«Mucha gente, en Francia, no es consciente de la profundidad del abismo al borde del que se encontró la economía europea, ese viernes negro, después de que la especulación contra las deudas griega, española y portuguesa provocara una pérdida de confianza de los operadores del mercado. Un desastre comparable al que conocieron los Estados Unidos con la quiebra, el 15 de septiembre de 2008, de la banca de inversión norteamericana Lehman Brothers.»
Esta crisis ha tenido un mérito, el de haber mostrado hasta qué unto el rey está desnudo. No nos hagamos más ilusiones: una moneda única no puede funcionar sin solidaridad entre los Estados. Sin armonización presupuestaria y sin un mínimo de convergencia económica, el euro no puede existir. Y sin el euro, Europa tampoco pesará gran cosa. Como muestra la volatilidad de los mercados bursátiles, el peligro está lejos de poder ser descartado. (LE MONDE) THE WALL STREET JURNAL.- En momentos en que el valor del euro se desmorona de forma cada vez más rápida, algunos observadores del mercado se ponen cada vez más nerviosos ante la posibilidad de que el Banco Central Europeo pudiera intervenir para volver a impulsar la moneda, o por lo menos inyectarle cierta estabilidad. La caída lenta y constante en los últimos meses se aceleró de golpe, y la moneda común del bloque de 16 países se derrumbó más de un 6,5% frente al dólar sólo durante la semana pasada, una oscilación enorme para una de las monedas más importantes. DIARIO DEL PUEBLO.- China, Japón y Gran Bretaña aumentaron en marzo su tenencia de bonos del Tesoro de EEUU, de acuerdo con los datos publicados el lunes por la Secretaría del Tesoro de EEUU. En comparación con el mes anterior, China elevó en un 5 por ciento su tenencia de bonos del Tesoro de EEUU con 895.200 millones de dólares, y sigue siendo el mayor acreedor de la primera potencia mundial. Esta es la primera vez en los últimos seis meses que China aumentó su inversión en bonos del Tesoro de EEUU. Francia. Le Monde El día que el euro estuvo a punto de morir Entre las fechas que han marcado a Europa, habrá que inscribir el 7 de mayo de 2010, sesenta años después de la declaración fundadora de Robert Schuman, el 9 de mayo de 1950: el día en que el euro estuvo a punto de morir. Mucha gente, en Francia, no es consciente de la profundidad del abismo al borde del que se encontró la economía europea, ese viernes negro, después de que la especulación contra las deudas griega, española y portuguesa provocara una pérdida de confianza de los operadores del mercado. Un desastre comparable al que conocieron los Estados Unidos con la quiebra, el 15 de septiembre de 2008, de la banca de inversión norteamericana Lehman Brothers. Estuvimos cerca de que el euro zozobrara. Brutalmente arrancados de su confusión y de sus negativas por el agravamiento de la situación, los gobernantes europeos le hicieron frente, la noche del 9 al 10 de mayo, empujados por EEUU y el FMI, creando un fondo de estabilización masivo, una especie de Fondo monetario europeo dotado de una fuerza de choque de 750.000 mil millones de euros. Era necesario hacerlo, lo hicieron y deben ser felicitados, especialmente el gobierno francés, que ha jugado un papel motor. Ahora es necesario ir más lejos. Esta crisis ha tenido un mérito, el de haber mostrado hasta qué punto el rey está desnudo. No nos hagamos más ilusiones: una moneda única no puede funcionar sin solidaridad entre los Estados. Sin armonización presupuestaria y sin un mínimo de convergencia económica, el euro no puede existir. Y sin el euro, Europa tampoco pesará gran cosa. Los responsables europeos y nacionales que multiplican los llamamientos a la revisión de la gobernación económica tienen razón. Pararse en mitad del vado anegaría todos los esfuerzos desplegados entre el 7 y el 9 de mayo señalando a los mercados financieros que, finalmente, no tenemos coraje para ir más lejos. Como muestra la volatilidad de los mercados bursátiles, el peligro está lejos de poder ser descartado. Pues es de coraje político de lo que se trata. Orgullosos de un modelo social único en el mundo, los Estados europeos, cargados de deudas en su mayoría, están hoy a los pies de los caballos. Sólo una disciplina presupuestaria y fiscal colectiva les permitirá poner orden en sus finanzas, y los electos tienen el deber de explicarlo claramente a los ciudadanos. No se vive impunente por encima de sus medios. Alemania, que lo sabe, pagará, pero exige una contrapartida: que cada estado de la zona euro adopte su propia versión de la ley alemana sobre el equilibrio presupuestario. Nuevamente reunidos en Bruselas el lunes 17 y e martes 18, los ministros de finanzas de los 27 deben mostrar que han tomado conciencia de la gravedad de la situación. Sí, las políticas fiscales de los gobiernos de la zona euro deben ser coordinadas. Sí, como preconiza el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Calude Trichet, los Estados europeos deben dar “un salto adelante” en la gestión colectiva de sus finanzas públicas. Es con esta condición que la moneda única, que nos aporta más de lo que nos obliga, puede existir. LE MONDE. 18-5-2010 EEUU. The Wall Street Journal La rápida caída del euro genera temores de una intervención del BCE Katie Martins En momentos en que el valor del euro se desmorona de forma cada vez más rápida, algunos observadores del mercado se ponen cada vez más nerviosos ante la posibilidad de que el Banco Central Europeo pudiera intervenir para volver a impulsar la moneda, o por lo menos inyectarle cierta estabilidad. La caída lenta y constante en los últimos meses se aceleró de golpe, y la moneda común del bloque de 16 países se derrumbó más de un 6,5% frente al dólar sólo durante la semana pasada, una oscilación enorme para una de las monedas más importantes. Se hundió a sus niveles más débiles en cuatro años contra el dólar el lunes, cerca de US$1,22. Eso les agrada a algunos funcionarios europeos, que le dan la bienvenida a la debilidad de la moneda como un impulso positivo a las exportaciones. Sin embargo, Jean-Claude Juncker, presidente del Grupo Euro de ministros de Finanzas, afirmó el lunes que estaba "preocupado por la rapidez de la caída". Algunos analistas bancarios les advierten a sus clientes que si el euro siguiera cayendo de forma tan alarmante desde sus niveles ya deprimidos, las autoridades europeas podrían intentar detener el desmoronamiento. "El BCE no querrá un colapso del valor del euro, lo que podría poner en peligro la estabilidad financiera en la zona euro", indicó Paul Robinson, un analista de Barclays Capital en Londres, en un mensaje a los clientes. "Mientras más se debilite el euro, más inversionistas comenzarán a preocuparse por una intervención del BCE", agregó. El banco francés BNP Paribas también alertó el lunes a sus clientes sobre el riesgo de una intervención. El BCE intervino por última vez hace 10 años, cuando el euro se cotizaba a unos US$0,83. En ocasiones también ha usado intervenciones verbales en los últimos años cuando se consideró que el euro estaba demasiado alto. Una medida de este tipo por parte del BCE, incluso si es verbal, causaría un importante shock en los mercados financieros. Pero quienes tienen dudas señalan una variedad de motivos por los que es poco probable que ocurra. Por un lado, la zona euro, como otras grandes economías como EE.UU., el Reino Unido y Japón, está, al menos de forma pública, comprometida a permitir que las monedas se muevan de la forma que dicte el mercado. Los corredores suelen asumir que las autoridades intervendrán para contrarrestar sólo movimientos del mercado severos e irracionales. Además, incluso con la caída del euro de casi 20% contra el dólar desde comienzos de diciembre, la moneda aún cotiza apenas por debajo de su promedio de largo plazo. A esta altura, la intervención podría terminar por sólo establecer nuevos niveles claros para que los corredores vuelvan a vender. Finalmente, ya que las intervenciones unilaterales rara vez funcionan, probablemente se necesitaría el apoyo internacional para un impulso al euro, algo complicado mientras EE.UU. afirme que prefiere un dólar fuerte. "Depende de EE.UU.", indicó Neil Mellor, un analista de divisas de The Bank of New York Mellon en Londres. "Si EE.UU. comenzara a hacer ruido por la inestabilidad del euro, los políticos europeos podrían verse obligados a actuar, pero sería contra su deseo", agregó. De todos modos, la moneda se considera ampliamente como muy vulnerable a una caída desfavorable, incluso desde los niveles actuales. Los economistas están revisando a la baja sus pronósticos para el euro para los próximos meses, y una meta de alrededor de US$1,15 o incluso una paridad contra el dólar para comienzos del año próximo ya no suenan tan descabelladas. The Royal Bank of Scotland, por ejemplo, describe su objetivo de US$1,15 como "algo leve" para el euro. "La dislocación política" en la zona euro fácilmente podría empujar al euro por debajo de la paridad frente el dólar, agregó el banco. THE WALL STREET JOURNAL. 18-5-2010 China. Diario del Pueblo China aumenta tenencia de bonos del Tesoro USA por primera vez en el semestre China, Japón y Gran Bretaña aumentaron en marzo su tenencia de bonos del Tesoro de EEUU, de acuerdo con los datos publicados el lunes por la Secretaría del Tesoro de EEUU. En comparación con el mes anterior, China elevó en un 5 por ciento su tenencia de bonos del Tesoro de EEUU con 895.200 millones de dólares, y sigue siendo el mayor acreedor de la primera potencia mundial. Esta es la primera vez en los últimos seis meses que China aumentó su inversión en bonos del Tesoro de EEUU. Las cifras muestran que en el referido periodo de tiempo, Japón incrementó en 21 por ciento su cartera de valores de EEUU con 784.900 millones de dólares, y Gran Bretaña, en un 19,5 por ciento con 279.000 millones de dólares, ocupando el segundo y el tercer puestos de acreedor de los EEUU, después de China. Hasta finales de marzo, la ponencia de bonos del Tesoro de EEUU por parte los acreedores extranjeros totalizó los 3,88 billones de dólares, con un 3,5 por ciento de aumento sobre el mes anterior. Según los analistas, el aumento de la tenencia de la cartera de valores de EEUU se debe parcialmente a que la crisis de deudas de Europa ha conducido a los inversores a trasladar sus fondos a más seguros destinos de inversión. DIARIO DEL PUEBLO. 18-5-2010