Cuando todos confiaban en unas primeras medidas de ajuste «suave», a la espera del hachazo posterior a las autonómicas andaluzas de marzo, el nuevo gobierno de Rajoy ha sorprendido anunciando un durísimo plan de 8.900 millones de euros en recortes y otros 6.000 millones en subidas de impuestos, que recaerán principalmente sobre los trabajadores asalariados.
Por el otro lado –aunque de esto se cuidaron mucho de no decir una palabra en la comparecencia de los ministros económicos–, la prórroga de los actuales presupuestos incluye una ampliación de avales públicos a la banca por 100.000 millones de euros. Más otros 92.500 millones de dinero público para cubrir la aportación española al Fondo de Rescate europeo. 192.500 millones de euros concedidos a la banca española y extranjera que darían varias veces de sobra para cubrir todo el déficit. Y la propia vicepresidente, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha encargado de advertir que estamos sólo ante “el inicio del inicio”. Es decir, el bisturí de las rebajas de rentas y salarios para el 90% de la población no ha hecho más que empezar. «La tan prometida subida de las pensiones se queda convertida en una burla» Bajo el argumento de haberse encontrado un déficit superior al previsto por el gobierno Zapatero, Rajoy ha dejado claro desde el primer momento sus intenciones. Si esto es sólo “el inicio del inicio”, ¿qué tendrán preparado para el mes de marzo, cuando presenten unos presupuestos generales de Estado que en teoría deben ejecutar otros 21.000 millones de recortes y ajustes? Merkel impone el ritmoIncluso los círculos propagandísticos más cercanos al PP admiten que Rajoy ha roto una de sus principales promesas electorales, que nunca subiría los impuestos. Pero lo ha hecho, dicen, para adelantarse a la “reacción negativa de los mercados” al conocerse que el déficit superará el 6% previsto y llegará al 8% o más. Una explicación benevolente para ocultar que la primera medida del gobierno Rajoy es hacer explícita su voluntad y decisión de aplicar a rajatabla los dictados de Merkel. Probablemente, a diferencia de Zapatero, Rajoy no llegue a ser un “juguete roto” en manos de Berlín y Washington, pero con sus primeras medidas ha demostrado que, por el momento, su autonomía política tiene los límites estrictos que imponen Bruselas y el FMI. Según uno de los grandes medios de comunicación nacionales, las “decisiones se tomaron en contacto con Berlín, el Gobierno más poderoso de Europa, al que Rajoy intenta acercarse.”La tan prometida subida de las pensiones se queda convertida en poco menos que una burla. Subirán de media un 1%, con lo que todos los pensionistas verán reducido nuevamente su poder adquisitivo este año. E incluso una parte de ellos, los que cobran más de 700 u 800 euros mensuales, ganarán menos gracias a la subida del IRPF.La congelación del salario mínimo en 641 euros –el tercero más bajo de Europa– supondrá otra vuelta de tuerca para la rebaja salarial de millones de trabajadores que tienen referenciados sus sueldos al SMI. Con la congelación de sus sueldos, los trabajadores públicos habrán perdido en sólo dos años más de un 10% de salario real. «El plan de ajuste de Rajoy tendrá un impacto devastador sobre la economía española» A pesar de todos los esfuerzos propagandísticos del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para tratar de demostrar que la subida del IRPF afectará sobre todo a los salarios más altos, la realidad es que serán los más de 15 millones de trabajadores con sueldos entre 1.250 y 2.350 euros mensuales los que cargarán con el 84% de la nueva recaudación. Algo similar a lo que ocurrirá con los nuevos impuestos a las rentas de capital, cuyos dos tercios recaerán sobre los modestos ahorradores con patrimonios de entre 6.000 y 24.000 euros. A las grandes fortunas, las SICAV, al impuesto de sociedades o al fraude fiscal, ni tocarlos.De cabeza a la recesiónPero además de las consecuencias directas para los sectores más afectados, el primer plan de ajuste del gobierno Rajoy tendrá, por su dureza, un impacto devastador sobre la economía española. Retirar de la circulación de la economía nacional, y de una sola tacada, 15.000 millones de euros es abocarla, necesariamente, a una recesión de caballo. Menos dinero para el 90%, menos consumo, menor demanda e inversión y más paro. Ese es el futuro inmediato que dibujan las primeras medidas de Rajoy. Contra ellas se han manifestado ya la práctica totalidad de fuerzas políticas y sindicales, incluso algunas de las que votaron favorablemente al nuevo gobierno. La tensión política y el rechazo social que se avecina parece estar descontado ya por el nuevo gobierno, que ha anunciado que recortará todas las partidas presupuestarias… menos las dedicadas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Pese a su declarada vocación “centrista”, lo tienen claro: frente al inevitable aumento de la contestación social en las calles, más policías. Se acercan tiempos difíciles,… y duros. Al traicionar, nada mas llegar al gobierno, una de sus principales promesas electorales, la mayoría de la población, incluidos aquellos que le votaron, ya puede intuir hacia donde se dirige el nuevo gobierno de Rajoy. Para nosotros más empobrecimiento, para los banqueros crédito ilimitado. Y para Merkel y Obama la garantía de que el nuevo gobierno será un fiel ejecutor de sus planes de austeridad y saqueo.