Rosa Regás, in memoriam

El camino de la libertad

La vida de Rosa Regás es tan intensa y fascinante como su obra literaria, ambas movidas por un motor incombustible: el ejercicio permanente de una libertad insobornable.

Cuando ya había cumplido 90 años, desde su casa de Llofriu en Girona, Rosa Regás resumió su vida en una sola frase: “lo importante es hallar el camino de la libertad”. Añadiendo una sentencia plena y redonda: “ser libre da un tono a tu vida”. Y recordando la máxima repetida por su hermana Georgina, que asumió como propia: “en mí mando yo”.

No la libertad como una aspiración, que se desea pero no se lleva a la práctica. Sino como un ejercicio constante, independientemente de las consecuencias que ello comporte. Y como una necesidad casi fisiológica. Es tan vital ser libre como respirar.

Sin esto es imposible comprender ni la vida ni la obra de Rosa Regás, tan imbricadas ambas, siendo casi imposible diferenciarlas.

Rosa Regás parecía condenada a ser una mujer aplastada y negada. Hija de padres republicanos que sufrieron el exilio tras la guerra. Acogida por un abuelo conservador que la separó de sus padres y la recluyó en un colegio de monjas, durante la larga noche de la posguerra.

Y entonces la libertad, ese viejo topo capaz de escarbar y abrir salidas incluso en las peores condiciones, acudió al rescate.

En pleno franquismo, Rosa Regás participó de los movimientos más dinámicos y progresistas de una Barcelona en ebullición. Desde las revueltas estudiantiles a la heterodoxa y libérrima “gauche divine”, desde las salas de Bocaccio, fundada en 1967 por su hermano Oriol. De la mano de personajes que nos remiten a lo mejor de la cultura, como Gabriel Gacría Márquez, Juan Benet, Carlos Barral o Jaime Gil de Biedma.

Fue, antes que escritora, una brillante y audaz editora, cuando Barcelona era capital de la edición, en catalán y en castellano.

“Lo importante es hallar el camino de la libertad” (Rosa Regás)

Primero en Seix Barral, de la mano de Barral. Y luego a través de sellos propios, como La Gaya Ciencia, donde publicó a autores capitales como Vázquez Montalbán, Javier Marías, María Zambrano, Álvaro Pombo… Hasta publicar, al morir Franco, la primera colección de libros políticos, la Biblioteca de Divulgación Política.

Empezó a escribir ya con 50 años, y una intensa vida a cuestas. Y la memoria va a jugar un papel clave en su creación literaria. No como mera reproducción de hechos, sino como una recreación que nos permite ver esa realidad vivida desde otra perspectiva.

Rosa Regás no solo se ganó un más que merecido prestigio literario, entre los lectores y la crítica. También, y sobre todo, se granjeó la admiración de muchos por su valiente defensa de las causas justas. Ajustó cuentas con las traiciones de la socialdemocracia, afirmando que “Felipe González debe tener un alma de derechas”. Denunció el genocidio en Palestina y las guerras imperiales de EEUU allí donde se desataban. Señaló a la alta burguesía catalana, “hijos y nietos de franquistas”. Y señaló las mentiras del procés desde la izquierda: “Mas, que dirige el partido más corrupto que hay en España en este momento, que ya lo era con Pujol y con sus hijos, archimillonarios cuando aún son jóvenes, ¿estos son los que nos tienen que llevar a la independencia? Es que con esos señores yo no voy ni al estanco”.

No solo podemos recordar a Rosa Regás. Podemos volver a vivirla leyendo sus libros.

La memoria juega un papel clave en la obra literaria de Rosa Regás

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Leer a Rosa Regás

  • Azul. Premio Planeta 1994. Booket.

En palabras de Rosa Regás “Azul trata de las distintas dependencias que crean las relaciones amorosas, vistas a través de una historia de amor entre un chico joven y una mujer que proceden de distintos ambientes sociales”.

  • Luna Lunera. 1999. Editorial Planeta.

Su novela más autobiográfica, con un prólogo sobre memoria histórica. Frente a la imagen de un abuelo autoritario, y el mundo cerrado y asfixiante de la posguerra, la luz la luna a través del patio y una canción suponen una vía de libertad.

  • La canción de Dorotea. Premio Planeta 2001. Booket.

Una historia sobre el misterio de las pasiones y su ambivalencia, donde una espiral entre la atracción y la repulsa conduce a un terreno en el que lo bello y lo siniestro se dan la mano.

  • Música de cámara. Premio Biblioteca Brece 2013. Seix Barral.

El jurado que le concedió el premio Biblioteca Breve definió así la obra: “La novela logra una extraordinaria recreación de la atmósfera de la posguerra y del mundo de los represaliados, y cuestiona de forma implacable y sobrecogedora a la sociedad catalana burguesa de la época y las ambigüedades y claudicaciones de la transición”.

  • Diario de una abuela de verano. El paso del tiempo. 2004

Rosa Regás nos cuenta las vacaciones con sus nietos en su masía de Llofriu, en Girona. Se convirtió en una serie protagonizada por Rosa Maria Sardà.

  • Amigos para siembre. 2016.

Tercera entrega de sus memorias, completada con “Entre el sentido común y el desvarío” (2014) y “Una larga adolescencia” (2015).

  • Un legado. La aventura de mi vida. 2024. Navona Editorial.

Un repaso a una vida fascinante a través de las conversaciones entre Rosa Regás y la periodista Lidia Penelo.

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