La manifestación fue convocada por ASAJA Alicante-Jóvenes Agricultores, Unió de Llauradors, Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja) y Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos del País Valencià (UPA-PV). Según las organizaciones convocantes, acudieron al centro de la capital valenciana un total de 1.000 tractores y 20.000 personas, provenientes de las tres provincias de la Comunidad Valenciana.
El objetivo de la manifestación es exigir al gobierno que tome medidas urgentes para salvar al sector de la agricultura y ganadería valenciana, que se encuentra en una situación “insostenible”. Una de las consignas repetidas durante la manifestación fue “Precios justos para poder vivir”. Dicen que ya basta de promesas y que quieren una nueva ley de márgenes comerciales y medidas reales y efectivas que permitan precios dignos a los productores.
El secretario general de La Unió de Llauradors y Ramaders, Carlos Peris, explicita que el campo ha llegado a una situación límite: “No somos capaces de tener un ingreso de nuestras explotaciones porque toda la cadena de valor se centra en grandes suministradores y los grandes supermercados están acaparando ese valor».
Mientras tanto, el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado, además de valorar como “histórica” la concentración de tractores en Valencia, ha criticado como se está favoreciendo a grupos de inversión extranjeros que entregan “salarios de esclavos para destruir la agricultura europea, española y valenciana por el dumping social» y exigiendo medidas para revertir esta situación.
Y el secretario general de UPA, Ricardo Bayo, ha comentado que en los últimos cinco lustros la situación ha ido empeorando aceleradamente. Los productos agrarios no suben de precio mientras sí lo hacen la luz, los fertilizantes, el gas o el agua, conduciendo a los agricultores a la ruina.
La manifestación terminó en la Plaza del Temple de València, donde varios representantes del sector hicieron entrega a la nueva delegada de gobierno, Gloria Calero, de un documento con todas sus reivindicaciones y solicitando una reunión para acordar medidas dirigidas a mejorar el sector agrario y ganadero de manera urgente y decisiva.
La ya histórica movilización valenciana se suma a las que ha habido en Andalucía, Extremadura, Madrid… en defensa de los derechos de los agricultores y ganaderos. Es una cuestión vital que el nuevo gobierno dé una respuesta inmediata que beneficie a los agricultores frente al abuso de los monopolios que imponen los precios por debajo del coste de producción.
Carlos tiene un blog.Aplicar cuarto protocolo dice:
Esto es la revolucion bolchevique pero en tractor, contra los grandes monopolios. Que se ponga un coche zeta de la nacional por medio que veras donde va a parar. Como bien dice el slogan electoral del pcpe : la dictadura de los grandes monopolios. Que ya manda narices en Telemadrid, que hablan de la huelga y al minuto el primer anuncio es «fruta fresca don Simon «.Siempre he pensado que los peperos nos toman por gilipollas. Visca Valencia en lucha
Chaso dice:
Amunt camperols valencians!.Txeeeeee!!!!olé olé i olé!!!
AnarkoÑ dice:
Quien habla de «actividades añadiendo valor» refiriéndose a la cadena de suministros e intermediaciones, olvida (o desconoce) que el Valor se ha producido ya primariamente en el campo (a no ser que después se procese el producto, se empaquete, se envase, etc.). Centralizar el valor en el productor agrario sería justo, pero entonces caerían otros actores, de manera que el productor agrario debería invertir parte de ese plusproducto en actividades que ahora, ni tiene que sufragar él, ni las tiene que hacer él; es decir, como por ejemplo hace MERCADONA, pero «a la inversa» o, en otras palabras, poniendo el polo directriz en el productor, en lugar de en el holding comercial. Asimismo, es completamente humano que cada productor quiera continuar «con LO SUYO» (es decir, mantener su propiedad), pero la consecuencia de la fragmentación de la propiedad no puede ser más que miseria, porque nadie que plantee pagar a los intermediarios por encima del mercado, va a conseguir los servicios de tales intermediarios; así pues, lo racional es una reforma agraria que obligue a fusionar propiedades, precisamente por la dignidad material de los productores. Pero los pequeños propietarios quieren ganar y seguir siendo pequeños al mismo tiempo, en un mundo globalizado…, y eso es la cuadratura del círculo. Y más con un gobierno 200000% globalista como el de Sánchez y el pottere due Pablo Mezquitas.
AnarkoÑ dice:
«El acaparamiento del Valor» no es un acto libre: está marcado por el hecho mismo del Valor. Si la cadena disminuyera en su multiplicidad de actores, entonces en unos años los actores supervivientes «acapararían» en su manos un mayor % cada uno en relación al Valor. Marx lo explica en El Capital. Y si hubiera un monopolio, el precio no bajaría, sino que sería el Valor aquello que dejaría de fragmentarse. Quienes hablan de reducir la cadena de Valor no hablan, en realidad y más allá de lo que deseen obtener a nivel personal, de bajar precios, sino que están expresando su propio tira y afloja con el resto de actores en la repartición del Valor. Por otro lado, la única manera de proporcionar mayor margen es estirar los precios por encima del Valor: la ciudadanía debe saberlo (no digo que deba negarse a pagar más por el producto, sino que debe saber que, para ampliar el ingreso de los agricultores, la ciudadanía va a pagar más, pues los márgenes en el resto de esa cadena ya no pueden comprimirse más sin comprometer a sectores completos y por tanto ocasionando desempleo y recortes laborales).
Miriam Navarrete dice:
Que yo sepa los agricultures lo que exigien es subir los precios en origen. Esto no significa que se vendan más caros en el aupermercado, sino que los monopolios obtengan menos beneficios para que los agricultores ganen más. Y no es un ejercicio de solidaridad: se trata de extraerles menos cantidad de plusvalía a los agricultores y ganaderos. La plusvalía es la cantidad de trabajo que no te pagan. Es decir, aunque tú en el supermercado compres un producto por el valor que tiene, a un agricultor no se lo han comprado por lo que cuesta, sino por debajo de su valor. Así es como ganan los monopolios, así acumulan enormes beneficios para repetir y repetir el proceso. La plusvalía es la piedra angular de la doctrina económica de Marx.
anarkoÑ dice:
En la realidad, subir los precios de origen significa, bien una subida del precio al consumo, bien una disminución de la cuota de terceros actores económicos sobre el Valor total. Lo segundo no puede suceder, de modo que, en la realidad, el vendedor gravará al comprador; y eso es una posibilidad, ya que los productos agrarios son muy económicos. Pero no se puede decirle a los asalariados que la lucha de los agricultores no va con su poder adquisitivo (insisto en que me parece bien que suban los precios de las mercancías agrarias).
AnarkoÑ dice:
Como se les va a extraer a los agricultores la plusvalía o a los ganaderos… Si quienes extraen la plusvalía, ¡son ellos! La plusvalía ya se ha creado con el acto mismo de la producción (o el grueso de la plusvalía, más la adicional generada en procesados, de haberlos…). Que la repartición varíe y sean unos u otros quienes se enriquezcan empresarialmente, ¿a ti qué te va o viene en tanto que compradora de la mercancía fruta u hortalizas o queso…? A mí me es más simpático y reconfortante que se enriquezcan mis paisanos rurales, ¡claro! Y los intermediarios que se aprieten el cinturón (aunque eso es imposible: porque, en el mercado, los intermediarios irán a por la oferta comparativamente más ventajosa, de manera que el precio será marcado por dicha oferta y los demás, o se adaptan a ese nivel de competitividad, o van a tenerse ellos mismos que recorrerse España con la furgoneta). En cualquier caso, hay que apoyar esa lucha de clase por solidaridad: pero su resultado no afecta al salario y por tanto no afecta a tu clase (¿o tal vez eres propietaria productora agropecuaria?).
anarkoÑ dice:
Cuando digo «no afecta al salario», me refiero «positivamente», pues, por supuesto, y como he explicado, la victoria de los propietarios/productores rurales significaría una disminución del salario real (o bien una compra menor de fruta, con la consecuente espiral de externalidades negativas hacia el conjunto de la economía y de los actores, para empezar los propios propietarios agropecuarios pequeños y medianos).