Cargando...Este viernes comienza en Andalucía la campaña de la primera de las cinco citas electorales del año. Luego vendrán las autonómicas y municipales en mayo, las catalanas en septiembre y las generales en noviembre. Aunque estemos hablando de unas elecciones al Parlamento de Andalucía, estos comicios son mucho más importantes que eso; sus resultados van a marcar el devenir de los principales partidos políticos en liza y, por supuesto, de sus actuales líderes nacionales.
¿Quién se juega más? Todos. Desde el PP hasta el PSOE, pasando por Ciudadanos, UPyD, IU o Podemos, cada fuerza política se juega su posición en el mapa político nacional que cambiará con toda seguridad a lo largo del año. No estamos hablando de que este año electoral vaya a acabar con el régimen del 78 (los anclajes reales de la Transición son mucho más fuertes de lo que pretenden hacernos ver algunos líderes radicales), pero sí de que dentro de 10 meses tendremos un panorama completamente distinto, en el que el bipartidismo mayoritario posiblemente dé paso a un conglomerado de cuatro o cinco partidos (más los nacionalistas), que tengan que pactar para formar gobierno.
La candidata socialista, Susana Díaz, parte con ventaja en las encuestas pero es la que más se juega. Su apuesta por adelantar los comicios puede consolidarla como líder del socialismo (en Andalucía y posiblemente en España) o, por el contrario, puede debilitarla si no consigue la mayoría suficiente como para formar un gobierno estable en Andalucía. Ha aplicado además el lema torero de “dejadme sola”, aunque contará con dos días de apoyo de Pedro Sánchez.
José Manuel Moreno Bonilla, líder del PP, parte con la enorme desventaja de que es un perfecto desconocido para cerca del 35% de los andaluces. Mariano Rajoy acude en su ayuda, con seis participaciones en sus mítines, aunque en Génova tienen el convencimiento de que es una cita perdida y hay que salvar los muebles y esperar mejores resultados en las elecciones de mayo.
Podemos e IU se juegan el liderazgo de la izquierda más radical en España. Desde las elecciones europeas, el partido de Pablo Iglesias ha ido creciendo en las encuestas y ha conseguido abrir importantes grietas en la organización comunista tradicional. Y finalmente, Ciudadanos y UPyD pugnan por esa franja del voto situado entre el PP y el PSOE, sabedores de que juntos conseguirían situarse con el auténtico partido bisagra en el panorama político español.