El Coronavirus no solo está afectando a la salud de los españoles. También está golpeando severamente a su economía, obligando a cerrar negocios por la cuarentena. En esta situación, muchas empresas, especialmente las más grandes, han empezado a despedir a gran número de sus trabajadores, haciendo que sean ellos los que carguen con el peso de esta nueva crisis.
Lo llaman Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE). Una figura recogida en la legislación que es lo mismo que un ERE, pero con fecha de inicio y fecha de finalización. Afecta no solo a trabajadores eventuales, sino también indefinidos. La mayoría de empresas recurren a este sistema para no tener que pagar sueldos a sus trabajadores mientras dura el Estado de Alerta.
Las empresas más afectadas son las que recurren más a este método para ahorrarse el sueldo de los trabajadores. Son empresas de turismo, transporte, comercio y especialmente la industria, empresas paralizadas por la cuarentena.
La empresa japonesa Fujitsu fue la primera en presentar un ERTE para la totalidad de su plantilla en su fábrica en Málaga a finales de febrero, debido a que no les llegaba piezas desde China para poder continuar con la producción.
Tenemos ejemplos como Burguer King, que ha presentado un ERTE para su plantilla de más de 14.000 trabajadores. Ikea acaba de anunciar un ERTE a los sindicatos para todas las empresas en que la compañía sueca está presente. Air Europa ha hecho lo mismo, llamando a los sindicatos de los 22 centros en los que opera en España para anunciar un ERTE que podría extenderse hasta junio. Iberia también ha comunicado a los sindicatos un ERTE para la tripulación de cabina (TCP), según fuentes de Sitcpla.
Solo en Cataluña, las empresas catalanas han presentado ya 70 ERTE que supondría el despido de 3.819 trabajadores. En estas cifras se excluyen los ERES que antes de la pandemia en España ya se habían proclamado como las empresas de construcción de vehículos Seat o Nissan.
Esta oleada de ERTE debe acabarse ya. Lo justo es que la crisis del coronavirus la pague quienes más tienen, y no que se imponga a los trabajadores. Hace falta un sistema de ayudas para que las PYMES puedan resistir, pero para grandes empresas como las mencionadas no hay excusa posible. Que dejen de aprovecharse de la pandemia para imponernos sus recortes.
anarkoÑ dice:
Ahora es su momento de oro: el Capital vive bajo la incertidumbre y, así, va desinvirtiendo: Sanidad (las Mutuas se frenan), banca (aumenta el riesgo por valoración de demora de devolución y por incertidumbre), y en general todo sector de aprovisionamiento, desinvierte, ya que los rendimientos para el Capital no pueden ser ya a corto plazo en condiciones de imposibilidad incluso física -corporal- del mercado como universo de intercambios y de transacciones, inversiones, etc. ¿Cómo no salen ahora flamantes los de la neo-izquierda, con el libro de Engels «Escritos hegelianos» (donde el germano denuncia la tendencia histórica hacia el capitalismo de Estado, para por fin validar sus intereses de concentrar las funciones esenciales del Capital hacia la sociedad? ¡Pues porque son muy estatalizantes, pero solamente en aquello de que el Estado es «un organismo parasitario, para-social pero nutriéndose al mismo tiempo de la sociedad, mientras le dice a la sociedad que ella es la necesitada de su aparato»!!!! ¡Ahí se ve el estatalismo de los peones «españoles» del globalismo!: comer cocos, cambiar las pautas sociales y cuartear la sociedad para que el Capital no se enfrente a una sociedad nacional, sino a nada más que ghettos segmentarios intra-vertidos y autorreferenciales! ¡El Estado como prefactor de una Grand Politik identitaria y contra la nación española! Esa es la visión que tiene PODEMOS respecto de la «labor pública». Olvídense de que se remanguen para gestionar directamente nada que no sea el aparato ideológico!!!!