-Publicaste tu rimera novela a los 37 años. ¿Vocación tardía? –Trabajaba de abogada, no tenía tiempo para escribir, aunque desde siempre he querido ser escritora. Empecé a escribir un poco antes, cerca de los 30, tengo varias novelas sin publicar. -¿Qué ha significado ganar el Premio Biblioteca Breve este año por “Corazón de Napalm? –Ante todo es una alegría, un espaldarazo, un reconocimiento al trabajo que haces. Con la primera novela que publiqué gané el Premio Lumen, pero desde entonces he mejorado bastante mi forma de escribir. Este premio me da la posibilidad de seguir escribiendo -Dices pertenecer a una generación, los veinteañeros de los 80, que pasaba de todo, no politizados, que sólo querían pasárselo bien. Pero muchos de aquella generación participaron, por ejemplo, en las movilizaciones contra la OTAN y por el Referéndum, ¿no? –Por supuesto, yo me refiero a una parte de los jóvenes de esa generación, no todos. Muchos se han caracterizado por su esfuerzo y trabajo, y por estar implicados en causas políticas. Pero yo pertenecí a la otra parte, la de los que sólo queríamos divertirnos, es la època de la movida, una especie de fiesta general. -“Corazón de Napalm” narra dos historias cruzadas: la de Fede, de trece años, esa edad en la que ya no eres un niño pero tampoco un adulto, y la de Marta, una pintora vallisoletana que intenta abrirse camino en Barcelona. ¿Qué has querido reflejar en la obra? –El personaje del niño conlleva una visión trágica, una especie del Edipo de Esquilo y Sófocles pero en nuestros días. Los grandes conflictos permanecen, se reproducen con otras formas, pero inalterables en su esencia. Es un testigo involuntario del descalabro de una época. La pintora es mi alter ego, tiene cosas mías, es una mujer contemporánea, de las no políticamente correctas, de las capaces de actos de insólita generosidad. Yo creo que la novela está en la linea de los realistas del XIX, con otro estilo, sin descripciones largas, claro, estamos en la era de la televisión e Internet, mas ágil y visual, pero la misma concepción de la vida humana, la literatura como un largo espejo en el camino. –¿Qué dirías para recomendarla? -Lo que dicen los que la han leído es que engancha, que no puedes parar de leerla, que trata cosas que nos atañen a todos y que tiene un final contundente. Yo añadiría que plantea cosas en las que el lector puede verse reflejado, cosas que ocurren en España, en Barcelona. -Tú vives en Barcelona, pero pasas temporadas en Londres, ¿por qué? –Paso temporadas en Londres, sí, porque es una ciudad en la que me puedo recluír a escribir. -¿Qué otros proyectos tienes ahora? –En los próximos meses estaré centrada en la promoción de “Corazón de napalm”; además yo soy muy obsesiva, cuando tengo una novela entre manos no existe nada más. Después volveré a recluírme a escribir la siguiente.