Hay quienes sitúan a Ciudadanos dentro de «las derechas» equiparándolo con el partido de Rajoy o definiéndolo despectivamente como «la marca blanca del PP». Excluyéndolo, por tanto, de participar en cualquier gobierno de cambio o de progreso. ¿Es eso así? ¿O por el contrario Ciudadanos forma parte de la rebelión popular que ha acabado con la dictadura del bipartidismo?
Cabe recordar que Ciudadanos nació hace diez años como un movimiento social impulsado por destacadas personalidades de izquierdas en Cataluña contra el entonces indiscutido poder de los Pujol y Mas.
Junto a UPyD, constituyó la primera “punta de lanza” que comenzó a cuartear la dictadura del bipartidismo no solo en Cataluña, sino también en el resto de España.
Esa es, y sigue siendo, su característica principal, la de formar parte de las fuerzas que reclaman un cambio en España. Esa es la voluntad de sus votantes, que apoyaron a Ciudadanos el 20-D para enfrentarse a las políticas del gobierno de Rajoy, apostando por una regeneración democrática que la mayoría social compartimos. «Excluir de un “gobierno del cambio” a los 3,5 millones de votos de Ciudadanos, como algunos reclaman, sería algo más que un error»
Es cierto que en su programa electoral Ciudadanos acata nuestra pertenencia a la OTAN o el grueso principal de las exigencias de la Europa alemana.
Pero también lo es que ha sabido renunciar a algunas de sus propuestas -como el contrato único- para poder alcanzar un acuerdo con el PSOE. En cuyo contenido se recoge desde la derogación de los principales puntos de la reforma laboral de Rajoy a la oposición a implantar nuevos recortes y copagos, o la paralización de la ley Wert o la ley Mordaza.
Los hechos demuestran que Ciudadanos puede ser una de las piezas para formar un gobierno nacional contra los recortes y por la regeneración democratica.
Su inclusión en ese acuerdo, junto al PSOE pero también Podemos, IU, En Comú, Compromís o las mareas, sería también garantía de la defensa de la unidad frente a la fragmentación, un punto que afecta especialmente a los intereses del conjunto del pueblo trabajador de toda España.
Algunos dirigentes de Ciudadanos reclaman públicamente reuniones con el PP para alcanzar “un acuerdo entre los tres partidos constitucionalistas”.
Están completamente equivocados. En un gobierno donde esté incluido el PP de Rajoy no serían posibles ni la regeneración democrática ni la lucha contra la corrupción que reclaman las bases y los votantes de Ciudadanos.El lugar de Ciudadanos no está en ninguna “gran coalición”, que supondría traicionar sus principios, sino en un gobierno de unidad contra los recortes y por la regeneración democrática.
Al mismo tiempo excluir de un “gobierno del cambio” a los 3,5 millones de votos de Ciudadanos, como algunos reclaman, sería algo más que un error.
Lo que nos interesa a la mayoría social que el 20-D nos manifestamos contra los recortes y por la regeneración democrática es que se forme un gobierno de amplia unidad que de verdad nos represente.
Quien lo impida o dificulte estará traicionando la voluntad de sus votantes, y permitiendo que desaprovechemos la oportunidad para poder cambiar el rumbo de las políticas que hemos sufrido en los últimos años.