Entrevistamos a Juan Felipe Arcila portavoz del partido colombiano Polo Democrático Alternativo (PDA) en España y miembro del MOIR (Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario). Ingeniero de profesión y apasionado de la historia económica, ha estado ligado a las lides políticas desde sus primeros años de estudiante universitario en Colombia junto al movimiento estudiantil y a diferentes organizaciones sociales y campesinas. En estos últimos años, su residencia en España le ha llevado a estrechar lazos con organizaciones y líderes sociales y políticos del ámbito de la inmigración.
El conflicto entre las FARC y el gobierno colombiano existe desde hace más de 50 años, ¿cuáles son las bases de que no haya podido resolverse? ¿Qué apoyos les falta o reciben para mantener esta situación de podríamos decir tablas permanentes?
En la década de 1960 un sector campesino influido por el partido comunista decidió emprender la lucha armada contra el gobierno colombiano, con el propósito de tomar el poder por la vía armada – una situación similar se vivió en varios países de América Latina- este grupo se convirtió en las FARC. Desde entonces adelantó una acción de guerrillas que le permitió extenderse por varias zonas del país especialmente en zonas rurales, donde la presencia del Estado era prácticamente nula. En esa década surgieron otras guerrillas como el EPL, el ELN y el MOEC que también emprendieron el camino de la lucha armada.
Solo hasta hace seis años las FARC manifestaron su propósito de abandonar la lucha armada y convertirse en partido político para continuar su actividad por medio de la lucha política y electoral. Esta decisión constituye una rectificación de su decisión insurreccional. En este cambio influyeron varios factores, entre ellos la ineficacia de su acción militar, el cambio en la situación internacional especialmente en América Latina donde varios movimientos progresistas tuvieron éxitos electorales, la descalificación de Evo Morales y Hugo Chávez de la lucha armada, los golpes militares recibidos e indiscutiblemente un cambio en su posición.
Antes de continuar, ¿podrías explicar qué es el MOIR?
A mediados de la década de 1960, del MOEC (Movimiento Obrero Estudiantl Campesino) surgió el MOIR (Movimiento Obrero Independiente Revolucionario). Una organización que desde su fundación se propuso adelantar una revolución democrática y popular, pero criticó la lucha armada y el abstencionismo electoral predominante en la izquierda de la época. Y planteó que, por las condiciones concretas de Colombia, no se debía hacer una revolución socialista sino una revolución nacional y antimperialista a través de un frente único que incluyera a todos los sectores afectados por esa dominación.
Desde 1995 el MOIR pudo adelantar con mejores condiciones la construcción de un frente político amplio y a partir del 2002 se iniciaron acercamientos con otros sectores democráticos que culminaron con la fundación del partido Polo Democrático Alternativo, PDA. El MOIR constituye una de sus principales tendencias y ha adoptado el programa de este partido, conocido como el Ideario de Unidad. Dentro de los objetivos y criterios fundacionales del Polo se encuentra la realización de una revolución nacional y democrática y la solución al conflicto armado por medio de un acuerdo negociado entre las guerrillas y el gobierno.«El Polo Democrático apoyó el SÍ al plebiscito por la paz y mantuvo la oposición al presidente Juan Manuel Santos»
¿Qué posición mantiene el MOIR con respecto a las FARC? ¿Hay alguna posición dentro del MOIR que esté de acuerdo en la lucha que lleva las FARC ya sea en su objetivo, métodos, medios o posición ideológica?
El MOIR, el conjunto de su militancia, desde su fundación ha manteniendo una crítica a la acción guerrillera y discrepa con la utilización de la violencia en la lucha política y en la vida civil: como la destrucción de infraestructuras, el secuestro, los atentados y la extorsión.
¿Qué posición tiene el MOIR frente al actual acuerdo de paz firmado en La Habana? ¿A quién favorece, a las FARC, al gobierno o al pueblo colombiano?
El actual proceso de paz, que todavía está en curso, constituye una posibilidad para que el movimiento social se fortalezca, se acabe la estigmatización de la oposición y el Estado no pretexte vinculaciones con la guerrilla para sus medidas represivas y antisindicales. Igualmente la existencia de guerrillas y narcotráfico se volvió pretexto de Washington para justificar la intervención militar y enmascarar su política de recolonización.
El proceso de paz sin duda favorece al conjunto del pueblo colombiano.
¿Qué posición mantienen el resto de fuerzas que conforman el Polo Democrático?
El Polo Democrático apoyó el SÍ al plebiscito por la paz y mantuvo la oposición al presidente Juan Manuel Santos. Después del plebiscito insiste en la solución negociada y ha llamado a las partes a que lleguen a un acuerdo que sea mutuamente satisfactorio y que permita el cese definitivo de esta violencia y ha procurado que el movimiento social adopte esta posición.
¿Por qué cree el MOIR que el pueblo colombiano votó NO al acuerdo de paz?
La victoria del NO en el reciente plebiscito refleja el enorme rechazo del pueblo colombiano a la política económica y social del presidente Juan Manuel Santos y el repudio a las degradaciones de la lucha armada de las FARC, también los muchos errores cometidos por el gobierno en la difusión de los alcances de los acuerdos. El atraso y el apoliticismo fueron terreno abonado para la labor de una derecha fundamentalista en cabeza del expresidente Álvaro Uribe, que supo aprovechar estos factores en contra de la refrendación de los acuerdos.
Aunque el contenido del acuerdo es muy extenso y complejo, ¿cómo podría resumirlo?
El contenido del acuerdo es básicamente dar garantías a las fuerzas insurgentes para que puedan reincorporarse a la vida civil y tener participación política, y que se atiendan las demandas económicas que surgirán de esa reintegración. Las partes han reiterado que no está en negociación el modelo económico ni la propiedad de la tierra. En la mesa de negociaciones ha estado desde su inicio un delegado del Departamento de Estado gringo y delegados de Noruega, Chile y Cuba.
¿Qué propuestas tiene el MOIR para dar respuesta a esta situación?
El Polo Democrático no es parte de la negociación y por lo tanto tampoco el MOIR, pero está vivamente interesado en que ésta culmine de manera pronta y exitosa, sobre la base de que en ella no se vulneren los derechos de la población y de las organizaciones de la izquierda democrática, ni se favorezca la injerencia imperialista de Estados Unidos.
Y menciono aquí a EEUU, porque las negociaciones de paz se dan en el contexto de una profunda crisis de la economía y la degradación de las condiciones de vida de los colombianos por la implementación de políticas imperialistas de libre comercio y neoliberalismo, el saqueo de los recursos naturales y el trabajo de los colombianos y la postración de los gobiernos a servir incondicionalmente a la política exterior gringa. Hay manifestaciones importantes de resistencia y surgimiento de coaliciones de trabajadores, estudiantes y productores nacionales que se oponen con entusiasmo a la destrucción del aparto productivo y a la vulneración de la soberanía.