La mayor crisis de la historia del euro ha coincidido con una particular situación política en España: un Gobierno en funciones, desautorizado por las urnas, y un presidente in pectore que ha logrado 186 diputados pero aún no tiene el poder efectivo, e insiste en que quiere respetar los plazos. Oficialmente, pues, el equipo de Mariano Rajoy —él no habla— insiste en que aún no gobierna. Sin embargo, en privado, el PP y su líder ya están moviendo varias piezas en Europa para intentar que este momento delicadísimo para el euro no acabe con decisiones en la cumbre europea del día 9 de diciembre perjudiciales para los intereses españoles.