Justo después de que la demanda de Sudáfrica contra Israel, acusándole de estar perpetrando un genocidio en la Franja de Gaza, haya obtenido una primera victoria en la Corte Internacional de Justicia se producía una indisimulada «represalia» contra los palestinos.
Una decena de países, todos ellos potencias imperialistas alineadas con Washington -los propios Estados Unidos, junto a Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Finlandia, Japón y Australia- han anunciado que suspenderán temporalmente la ayuda financiera a la UNRWA, la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina. Esto es catastrófico, dado que le privarán de más de la mitad de los recursos con los que cuenta (1.100 millones de dólares al año) la Agencia.
Deciden tomar esta decisión en la hora más crítica, más urgente y perentoria para más de dos millones de gazatíes que no sólo sufren bajo las bombas, sino que no tienen alimentos ni medicinas, y que ya están muriendo de hambre y enfermedades. Lo hacen después de que la misma UNRWA comunicase que rescindirá “inmediatamente” los contratos con varios empleados -concretamente 12, de los 30.000 que la Agencia tiene en Gaza- que presuntamente participaron en los ataques de Hamás contra Israel del pasado 7 de octubre.
«Esto es algo inaudito y lo que se está produciendo es un castigo colectivo contra la población refugiada de Palestina, y ahora mismo, en concreto, contra la población de Gaza, cuya ayuda humanitaria es esencial. La suspensión de la financiación en breve va a suponer una catástrofe humanitaria», advierte conmocionada Raquel Martí, directora del comité español de la UNRWA.
No cabe mayor ruina moral para unos gobiernos occidentales aliados de Washington que apoyan a Israel con una mano mientras con la otra niegan la más elemental de las ayudas humanitarias a una población civil desesperada.
Afortunadamente, el gobierno español se ha desmarcado de esta ignominia, y ha confirmado que mantendrá su apoyo y financiación a la UNRWA. Además, España ha expresado el apoyo de España al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya y ha instado a todas las partes al “cumplimiento íntegro” del fallo, incluye medidas para evitar que la ofensiva de Israel contra la Franja «derive en un genocidio del pueblo palestino», lo cual incluye de manera explícita el envío inmediato de ayuda humanitaria.
Es honroso que España tome esta decisión, desmarcándose de otros. Pero dada la gravísima situación en Gaza, eso no basta.
Nuestro país debe encabezar una campaña para redoblar el apoyo político, diplomático y financiero de la comunidad internacional hacia la UNRWA entre sus socios de la UE y en el resto del mundo, organizando si es preciso una conferencia de donantes con las potencias emergentes de los BRICS.
Actuando con audacia, determinación y humanidad, España debe ser un factor de paz y de ayuda humanitaria en todo el mundo, aumentando con ello el brillo de su prestigio diplomático en un momento donde las ignominiosas decisiones han llenado de fango a EEUU y sus aliados del G7.
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La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East, por su acrónimo en inglés) es una organización de las Naciones Unidas que proporciona y atiende el desarrollo, la educación, la salud, los servicios sociales y la ayuda de emergencia a más de cinco millones de refugiados palestinos que viven en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza, siendo la principal organización en acometer dicho compromiso
Gaza no puede más. La Franja atraviesa una situación humanitaria límite y sometida a bloqueo por tierra mar y aire desde 2007, pero agravada tras una ofensiva militar de extrema crudeza desde finales de 2023. Enfrenta una emergencia sin precedentes. No vamos a dejarles solos. Por favor, AYÚDALES.