Cargando...En 2008, dieciséis años después de que Felipe González aprobara la venta de Industrial Quesera Menorquina, propietaria de la histórica marca El Caserío, la empresa facturaba 16.000 toneladas anuales de quesitos, lonchas y queso rallado en tres centros (Menorca, León y Cataluña) donde empleaba a 163 puestos directos y recibía de 220 explotaciones ganaderas el cuajo.
Resulta que ara Kraft, la empresa no es rentable y anunció en enero que quería trasladar su producción a Bélgica. Una jugada que ya entonces deverdaddigital denunció por estar enmarcada en la deslocalización que afecta a otras muchas empresas nacionales, en este caso para reducir costes de producción y transportes, concentrando la producción en factorías más cercanas a las redes de distribución europeas… de la multinacional.Tres ofertas por la compra de El Caserío vienen a confirmar, en plena crisis, que la empresa balear es rentable. Las que optan a su compra son: Industrias Lácteas Asturianas (que comercializa la marca Reny Picot en todo el mundo), Nueva Rumasa (de Ruiz Mateos) y una asturiana dedicada exclusivamente a la producción de queso para marcas blancas (en auge debido a la crisis). La multinacional norteamericana, que se supone responderá en las próximas semanas, ya se ha negado a vender la marca. O sea, vende las instalaciones pero se lleva la marca El Caserío para llenarlo de queso hecho en Bélgica.Nueva Rumasa consiguió en 2008 quedarse con una filial de la misma multinacional Kraft. Pero en este caso, al mismo tiempo que adquirió la fábrica de Carcesa, se hizo con las marcas Apis (conservas) y Fruco (zumos).Sea como sea, sólo la explotación de una marca nacional por parte de multinacionales extranjeras debería estar especialmente gravada si sus beneficios no son reinvertidos en las plantas productoras de nuestro país. ¿Es que la van a dejar marcharse a Kraft con los bolsillos llenos y la marca de El Caserío para seguir dominando nuestro mercado, en plena crisis productiva?