Por primera vez en seis meses de brutal genocidio en Gaza, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado una de alto el fuego en la Franja.
La representante de EEUU se ha abstenido, en lugar de vetar la resolución, como ha hecho todas y cada una de las veces hasta ahora. El texto pide el cese de las hostilidades durante el Ramadán y la liberación de todos los rehenes.
Está por ver si Tel Aviv se atiene a esta resolución o si continúa en su ofensiva criminal y genocida, lanzando un desafío aún mayor a la legalidad internacional, pero es la primera vez que las contradicciones entre la administración Biden y el gobierno ultrasionista de Netanyahu se hacen tan patentes.
Esta abstención tiene lugar tras semanas de críticas y advertencias de la Casa Blanca , y ha provocado un fuerte estupor y malestar en Tel Aviv, provocando la suspensión de un viaje de Antony Blinken y una importante fricción en la relación bilateral de Washington con su gendarme de Oriente Medio.
La resolución de la ONU coloca a Israel en el momento de mayor presión internacional para un alto el fuego en Gaza, y también lleva la relación entre Biden y Netanyahu a su punto más bajo. Ambos aspectos son factores favorables para detener la matanza
Pase lo que pase ahora, este hecho es una buena noticia. Fruto de la lucha del conjunto de los pueblos del mundo, que abrumadoramente claman por el fin del genocidio el Gaza.