En coordinación con otros dos países de la UE -Irlanda y Noruega- España reconocerá al Estado palestino el próximo martes, 28 de mayo, en la reunión del Consejo de Ministros, según ha anunciado este miércoles el presidente Pedro Sánchez ante el Congreso de los Diputados. Es una decisión que venía tiempo cocinándose en la Moncloa y que sumará a nuestro país a la inmensa mayoría de naciones de la ONU que ya han reconocido a Palestina.
Se trata de una decisión que se corresponde con la voluntad de la mayoría social de nuestro país, no sólo de los sectores progresistas sino de gran parte del centro y la derecha. En 2014, el Congreso de los Diputados por amplia mayoría -incluyendo en aquel momento al PP- ya aprobó una moción para instar al reconocimiento del Estado Palestino, en línea con la llamada «solución de los Dos Estados» -dos naciones, Palestina e Israel, independientes, y viviendo en paz y seguridad uno junto a otro- que es la que defiende la ONU desde hace décadas.
Los motivos políticos para reconocer a Palestina, según ha dicho Sánchez, son tres: “Paz, justicia y coherencia”. “Solo una solución de dos Estados [Israel y Palestina] que convivan en garantías de seguridad permite la paz. Para lograrlo, las dos partes deben sentarse en igualdad de condiciones”, ha remarcado. Por eso, con el objetivo de empoderar a la Autoridad Palestina para cuando llegue ese momento de la negociación, Sánchez ve necesario reconocer oficialmente al país.
Aunque buena parte de la izquierda pide al gobierno español ir más allá -romper totalmente relaciones con Israel, o cuanto menos poner fin a las relaciones comerciales, especialmente de armas, con Tel Aviv, y acompañar a Sudáfrica en su acusación de genocidio contra Israel en la Corte Penal Internacional- la decisión ha sido positivamente acogida en las redes y declaraciones de las organizaciones progresistas. El 78% de los españoles es favorable a que los Estados europeos reconozcan ya al Estado de #Palestina, según el reciente Barómetro del Real Instituto Elcano.
Por su parte, Israel ha reaccionado de manera iracunda e hiperventilada, como viene siendo habitual, llamando a consultas a sus embajadores en España, Noruega e Irlanda por reconocer al Estado palestino, y acusándoles de “conceder una medalla de oro a los asesinos y violadores de Hamás”.