Homenaje a Pepe Mújica

El apapacho de toda Iberoamérica

"Es la persona más extraordinaria que he conocido”, ha dicho Lula con la voz quebrada. “Un hermano no se escoge, una madre tampoco, pero un compañero, sí. Él es el compañero que yo escogí”.

‘Apapacho’ es una vocablo de origen náhuatl, usado en Honduras y México, que muchos consideran «la palabra más bonita del idioma español». Apapachar quiere decir abrazar, dar ternura. Los mexicanos la definen como «acariciar con el alma»

He aquí una imagen de todo lo que significa.

En ella el presidente de Brasil ha otorgado al exmandatario uruguayo, José Mújica, aquejado de una enfermedad de incierto pronóstico, el Gran Collar de la Orden Nacional de Cruzeiro do Sul, la máxima distinción del gigante sudamericano. En el mismo acto, también el presidente colombiano, Gustavo Petro, le entregaba la Orden de Boyacá, la máxima distinción que puede recibir un extranjero de parte de Colombia.

Pero no es un mero acto protocolario, ni una ceremonia diplomática.

Es el apapacho emocionado de un compañero a otro.

Son dos amigos, dos compañeros de lucha. Dos hombres que llevan una larga vida forjando, desde el barro, la organización de las clases populares, la transformación social al servicio de los nadies, de los parias de la tierra, la independencia y la unidad de las naciones del Sur Global contra las oligarquías y los Imperios.

«Es la persona más extraordinaria que he conocido”, ha dicho Lula con la voz quebrada. “Un hermano no se escoge, una madre tampoco, pero un compañero, sí. Él es el compañero que yo escogí”.

Sus hechos les avalan, hablan por ellos. Sus hechos también les apapachan.

Las políticas redistributivas de la riqueza de Lula y el Partido Trabajadores beneficiaron a 11 millones de familias en Brasil, logrando en una década sacar a 30 millones de personas de la pobreza, además de transformar al «enfermo crónico de América Latina» en una de las grandes economías emergentes del mundo, ingresando en los BRICS. De manera homóloga y con la misma orientación, los quince años de gobiernos frenteamplistas de Tabaré Vázquez y Pepe Mújica lograron reducir los índices de pobreza en Uruguay del 40% al 9%.

Por eso, no crean que quien apapacha al uruguayo es solamente Lula.

El apapacho a Pepe Mújica es de toda Iberoamérica.

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