Entonces se justificó el movimiento que forzó la entrega del banco como una operación de salvación de una entidad en quiebra. Pero las noticias que se suceden sobre las inmensas ganancias que le reporta al Santander la gestión de Popular evidencian la idea contraria: la intervención política les regaló un banco con activos multimillonarios.
Ganancias del Santander con operaciones sobre activos del Popular en 2018 | |
Créditos fiscales aplicados | 2,000 |
Revalorización activos inmobiliarios | 1,000 |
Venta de activos no corrientes | 6,980 |
Efectivos de otros bancos | 4,310 |
Negocios conjuntos y asociados | 5,400 |
Total | 19,690 |
En millones de euros
Según la consultoría que ha elaborado el informe, a estos 19.000 millones hay que sumarle los beneficios de la operación de venta del patrimonio inmobiliario al fondo norteamericano Blackstone que se cifró en 25.697 millones de euros. Más los créditos fiscales ejecutados el año anterior; un derecho a desgravación y aplazamiento del pago de impuestos presentes a la espera de si años después hubiera pérdidas. Un truco contable legal al servicio de bancos y monopolios para no pagar impuestos.
Y el propio banco Santander comunicó que ingresó otros 4.000 millones de euros en emisiones de deuda que pone a su nombre y en 1.750 millones en deuda subordinada que pone a nombre del Banco Popular, ambas cantidades respaldadas por los activos del banco absorbido. Todo esto en el año 2018. Si se suma todo el negocio generado a costa del Popular en los 18 meses desde su expropiación se iría a un valor superior a los 80.000 millones de euros brutos.
Quién salvó a quién
El Santander es el único banco español incluido en la lista de 30 mayores bancos del Mundo, denominados sistémicos, cuya caída puede arrastrar a todo un país y repercutir internacionalmente. Así que se les aplica una obligación de tener capital suficiente para absorber pérdidas en un grado superior al resto de bancos.
La vinculación de la entidad de los Botín a inversiones en Inglaterra e Iberoamérica afectó negativamente a sus cuentas por las consecuencias del Brexit y la caída de las bolsas latinoamericanas, y esa calificación de Banco sistémico se encontraría en serio peligro. Así la entrega de los enormes activos del Popular (cuentas, créditos, inmobiliaria…) quizás podría leerse al revés: el que se salvaba era el banco cántabro.
En todo caso, la posición de dominio que el sector de la clase dominante española nucleado en torno al Santander ha exhibido estos años, ya ha dejado a la vista que su capacidad de influencia en los sucesivos Gobiernos es suficiente como para comprender que se les regaló un banco… y no es el primero pues antes se quedaron Banesto, Central e Hispano.
Información confidencial…
Como muestra de su influencia política vale un botón. La Comisión Nacional del Mercado Valores impuso una multa de un millón de euros al Banco Popular (hoy propiedad del Santander) y no quiere revelar por qué. Un ciudadano amparándose en la Ley de Trasparencia pidió que se hiciera público el motivo de la multa. La CNMV recurrió argumentando que toda la información contenida en sus expedientes es confidencial. Transparencia asegura que no.
De hecho la Comisión informa en su página web y en el Boletín Oficial del Estado de las sanciones que impone a empresas y particulares. Así que parece que la información se restringe solo si afecta a los negocios de las familias del Santander.
Esperemos a ver si se inventan una nueva “doctrina Botín” también en este caso….