Lo poco que está quedando claro de los contactos que han ido manteniendo en los últimos días Artur Mas y Oriol Junqueras es que, más allá de la falta de acuerdo sobre el posible adelanto de las elecciones en clave plebiscitaria, la opción de la lista soberanista unitaria preconizada por el presidente de la Generalitat parece prácticamente descartada. Una situación que abre la puerta a que gane peso la alternativa de las listas separadas defendida por el líder de ERC, pero que al mismo tiempo amplía las incógnitas en relación a que, en tales circunstancias, el anticipo electoral sea realmente factible.Después de la última reunión del lunes, el presidente de la Generalitat está considerando la posibilidad de encabezar una llamada «lista de país«, la única que incorporaría a representantes de la sociedad civil de forma transversal, y dejar que el resto de formaciones políticas presenten también sus propias candidaturas, pero sin miembros de la misma sociedad civil. La opción permite pensar que, sobre el papel, el líder de CDC se aviene ahora a aceptar la alternativa de las listas separadas, que de la manera que la plantea, sin embargo, es Oriol Junqueras quién no la comparte, porque también aspira a que su partido pueda abrirse al conjunto de la sociedad más allá de sus siglas.En este punto de la negociación, en el que el desacuerdo entre ambos es evidente, la incógnita es, sobre todo, si Artur Mas accederá a adelantar las elecciones a este primer trimestre del año, como le reclama ERC, con un escenario de listas separadas, él que desde el primer momento había puesto como condición la lista unitaria, o preferirá dejarlas para más adelante o incluso agotar la legislatura. Y es que, llegados a este extremo, el presidente de la Generalitat no deja de ser prisionero de su propio planteamiento y tendrá que decidir si lo mantiene o lo varía. Una incógnita que, sea como sea, tendrá que despejar en las próximas jornadas -después de las fiestas de Navidad, como él mismo anunció en su día- con independencia de que el acuerdo con el líder de ERC acabe siendo posible o no, en la medida en que el tiempo se le echa cada vez más encima.De entrada, el día 13 tiene previsto comparecer en rueda de prensa, después de la reunión del Govern, para hacer balance del 2014 y fijar objetivos para el 2015, y todo indica que a partir de esa fecha ha de empezar a clarificarse el calendario, si no en su totalidad, sí cuando menos con pistas suficientes para salir de dudas. Y, en cualquier caso, antes del día 19 deberá tomar una decisión en firme, porque es cuando comienza en el Parlament el debate de las enmiendas a la totalidad por departamentos de los presupuestos de la Generalitat para el 2015, que ERC ha formulado a todos y cada uno de ellos y que ejecutará si no se ha llegado a un acuerdo sobre el adelanto electoral, lo que en la práctica supondría su rechazo global y abocaría irremisiblemente a la prórroga definitiva de las cuentas del 2014.Si logra un acuerdo con Oriol Junqueras, en cambio, Artur Mas tendrá de margen todo el mes de enero, y en realidad hasta el 3 de febrero, para llamar a las urnas antes de Semana Santa, en concreto el último domingo del mes de marzo, el día 29 (Domingo de Ramos). Por ahora, no obstante, todo son incógnitas.