De todos los países europeos cuyas finanzas públicas están derrapando, España es el que más preocupa a la Comisión Europea, en el momento que empieza la discusión sobre las finanzas públicas de cada Estado para el trienio 2013 a 2015. Mientras el PIB cayó un 1,4% el año pasado y se espera que disminuya aún más este año, el gobierno de Mariano Rajoy está lanzando globos sonda para ver si puede aplazar a 2016 su regreso a la ortodoxia fiscal. En Bruselas, se preparan para un diálogo «muy difícil» con Madrid en los próximos meses. Sin añadir austeridad a la austeridad, los expertos de la Comisión Europea se preguntan sobre la desviación de cuentas y la aplicación de las reformas.Ayer, el jefe del gobierno conservador confirmó que el déficit público del país alcanzó el 7% del PIB en 2012 en lugar del 6,3% negociado con Bruselas. Este déficit se elevaría hasta un récord de 10,2% si Eurostat obliga a España a incluir en sus cálculos los 40.000 millones de euros de préstamos concedidos por el fondo europeo de urgencia para recapitalizar los bancos españoles. ¡Un aumento del déficit respecto al 9,4% de 2011!En estas condiciones, está claro que el Madrid no va a cumplir con sus compromisos para 2013 y es lógico, pues, que el Gobierno español esté exigiendo más tiempo, como Francia, para reducir su déficit presupuestario por debajo del 3%. De acuerdo con los compromisos adquiridos el pasado verano, el gobierno español debe reducir su déficit al 4,5% este año y al 3% en 2014. Ahora Madrid propone reducir su déficit presupuestario al 6% este año y un 3% no en 2014, ni en 2015, sino sólo en 2016. Una suspensión por dos años que rechina a una Comisión Europea que espera que a fin de mes las propuestas de reforma y las cifras del gobierno español antes de decidir.Frente a estas dificultades, Mariano Rajoy, dijo ayer a sus conciudadanos en un discurso televisado que había evitado a España pasar bajo las horcas caudinas de la troika que exigía un plan de rescate europeo. Pero el líder conservador tiene problemas para obtener réditos de su «resistencia», con una recesión del 1,5% cifrada por el Banco de España para este año y el desempleo superando el 20% por cuarto año consecutivo. Mariano Rajoy también se ha mostrado menos optimista hoy que en el pasado, desplazando a 2014 la esperanza de la recuperación económica. Si bien se comprometió a mantener el plan de austeridad adoptado este año, hizo un llamamiento a que Alemania utilice su libertad de acción para la recuperación económica en Europa. «Los países que pueden permitírselo, deberían gastar más», dijo, y señaló que Europa es la única región del mundo en recesión. «Para superar esta situación, se necesitan tres cosas: cada país debe hacer sus deberes, se necesita una mayor integración europea, y necesitamos políticas de crecimiento». No dijo nada de sus peticiones a Bruselas, pero los ministros de Economía y Hacienda, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, indicaron que no querían proponer nuevos impuestos el próximo año apoyándose en la comprensión de sus socios. En la actualidad, uno de cada tres desempleados en la zona euro es español, de lo que son perfectamente conscientes los líderes europeos.