Clara Marín, Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal)

¿Es posible alcanzar la inmunidad de rebaño?

Con un estallido de contagios, España está viviendo la quinta ola de la Covid-19, cuyos efectos se ven amortiguados por el avance de la vacunación. Cada vez más expertos, como Clara Marín, colaboradora en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), advierten que el porcentaje del 70% planteado por el gobierno parra alcanzar la llamada

“Para este virus un 70% no equivale en absoluto a la inmunidad de grupo”, estas son palabras de Roger Paredes, jefe de sección de enfermedades infecciosas del hospital de Can Ruti en Badalona. Y Dani Prieto-Alhambra, catedrático de farmacoepidemiología de la Universidad de Oxford coincide al afirmar que “En agosto seguro que no llegaremos a la inmunidad de grupo en España”.

El Instituto de Salud Global de Barcelona ha publicado un informe afirmando que el porcentaje del 70% es insuficiente para alcanzar la inmunidad de grupo necesaria para acabar con la pandemia.

Entrevistamos a Clara Marín, médica del Hospital Clínic de Barcelona y colaboradora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), para averiguar qué condiciones son necesarias para alcanzar la ansiada inmunidad de grupo.

¿Cómo valoras a nivel general cómo se está llevando el proceso de vacunación en España?

La vacunación en España está siendo muy similar al de países de nuestro entorno como Francia o Alemania… y solo ligeramente inferior a la media de la Unión Europea. Por ello, se considera que para nuestro entorno llevamos buen ritmo. Hay países que han logrado vacunar mucho más rápido por distintos factores, como lo son Israel, Reino Unido o Chile, quienes ahora mismo ya tienen a más de la mitad de su población vacunada, mientras que nosotros todavía no llegamos al 40%. Pero el proceso de vacunación está siendo exitoso, se han descargado mucho los hospitales y las UCIs. Estamos logrando un control funcional mejor de la pandemia.

Habéis publicado un informe donde afirmáis que alcanzar el 70% de la población vacunada (con la pauta completa) no es suficiente para alcanzar la inmunidad de rebaño. ¿Qué condiciones son necesarias para llegar a tan deseada inmunidad?

No hay una respuesta simple a esta pregunta. No sabemos si se puede alcanzar la inmunidad de grupo, y si fuera así, no sabemos cuánta población vacunada hace falta. La comunidad científica no termina de ponerse de acuerdo en si es posible la inmunidad de grupo. Y en caso de que se pueda llegar a la inmunidad, el porcentaje necesario para alcanzarlo sigue en cuestión.

En un principio, la OMS estimó entre un 60% -70% de población vacunada para lograr protección general, y fue en base a los primeros estudios que se hicieron con los primeros brotes de China o Italia durante la primera ola. Esos estudios han mostrado posteriormente una serie de problemas que han hecho que se desestimara un poco el número. En la actualidad la mayoría de los expertos estiman que para alcanzar la inmunidad hace falta llegar al 85%, pero si vamos al ECDC (Centro de Control de Enfermedades Europeo) o al CDC americano no se atreven a dar una cifra concreta.

“Debemos tener claro que no va a haber inmunidad de grupo para nadie si no la hay para todos”

Por otro lado, están los expertos que dicen que no es posible llegar a la inmunidad de rebaño. Hay varios argumentos para esta posición. El primero es que la vacuna, por lo que sabemos ahora, no para por completo la transmisión. La vacuna tiene una efectividad muy alta para evitar casos graves, hospitalizaciones o muertes. Pero la gente vacunada, en mayor o menor medida, todavía se puede contagiar y contagiar a los demás. Eso conlleva que no nos podemos creer que si llevamos vacunados a un 70% de la población, ese 70% ya no puede contagiar. Otro argumento es que la distribución de las vacunas a nivel mundial es completamente heterogénea. Tenemos unas tasas de vacunación que están avanzando a buen ritmo en Europa. Pero en África y Latinoamérica, la mayoría de los países tienen tasas de vacunación anecdóticas. Eso hace que se formen bolsas de población vulnerables donde surgen variantes nuevas gracias a que el virus se trasmite mucho más en esas zonas al no llegarles vacunas. Estas variantes modifican la transmisibilidad que modifica el R0 (la media de personas que contagia una persona infectada), modificando el porcentaje, si existe, de inmunidad de grupo. Esto hace que se muevan todas las variables y que no sepamos como va a evolucionar la situación.

Es necesaria una estrategia de salud global. No solo por una razón ética sino también por eficacia. Porque mientras haya poblaciones vulnerables sin vacunar en el mundo, van a surgir nuevas variantes. Y ahora que existe un tránsito global, debemos tener claro que no va a haber inmunidad de grupo para nadie si no la hay para todos.

¿Puedes desarrollar cómo se transmiten las variantes delta? ¿Qué medidas, aparte de la vacunación, consideras que son necesarias aplicar?

Las variantes modifican lo que sabemos sobre el virus y tenemos que adaptarnos rápido. No todas las variantes que han surgido son más transmisibles. Y por ahora, los datos que nos llegan es que las vacunas son eficaces contra las nuevas variables.

La variante delta fue identificada por primera vez en India. Esta variante es más transmisible y también parece que puede disminuir la capacidad neutralizante de los anticuerpos que se generan con las vacunas. Insisto que esto no significa que las vacunas no sean eficaces, pero sí que bajan un poco dicha eficacia, sobre todo a la hora de prevenir los contagios.

“Es fundamental fortalecer el sistema sanitario y la vigilancia epidemiológica”

Ahora más que nunca no nos podemos descuidar con las medidas de prevención no farmacológicas: las mascarillas, la distancia social, los aforos en los espacios cerrados… Porque al tener una variante que es más transmisible, pasa lo que estamos viviendo ahora mismo, que hay un pico de contagio ante todo a personas no vacunadas pero donde también hay personas vacunadas. Eso nos obliga a adaptar más medidas con las nuevas variantes que surgen. Es fundamental fortalecer el sistema sanitario y la vigilancia epidemiológica, base de la lucha no solo de esta pandemia, sino también de todas las que vengan.

¿Estás al corriente de la vacuna que se está fabricando en España por el CSIC en colaboración con la farmacéutica gallega Biofabri y que podría estar funcionando en las próximas navidades?

Confieso que no conozco en profundidad los proyectos de vacunas españolas, en qué proceso de desarrollo están en la actualidad. Pero valoro muy positivamente que se invierta en investigación en vacunas en España. Porque eso nos da cierta independencia de la producción general de vacunas. Lo que ha pasado con las vacunas es que muchas veces los países donde se fabrican quieren asegurar la distribución nacional de la vacuna antes de exportarla. Teniendo una vacuna fabricada en España, podemos asegurar el suministro aquí y podemos también exportar y contribuir a estrategias globales para que lleguen a poblaciones vulnerables. Eso nos da cierta autonomía y poder de decisión. Y no solo para esta pandemia, sino que se crean infraestructuras para combatir otras emergencias de salud y que podamos ser actores internacionales en el tema en cuestión.

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