¿Qué pensaría usted de alguien dedicado a ensalzar las virtudes y excelencias de aquel a quien ha asesinado? Pues algo parecido es lo ocurrido ayer en los actos institucionales. Una élite política que ha pervertido todos y cada uno de los valores revolucionarios que encarnó en su día la Pepa «desde la defensa de la más amplia libertad, la igualdad ante la ley, la unidad con Iberoamérica o la soberanía nacional» se ufanaba en cantar su actualidad y sus excelencias. No cabe mayor desfachatez.
La única condición que podemos decir que pervive todavía en la España de hoy, desde 1812, es el asedio a la soberanía nacional por parte de las potencias de turno. Por la soberanía nacional muere el pezLa Pepa se elaboró con la península ocupada y en medio del asedio de Cádiz por las tropas francesas de Napoleón. Hoy, las medidas de ajuste se toman también en medio de un auténtico asedio, aunque esta vez no sea militar. Pero que se refleja en las imposiciones del Fondo Monetario Internacional, de las agencias de calificación y de Bruselas, las nuevas “tropas” de asalto de la banca y las multinacionales norteamericanas, alemanas y francesas.Aquellos constitucionalistas que se juntaron en Cádiz eran el embrión de una auténtica revolución, burguesa pero con un inequívoco contenido democrático y nacional, que unía la lucha de todo el pueblo por la independencia nacional contra el invasor francés al derrocamiento de las viejas estructuras feudales en España. El resultado fue una Constitución que, en palabras del propio Marx, acabó siendo la más “original y avanzada” de toda Europa, aunque la reacción interior y exterior no permitieran su aplicación práctica.
«Hoy también vivimos un asedio a la soberanía nacional por parte de las potencias de turno» ¿De verdad se cree nuestra actual clase política que son los continuadores de la obra revolucionaria de los constitucionalistas de Cádiz? ¿O son más bien los continuadores de los afrancesados, que en nombre de “la modernización” de España no dudaron en entregarla a los pies de los caballos de los mamelucos de Napoleón.
La respuesta se la dieron miles de ciudadanos andaluces de Sevilla, Granada, Almería,… que al grito de “No nos representan” y “Soberanía para el pueblo” se echaron ayer a las calles para celebrar, ellos sí, el verdadero espíritu democrático y transformador de la Pepa.
A diferencia de entonces, tanto la Constitución de 1978, como sus posteriores reformas, así como el régimen político bipartidista que nació de ella, llevan impresa la marca de la continua intervención de las grandes potencias imperialistas sobre nuestra vida política y son fruto de la entrega de las élites del país a ellas. No hace falta más que echar un rápido vistazo a los últimos 30 años de historia de nuestro país para corroborarlo: al grado de sumisión de los gobiernos de Felipe González-Rubalcaba a las exigencias de entrada en la OTAN y las condiciones draconianas para entrar en la CEE; al encadenamiento de Aznar-Rajoy a la estrategia de Dictadura Terrorista Mundial de Bush ; al servilismo del gobierno Zapatero-Rubalcaba a las exigencias de Obama y Merkel para realizar recortes sociales históricos; a la actitud de Rajoy ante la reducción del déficit impuesto por Alemania, aceptando un límite por encima de lo que él mismo decía que era asumible según los intereses nacionales. «¡Viva la Pepa! hoy es votar soberanía nacional para poder redistribuir la riqueza y acabar con el paro» Por no hablar del acuerdo de PP y PSOE para hacer una reforma-exprés de la Constitución, tal como imponía Merkel, por la que cobra antes un banquero alemán los intereses de la deuda pública que un jubilado español su pensión. O el acuerdo PP-PSOE para instalar el escudo antimisiles de la OTAN en Rota, violentando la voluntad popular expresada en el Referéndum de la OTAN del año 1986. Y a la sombra de todos ellos, los Chaves-Griñán-Arenas sometiendo durante tres décadas a Andalucía a sus dictados, entregando la economía andaluza a los monopolios europeos, manteniendo nuestra región a la cola de España en empleo e inversión social. El pueblo español, de nuevoDe nuevo, al pueblo español nos corresponde jugar el papel de las Cortes de Cádiz de 1812, y empuñar la soberanía nacional para redistribuir la riqueza, generar empleo productivo, acabar con el paro y elevar el nivel de vida de la gran mayoría.
El 25-M en Andalucía no nos jugamos si se va a frenar más o menos a la derecha como no se cansan de decirnos algunos. No. Lo que está en juego es si se fortalece una alternativa de soberanía nacional frente a unas élites políticas fieles y serviles ante los Napoleones de nuestro tiempo.
El programa de nuestras candidaturas De Verdad contra la crisis, quieren ser, al contrario que ellos, un bando a la población, como hizo el alcalde de Móstoles en 1808, alertando a la nación entera del peligro que suponen las recetas del FMI y la UE, de sus verdugos Rajoy y Rubalcaba, y de una oligarquía financiera como la española, mezquina y vendepatrias donde las haya.
El programa que levantan nuestras candidaturas, y en torno al que queremos unir al 90% de la población, un programa de redistribución de la riqueza, ampliación de la democracia y de defensa de la soberanía nacional SÍ es una continuación legítima del espíritu popular, democrático y patriótico que alumbró aquella gesta de hace 200 años.
No lo dudes. ¡Viva la Pepa! hoy es votar soberanía nacional para poder redistribuir la riqueza y acabar con el paro.
Vota de verdad contra la crisis. Vota Unificación Comunista de España.