escrita por el crítico y ensayista alemán Reiner Stach, la editorial Acantilado ha puesto en circulación durante 2024 (año del centenario de la muerte de Franz Kafka) tres nuevos títulos destinados a acercarnos, desde muy distintos ángulos, a la figura y a la obra del escritor checo en lengua alemana que ha quedado como un referente esencial de la escritura literaria en el mundo contemporáneo, como un autor que diseñó los nuevos pilares en que se debe basar toda cosmovisión literaria que intente penetrar en los conflictos del mundo moderno y en el creador de una serie de textos (cuentos, novelas, diarios, cartas…) que encierran los enigmas esenciales de la vida, el poder y el arte.

Dos de los títulos publicados cuentan con la autoría de Reiner Stach, que ha devenido sin duda en uno de los intérpretes más valiosos de la obra de Kafka en la actualidad.

El primero lleva por título “Tú eres la tarea”, y contiene, por un lado, los aforismos y pensamientos que Kafka elaboró en más cien papelitos durante una estancia de ocho meses a lo largo de 1918 en el pueblo bohemio de Zürau y, por otro lado, los comentarios, interpretaciones y análisis que Stach ofrece sobre lo que siempre se consideró como uno de los textos más herméticos e, incluso, indescifrables, escritos por Kafka, acerca de “temas esenciales, como la verdad y la mentira, el bien y el mal, el mundo espiritual y el mundo sensible, etc. Se trata de textos, a veces de factura filosófica, otros basados en experiencias más corrientes, pero diseñados siempre a partir de la singular imaginería literaria del escritor checo. Stach recurre a la interpretación y análisis de ese singular mundo de imágenes para iluminar, en lo posible, lo más enigmático de esos textos, sin tratar de reducirlos a esquemas sencillos ni a fórmulas acabadas, respetando siempre los claroscuros de las formulaciones kafkianas. Un texto sin duda muy valioso para los interesados en acercarse a las verdades más hondas de la escritura de Kafka.

El escritor más determinante de la literatura moderna: Franz Kafka

Casi en las antípodas de lo anterior, podemos ubicar el otro texto del crítico alemán, que lleva por título “¿Este es Kafka? 99 hallazgos” (cuya primera edición data de 2021). Mientras llevaba a cabo los trabajos de documentación para elaborar su biografía de Kafka, Stach fue reuniendo decenas de hallazgos significativos sobre su vida y sobre sus textos, encontrados en las bibliotecas de Praga o los archivos de Israel, en su correspondencia o en páginas sueltas, que daban cuenta de aspectos inéditos, sorprendentes y hasta chocantes del escritor checo: bromas, picardías, textos hilarantes, acciones inesperadas, gestos insólitos, pasiones ocultas, reacciones peculiares, proyectos de reforma social, impresiones de viajes, relaciones desconocidas, amistades y enemistades, gustos y fobias… El conjunto de estos 99 hallazgos ayuda bastante a deshacer la idea de un Kafka antisocial, encerrado en una solitaria torre de marfil, huraño o alejado del mundo y de su tiempo. En gran medida fue al revés, pocos escritores de su tiempo tuvieron una relación tan profunda con la realidad de su tiempo ni tuvieron un impacto tan significativo sobre su entorno social, sin que ello cuestione la enorme singularidad de su vida y de su trabajo de escritura. Nada parecía ajeno a su interés, al tiempo que era querido y respetado allá por donde pasaba.

Buena prueba de ello lo da el tercero de los libros editados por Acantilado: “Cuando Kafka vino hacia mí” (edición a cargo de Hans-Gerd Koch), una amplia recopilación de textos escritos por amigos, compañeros de clase, vecinos y conocidos, más o menos circunstanciales, donde se narran vivencias, recuerdos, experiencias e impresiones personales sobre su relación con Kafka. Estas vivencias compartidas, a veces sorprendentes y tiernas, a veces contradictorias, van dibujando con sutileza la compleja personalidad del escritor pragués: su amabilidad y cortesía, su sencilla lejanía de los aspectos prácticos de la vida, su bondad y su infinita capacidad de asombro. Kafka dejaba una huella singular y permanente en todos aquellos con quienes mantenía una relación, ya fuera estrecha ya fuera circunstancial. Y aunque valoraba sobremanera poder disponer de un tiempo propio para la escritura, a resguardo de todas las demandas laborales, familiares, de amistad o compromiso, no se puede decir que rehuyera toda relación social. Allá donde iba (cafés literarios, reuniones socialistas, círculos judíos, balnearios, hoteles o sanatorios antituberculosos…) terminaba por crear vínculos, que aunque solo fueran por correspondencia, podían durar años.

Su literatura sigue más viva que nunca 100 años después

La lectura de estos tres textos ayuda a componer una imagen más completa y multilateral de Kafka, al tiempo que reafirma lo esencial de su singular personalidad. Kafka aparece siempre vinculado a una lucha sin par por alcanzar la verdad y llevar una vida verdadera, en un mundo en el que ambos objetivos parecen ya completamente inalcanzables. El conjunto de experiencias traumáticas que atravesaron su vida: desde la relación con el padre a su incapacidad de acceder al matrimonio, desde la tuberculosis a la vivencia de la primera guerra mundial (pese a que no participó en los combates, tuvo una relación continua por su trabajo con los heridos, mutilados y locos que regresaban del frente), desde el hundimiento del mundo en que nació (el imperio austro-húngaro) hasta el crecimiento del antisemitismo en Centroeuropa, moldearon una vida llena de obstáculos, de conflictos, de barreras que superar, a las que hizo frente con entereza, aun a sabiendas de que todo estaba destinado al fracaso. Todo, excepto su literatura, que sigue más viva que nunca 100 años después de su muerte.

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