El reciente Congreso Europeo de Oncología ha puesto de manifiesto que la pobreza es un factor de creciente importancia en el auge del cáncer.
«La pobreza no es un factor en sí, pero lo que significa para la sociedad sí es un factor. No acudir a controles preventivos, no ir a tiempo al médico, no tomar días de baja pese a que uno no se siente bien, dejar que las enfermedades evolucionen…»
Vamos hacia un modelo sanitario en el que se no se va a atender a quien se considere “no cumple los criterios para beneficiarse de un medicamento”.
En el reciente Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) , en Viena, se ha afirmado que de no tomarse medidas, el cáncer aumentará en los países afectados por la crisis económica.
No pueden evitar que el abismo social asome por medio de los avances médico-científicos. No para empañarlos sino para poner de manifiesto que no todos vamos a tener el mismo acceso a ellos. Tanto tienes, tanto vives.
En el mismo congreso de Viena se han presentado los datos sobre el coste económico de esta enfermedad en Euroapa: unos 124.000 millones de euros al año. Esos costes incluyen tanto los gastos directos de salud como los cuidados hospitalarios y las medicinas, pero también la pérdida de productividad debido a la incapacidad de trabajar de muchos pacientes.
Junto a los estudios sobre nuevas terapias contra el cáncer de estómago, pulmón o mama, los recortes y ataques a las condiciones de vida y trabajo de la población han hecho acto de presencia.
¿Cómo evitar que la crisis económica afecte a la lucha contra el cáncer, siendo esta uno de los más caros pilares de la práctica sanitaria en la medicina moderna? Se preguntan los oncólogos europeos.
El oncólogo Christian Zielinski, del Hospital Universitario de Viena (Austria), organizador del acto, advierte de que “si crece la tasa de pobreza, puede crecer la del cáncer”, empezando principalmente porque hay países cuyos sistemas sanitarios se hacen cargo del tratamiento y países donde la restricción es creciente, como Inglaterra.
En Inglaterra, el cáncer es la principal causa de muerte de los mayores de 75 años. Miles mueren cada año de cáncer porque el sistema sanitario las discrimina por ser mayores. A estos pacientes se les niega el tratamiento por su avanzada edad, contribuyendo a la muerte prematura de 14.000 pacientes cada daño, según un informe de la organización Macmillan Cancer Support. La decisión sobre la aplicación de un tratamiento oncológico se basa en la mayoría de los casos en la edad del paciente más que en el estado físico y psicológico del paciente. El diagnóstico del cáncer es más tardía en la gente mayor por la falta de atención que sufren. Es más, una buena cantidad de mayores rechaza determinados tratamientos porque no tienen a nadie que les transporte diariamente al centro sanitario para someterse a las quimioterapias, por ejemplo.
Esta es la expresión más cruel de cómo el cáncer no sólo avanza en tiempos de crisis por la peor calidad de la alimentación y la sanidad, sino también avanza su mortalidad debido a factores sociales. Tanto tienes, tanto vives.
La falta de medicina preventiva y asistencia primaria es la que encarece la sanidad: El paciente más económico es el que está mejor atendido ya que los costes para la sociedad se disparan cuando la enfermedad es de tal magnitud que el paciente ya no puede trabajar.«Las decisiones sobre tratamientos no pueden depender de un gestor administrativo»
«Con sólo una reducción del 15% en el consumo de cigarrillos baja la tasa de mortalidad del cáncer entre un 8 y un 16%», En el ámbito de la prevención, los expertos recuerdan que hasta un 40% de las muertes debidas al cáncer podrían evitarse con un estilo de vida más sano: sin tabaco, con una dieta equilibrada, con ejercicio y vigilando el peso corporal. Pero, ¿quién evita que los grandes monopolios del tabaco y de la alimentación hagan su agosto a costa de la salud y la vida de millones de nosotros?
En una rueda de prensa celebrada en Madrid por la Fundación ECO (Excelencia y Calidad de la Oncología) sobre ‘Una atención oncológica de calidad’, las asociaciones de pacientes han reclamado que se siga invirtiendo en innovación y se garantice la equidad en el acceso a una atención oncológica de calidad.
Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPC) ha denunciando que «en cada comunidad autónoma se gestionan los presupuestos sanitarios de forma independiente y se están cometiendo irregularidades en la forma en que cada comunidad, provincia o incluso hospital, fija los criterios de acceso a los tratamientos, especialmente a los más innovadores». En una entrevista de Eva Salabert para http://www.webconsultas.com/salud-al-dia, la presidenta de GEPAC expresaba su posición ante los recortes.
España es un país que cuenta con muy buenos profesionales especializados en el diagnóstico y tratamiento del cáncer. En la etapa que estamos viviendo de recortes sanitarios, ¿se han visto afectados de alguna manera los pacientes de cáncer?
Sin duda, los recortes en sanidad están afectando a los pacientes de todas las patologías, no sólo a los pacientes de cáncer. Especialmente en tiempos de crisis el papel de las asociaciones de pacientes es fundamental para tratar de evitar posibles desigualdades en el acceso a los tratamientos, porque no podemos permitir que los recortes sanitarios afecten directamente al paciente. La crisis económica está afectando a la asistencia, pero a veces el paciente no es consciente de ello –sobre todo cuando no conoce la dinámica del centro médico–…La solución a la crisis no debe pasar por ahorrar en atención sanitaria: esta medida no va a resolver nuestros problemas económicos. Además, desde las asociaciones de pacientes queremos resaltar que es fundamental que las decisiones sobre la administración de un tratamiento u otro las debe tomar el profesional sanitario, y no pueden depender de un gestor administrativo.
¿Cuáles son las necesidades más importantes de los pacientes de cáncer en España que todavía no están cubiertas?
Hace pocos días, desde GEPAC presentamos un estudio sobre las necesidades de los pacientes que ya han finalizado los tratamientos oncológicos. El informe, resultado de una encuesta realizada a 2.067 pacientes que han finalizado el tratamiento, pone de manifiesto aquellas necesidades de los supervivientes que actualmente no cubre el Sistema Nacional de Salud, pero en general, todavía queda mucho camino por recorrer: los pacientes necesitamos más apoyo psicológico, apoyo social, así como información contrastada y comprensible que nos permita entender qué nos pasa y capacitarnos para tomar decisiones consensuadas con los profesionales sociosanitarios sobre nuestra propia salud