Finalmente se ha hecho oficial lo que era evidente, la convocatoria de Elecciones Generales. Muchos tenemos la sensación de que nos han estado mareando durante días y días, con falsos “relatos” sobre lo que impedía la formación de un gobierno progresista. Y después de tanta ceremonia de la confusión cada vez queda más claro que las razones que de verdad han estado interviniendo en los acontecimientos son sencillamente dos: la amenaza de recesión económica y el próximo juicio al procés.
Los anuncios de recesión económica en Europa aumentan cada día, y si estas previsiones se confirman tienen una traducción para la mayoría de nosotros y se llama recortes. De esto es muy consciente Pedro Sánchez y ha hecho caso a las voces que desde la gran banca, la CEOE y el Círculo de empresarios pedían una “repetición electoral para dar una oportunidad a gobiernos moderados”.
Por otra parte está a las puertas el juicio del procés. En la última Diada ocurrió lo que muchos de los que vivimos en Catalunya percibimos, que el procés tiene cada vez menos seguidores; pero aún así ha dejado una herida abierta. Una herida que las élites independentistas utilizan desde hace años para dividir la lucha del pueblo catalán contra sus recortes y presentarse ante nosotros como “els oprimits”; como lo contrario de lo que son. Una contradicción ante la que Pablo Iglesias y otros sectores de la izquierda en muchas ocasiones se hace cómplice situando a los opresores como oprimidos.
En esta situación, Recortes Cero nos preparamos para presentarnos a las elecciones, también por dos sencillas razones. Porque si asistimos a un nuevo período de “crisis”, no vamos a volver a aceptar la receta de “socializar las pérdidas y privatizar los beneficios”, la receta es otra y se llama redistribuir la riqueza. Y también porque es imprescindible que en nuestro país emerja una izquierda que defienda sin ambigüedades que la unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es progresista.
Cuando se avecinan períodos de crisis es más importante que en cualquier otro momento defender la redistribución. Porque sólo con una alternativa global y factible que ponga los enormes recursos de los que dispone la economía española al servicio de las intereses del país y las necesidades de la gente se puede luchar contra el programa de la banca y los monopolios que ya conocimos en el 2010: que paguemos nosotros la crisis. Es necesaria una alternativa estructural que proteja las pensiones públicas con el blindaje constitucional; que establezca un salario mínimo de mil euros y un tope salarial de diez mil – hoy mismo es portada en el periódico el País que los ejecutivos de la banca cobran una media de 300.000 euros al año – ; es necesaria una alternativa que emprenda ya de una vez la re-industrialización del país para generar empleo productivo y de calidad acabando con la dependencia de nuestra economía de las grandes potencias. Sólo con un programa así podremos hacer frente a un período de recesión.
Y a la vez es imprescindible que se abra paso una izquierda que tenga claridad de que sólo con la unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de nuestro país podemos abrir un camino que suponga un cambio real en las condiciones de vida y en las libertades para nuestro pueblo. Una izquierda como Recortes Cero que ha defendido esta línea en los hechos, denunciando la estafa y la imposición anti-democrática del 1-O y de la DUI. Catalanes, madrileños, canarios, vascos, andaluces… tenemos los mismos problemas e intereses y nuestra división sólo beneficia a aquellos que buscan aumentar su saqueo y su dominio sobre nosotros.
Por eso este diez de noviembre, la receta es otra, se llama redistribuir la riqueza y Recortes Cero.
Juan Tala dice:
Lo que fastidia de esta desembocadura, es que estaba cantado y nos han estado mareando la perdiz. Si como se dice, el Psoe no quería gobierno con Podemos y haciendo caso a »los poderes» le tiraba los tejos a las derechas, al no conseguirlo, se prefieren elecciones. La oferta de Rivera a última hora revela, desde mi punto de vista, que a C’s le había llegado el mensaje »de arriba» y/o cierto nervio de su líder, por el reflejo de las encuestas…
Raquel dice:
Interesante