O lo que es lo mismo, hay que volver a subir la presión fiscal para corregir de forma adicional el desequilibrio presupuestario. El banco central no lo dice directamente, pero lo deja caer «dada la magnitud del ajuste fiscal necesario». Asegura el regulador que «no puede descartarse que sea preciso también introducir modificaciones impositivas que acompañen a las reducciones del gasto».
El ropio Banco de España aclara a que se refiere. Y precisa que “cuando los incrementos impositivos sean necesarios, estos deberían recaer sobre aquellas figuras tributarias que tengan menos efectos distorsionadores sobre el crecimiento y la asignación de recursos”. Y en concreto cita, “los <strong style="mso-bidi-font-weight:<br>normal»>impuestos sobre la propiedad inmobiliaria y sobre el consumo”. que sin un aumento de los ingresos, la consolidación presupuestaria va ser más difícil. Y en este sentido, recuerda que la estabilidad de la deuda en el entorno del 70% del PIB (diez puntos más que ahora) no se producirá antes de 2015. (EL CONFIDENCIAL) EL PAÍS.- Agobiados por la urgencia de evitar el impago de Grecia, que llevaría a una crisis sin precedentes del sistema, los ministros de Finanzas de la zona euro buscan desesperadamente una fórmula que permita cerrar la brecha abierta entre los partidarios de que los bancos privados participen obligatoriamente en una quita de la deuda griega (como Alemania) y quienes, como el Banco Central Europeo, proponen una participación voluntaria en la operación, porque entienden que el daño causado a la banca privada por una imposición política podría arruinar definitivamente sus delicados balances. El caso es grave. Grecia se encuentra al borde del impago y cualquier reestructuración de la deuda, tal como propone Alemania, equivaldría a un impago, con el consiguiente desajuste en el equilibrio financiero de la eurozona. EL PAÍS.- El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ha acusado a la banca alemana y, en segundo plano, a la francesa, de estar detrás del cambio de timón que Bruselas dio en mayo de 2010 en su estrategia contra la crisis y que se ha saldado con más paro y más dificultades para dejar atrás los problemas. Además, en la misma línea que el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha respondido a las declaraciones de ayer del presidente del BBVA, Francisco González, los sindicatos han responsabilizado al sistema financiero de alentar la burbuja inmobiliaria, que es la verdadera explicación a los desequilibrios que arrastra España y, por tanto, del alto nivel de paro. Crisis. El Confidencial El BdE ve inevitable otra subida del IVA y pide que los pisos paguen más impuestos Carlos Sánchez El Banco de España lo tiene claro. La corrección del déficit público exige una vuelta de tuerca impositiva. O lo que es lo mismo, hay que volver a subir la presión fiscal para corregir de forma adicional el desequilibrio presupuestario. El banco central no lo dice directamente, pero lo deja caer “dada la magnitud del ajuste fiscal necesario”. Asegura el regulador que “no puede descartarse que sea preciso también introducir modificaciones impositivas que acompañen a las reducciones del gasto”. El propio Banco de España aclara a que se refiere. Y precisa que “cuando los incrementos impositivos sean necesarios, estos deberían recaer sobre aquellas figuras tributarias que tengan menos efectos distorsionadores sobre el crecimiento y la asignación de recursos”. Y en concreto cita, “los <strong style="mso-bidi-font-weight:<br>normal»>impuestos sobre la propiedad inmobiliaria y sobre el consumo”. El principal argumento que da el Banco de España para justificar un alza de los impuestos tiene que ver con la <strong style="mso-bidi-font-weight:<br>normal»>“menor presión fiscal relativa de España frente al resto de países desarrollados”. Y asegura, en este sentido, que “incluso los tipos del IVA, tras su incremento en 2010, siguen estando por debajo de la media de los países de la OCDE”. Se alinea, de esta manera, con la Comisión Europea, que recientemente pidió una subida de IVA para poder compensar un recorte de las cotizaciones sociales. El Banco de España hace estas consideraciones en el Informe Anual que el gobernador, Miguel Fernández Ordóñez, presenta hoy ante los órganos de gobierno de la entidad. Según sus cálculos, la relación entre los ingresos recaudados por IVA y los que se obtendrían si se aplicase el tipo estándar -el 18%- se sitúa en el 56% del gasto en consumo, por lo que para incrementar la recaudación podría optarse también por una ampliación de la base del impuesto. En el mismo sentido, recuerda, el escaso peso de la imposición especial, en general, y de la medioambiental, en particular. Es en este marco en el que, igualmente, propone disminuir la partida destinada a los denominados ‘gastos fiscales’, aquellos ingresos que no recauda el Estado por la aplicación de deducciones o desgravaciones. Y que merman la recaudación de forma importante. Nada menos que un 42% en el IVA, un tercio de los ingresos por IRPF y un quinto en el caso del Impuesto de Sociedades. El Banco de España sugiere que sin un aumento de los ingresos, la consolidación presupuestaria va ser más difícil. Y en este sentido, recuerda que la estabilidad de la deuda en el entorno del 70% del PIB (diez puntos más que ahora) no se producirá antes de 2015. Y siempre que se cumplan las proyecciones de crecimiento realizadas por el Banco de España. Esto exigiría, dice el banco central, un compromiso “estricto” de reducción del déficit hasta 2013 y, posteriormente, durante dos años más, un recorte adicional del gasto público. Existe otro escenario peor, y el Banco de España también lo valora. Si los tipos de interés fueran más elevados de lo previsto y el crecimiento menor, el ajuste fiscal “sería incluso superior”. En concreto, el endeudamiento público podría llegar al 85% del producto interior bruto en 2020, el nivel más alto jamás alcanzado por la economía española. El regulador admite en su informe anual que la carga de intereses alcanzó un nivel del 1,9 % del PIB en 2010, aumentando algo más de una décima del PIB con respecto a 2009. Lo achaca al mayor volumen de deuda en curso y a pesar de una ligera caída del tipo implícito de financiación. Sin embargo, en los próximos años, dada la evolución esperada de la deuda pública y de los tipos de interés, la carga de intereses “<strong style="mso-bidi-font-weight:<br>normal»>seguirá aumentando su peso sobre el PIB,” provocando que el esfuerzo fiscal necesario para reducir el déficit público sea superior Una mala noticia que obligará a reducir el gasto público en otras partidas. Precisamente, cuando la renta disponible de los hogares no pasa por sus mejores momentos. Como pone de relieve el informe, la renta real de las familias se redujo un 4,4 % el año pasado. Una caída “no observada en las últimas décadas”, apostilla. Este retroceso, que contrasta con el aumento del 1,6 % del año anterior, se explica por la confluencia de diversos factores. En primer lugar, el cambio de tono de la política fiscal <strong style="mso-bidi-font-weight:<br>normal»>moderó la aportación de las AAPP a la renta de los hogares, mientras que el impulso que proporcionaron en 2009 los ingresos netos por intereses revirtió en 2010, detrayendo renta de las familias, al disminuir en mayor proporción los intereses recibidos que los pagados. Además, las rentas salariales volvieron a descender, pues la menor intensidad de la destrucción de empleo se vio contrarrestada por la mayor moderación salarial en el sector privado y el recorte de los salarios de los empleados públicos. Finalmente, el descenso de la renta nominal, que cayó un 1,1 %, se vio engrosado por la pérdida de poder adquisitivo derivada del aumento de la inflación. A pesar del retroceso de la renta real, el consumo repuntó modestamente, lo que, en el contexto descrito de deterioro de la renta, provocó una fuerte caída de la tasa de ahorro de los hogares, que, al cierre de 2010, se situó en el 13,1 %, nivel que es casi cinco puntos porcentuales inferior al máximo alcanzado en 2009, aunque está aún algo por encima de su promedio histórico. EL CONFIDENCIAL. 15-6-2011 Editorial. El País Juegos temerarios Agobiados por la urgencia de evitar el impago de Grecia, que llevaría a una crisis sin precedentes del sistema, los ministros de Finanzas de la zona euro buscan desesperadamente una fórmula que permita cerrar la brecha abierta entre los partidarios de que los bancos privados participen obligatoriamente en una quita de la deuda griega (como Alemania) y quienes, como el Banco Central Europeo, proponen una participación voluntaria en la operación, porque entienden que el daño causado a la banca privada por una imposición política podría arruinar definitivamente sus delicados balances. El caso es grave. Grecia se encuentra al borde del impago y cualquier reestructuración de la deuda, tal como propone Alemania, equivaldría a un impago, con el consiguiente desajuste en el equilibrio financiero de la eurozona. Por tanto, como Grecia no puede quebrar, las opciones disponibles son apenas dos. O se acepta una nueva inyección de dinero, un segundo rescate, de unos 90.000 millones de euros, o se articula una quita voluntaria, que no generaría calificación de impago. Parece inconcebible que Alemania insista en una quita obligada. Su terquedad en este punto indica bien a las claras que el equipo de Gobierno de Merkel ha perdido el sentido de la realidad. No es necesario insistir en el tópico de atribuir la intransigencia alemana a los costes electorales. Incluso contando con el coste de los votos, Merkel y su ministro de Economía, Wolfgang Schäuble, tienen que admitir que el juego de la reticencia, el aplazamiento y el pulso permanente a la realidad es muy peligroso. Porque ese juego deteriora poco a poco la credibilidad financiera de otros países que cuentan en los mercados. Como por ejemplo, España. La prima de riesgo española es extremadamente sensible a las vicisitudes de Grecia. Como lo será a las que en el futuro, si la situación no se corrige, afecten a Irlanda o Portugal. Cada paso atrás de Atenas se contabiliza como un aumento del diferencial de deuda en Lisboa, Dublín o Madrid. Con la particularidad de que, cuando se calman los mercados, ese diferencial no vuelve al nivel previo a la crisis, sino que se encasquilla en niveles más altos. Al ritmo que va, cada semana que permanece sin resolverse el caso griego son entre cinco y 10 puntos más de diferencial para España. Si la indefinición se prolonga, la crisis de la deuda puede convertirse en un factor que empuje a un adelanto electoral obligado en España. Es urgente que las autoridades alemanas (y Bruselas) recapaciten y entiendan que el modelo vigente de rescates ha fracasado. Grecia necesita otro plan de ayuda no solo porque sus cuentas públicas sean desastrosas y porque proliferen los fraudes a la seguridad social, sino porque los préstamos concedidos son onerosos, las exigencias de ajuste pesadas y los plazos de reducción del déficit perentorios. Los planes de rescate deben permitir también la recuperación. En caso contrario, los países periféricos del euro están condenados a una crisis financiera perpetua. ********************************** Crisis euro El pulso entre Merkel y el BCE deja a Grecia al borde del abismo Ricardo Martínez de Rituerto Los 17 ministros de Economía de la zona euro se reunieron ayer de forma extraordinaria en Bruselas acuciados por la presión de la crisis griega y en busca de una solución de socorro para Atenas. La reunión puso de relieve la división entre los partidarios de implicar por la fuerza en el rescate heleno al sector privado -capitaneados por Alemania, cuyas tesis dan pábulo a la insolvencia griega y, con ella, al cuestionamiento de la eurozona por los mercados- y quienes abogaban por la participación voluntaria, como el Banco Central Europeo, Francia, Bélgica y España, entre otros. Los ministros fracasaron a la hora de consensuar una fórmula que, pese a implicar al sector privado, no sea considerada por los mercados como una quiebra técnica disfrazada y desate un nuevo tsunami financiero. Volverán a reunirse este domingo en Luxemburgo de forma extraordinaria ante la certidumbre de que la ayuda de 110.000 millones comprometidos el año pasado por la UE y por el FMI para sacar a Grecia del agujero son insuficientes, por lo que hará falta otro rescate multimillonario. La falta de acuerdo sitúa a Grecia al borde del abismo y mete presión a otros países periféricos, entre ellos España. ************************************ Recortes Toxo acusa a la banca alemana de promover la política antidéficit de Bruselas Iñigo de Barrón El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ha acusado a la banca alemana y, en segundo plano, a la francesa, de estar detrás del cambio de timón que Bruselas dio en mayo de 2010 en su estrategia contra la crisis y que se ha saldado con más paro y más dificultades para dejar atrás los problemas. Además, en la misma línea que el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha respondido a las declaraciones de ayer del presidente del BBVA, Francisco González, los sindicatos han responsabilizado al sistema financiero de alentar la burbuja inmobiliaria, que es la verdadera explicación a los desequilibrios que arrastra España y, por tanto, del alto nivel de paro. Según el relato de los hechos expuesto por Toxo, hace ahora más de un año, los bancos alemanes empezaron a presionar a la UE para que el objetivo de su política anticrisis fuese la reducción del déficit y no la lucha contra el desempleo. Su objetivo era recuperar los préstamos que habían entregado a los países periféricos que tenían problemas con la deuda soberana como Grecia, Portugal y la propia España. En opinión del líder sindical, "la legislación laboral no está ni en el origen ni es la solución" a los problemas, tal y como se empeñan en denunciar desde la banca y la patronal, ha añadido. "El problema fue que la burbuja [inmobiliaria] aterrizó en la peor pista posible, que fue la crisis financiera internacional. Entonces nos dimos cuenta de que habíamos comprado puestos de trabajo a crédito", ha añadido antes de lamentar que estos empleos desaparecieron con el estallido de la burbuja y no volverán. "Contra la que se dice, la flexibilidad en España es excesiva. En España se ha destruido cuatro veces más empleo que en Alemania", ha insistido para argumentar que no debe ser tan difícil ajustar plantilla. "En España no es caro despedir, sino muy fácil", ha añadido. Para salir del bache, Toxo ha pedido que se aplacen los objetivos de recorte de déficit desde 2013 a 2016 o 2017, lo que permitiría destinar más recursos al cambio de modelo productivo -"verdadera reforma" pendiente, en opinión del sindicalista- y a la creación de empleo. Además, se ha mostrado a favor de que los bancos paguen parte "del daño que han hecho" con la tasa a las transacciones financieras. "Hubo Gobiernos que la defendieron -entre ellos el español-, pero ahora parecen que lo han olvidado", ha lamentado. Junto al Gobierno y a los bancos, el líder de Comisiones también ha culpado al Bando de España de ser corresponsable de la crisis "por omisión". "Al comienzo de la burbuja no tomó ninguna medida y, cuando se estaba generando, cebó al sistema alentado al crédito", ha explicado antes de concluir que, al final, su actuación "amplificó los efectos". Para el secretario general de UGT, Cándido Méndez, la responsabilidad del sector financiero en la crisis es una "evidencia palpable". "Lo que España e irlanda tienen en común solo es la burbuja inmobiliaria financiada por el sistema financiero", ha matizado al tiempo que ha recordado que "hubo un ministro en 2003 -en referencia a Rodrigo Rato, entonces responsable económico del Gobierno del PP- que dijo que aquí no había burbuja". "Y Botín rápidamente hizo lo mismo", ha añadido Méndez. En su opinión, "a esta situación se ha llegado después de decisiones políticas y bancarias equivocadas". Fuera del apartado de responsabilidades en la crisis, Toxo ha lamentado que el Gobierno se haya olvidado del compromiso de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 800 euros y ha asegurado que no hay ninguna razón para que en España sea la mitad que en Francia, donde asciende a 1.350 euros al mes. Además, ha defendido que el SMI no influye en nada en la inflación. En cuanto a la ruptura de la reforma de los convenios, el líder sindical ha recordado la tesis defendida por los sindicatos de que, cuando la negociación que Sobre el rollo de la CEIM, ha dicho que la negociación estaba cerrada pero que, después de las elecciones, todo cambió. Los motivos de ello fueron, según sus palabras, que alguien vio en las imposiciones de la UE a Portugal "todas sus reivindicaciones máximas" cumplidas. EL PAÍS. 15-6-2011