Por primera vez en la historia democrática, un presidente del gobierno está directamente acusado de lucrarse con la corrupción. La implicación de Rajoy «señalado como uno de los dirigentes del PP que recibieron sobresueldos ilegales a cambio de favores políticos- ha colocado el «caso Bárcenas» en otra dimensión. Hasta el Fiscal General del Estado se plantea seriamente llamar a toda la plana mayor del PP y del gobierno a declarar a los juzgados. Ya no estamos únicamente ante un «misil en la línea de flotación del PP». Ni siquiera sólo ante un ataque frontal al gobierno. Asistimos a una «voladura controlada» de algunos de los pilares del régimen político instaurado desde la transición.
Al corazón del poder ejecutivo se une la Corona en este particular “via crucis”. Ya se plantea abiertamente la implicación de la infanta Cristina –un “miembro nato” de la familia real- en el “caso Urdangarín”.
Al señalar como corrupta a toda la plana mayor del PP –incluyendo en el saco a Aznar-, se degrada a la “pata derecha” del bipartidismo, en un momento donde la “pata izquierda”, el PSOE, está “en la UVI política”.
Agudizando el descrédito y el rechazo hacia todo el sistema de partidos.
Además, sufrimos los efectos del “órdago soberanista” de Mas, que aunque carece del poder y la entidad necesarios para hacer cumplir su amenaza de ruptura, sí cumple el papel de debilitar la unidad.
El “caso Bárcenas” ni siquiera es el “caso Rajoy”… en realidad es el “caso España”.
En primer lugar, es imprescindible saber toda la verdad. Y cortar de raíz la gigantesca trama de corrupción y saqueo de las arcas públicas que hay detrás.
De ser ciertas las acusaciones, grandes monopolios –como las constructoras Sacyr, OHL o FCC- habrían pagado comisiones ilegales a todos los dirigentes del PP para que éstos favorecieran sus negocios. En una trama amparada por la gran banca, que “gestionaba”, a través de varias cuentas, el cobro de las “mordidas”.
Lo que ha salido a la luz, de la forma más cruda y salvaje, es la íntima fusión –al margen, y en contra, de la legalidad- entre nódulos de la oligarquía y altos estamentos de la clase política.
Con el objetivo de saquear el dinero público… nuestro dinero.
Desde Unificación Comunista de España venimos exigiendo desde hace cuatro años un endurecimiento de las penas contra la corrupción. Igualando su tratamiento con el crimen organizado –porque de hecho es lo que es-.
De forma que dispongamos de herramientas para desarticular las tramas corruptas, y llevar a la cárcel no solo a los políticos corruptos, también, y sobre todo, a los grandes monopolios y bancos que pagan las comisiones y acaban lucrándose del robo.
Ha llegado el momento de plantarse y exigir una cirugía de urgencia que extirpe el cáncer de la corrupción… que esconde un robo a nuestros bolsillos.
Pero sería ingenuo pensar que el “caso Bárcenas” es un simple episodio de corrupción que ha acabado por estallar “espontáneamente” de forma descontrolada.
Sabemos por experiencia que detrás de la “publicación de dossieres” que afectan a instituciones claves del Estado… sólo pueden estar grandes potencias que “revuelven las aguas” para incrementar su cuota de pesca.
Venimos advirtiendo desde hace tres años que sobre España se cierne un proyecto hegemonista, con sede en Washington y Berlín, cuyo objetivo es imponer una drástica degradación política de España, condición indispensable para “rebajar las defensas nacionales” y así poder incrementar, más allá de cualquier límite razonable, el grado de intervención y saqueo exterior sobre nuestro país.
Que, en apenas unos pocos días, se haya generado un torbellino de escándalos que afectan al corazón del gobierno, al Rey y al principal partido… No puede ser casual.
Washington y Berlín parecen querer llevar su proyecto de intervención y saqueo sobre España mucho más allá de lo que hasta ahora hemos sufrido.
Tan salvajes son sus pretensiones, que han encontrado resistencias entre el gobierno de Rajoy y nódulos fundamentales de la oligarquía, a seguir a pies juntillas sus dictados.
Una cosa es acatar los mandatos del FMI y Merkel –cosa que Rajoy ha hecho, y sobradamente, durante el último año-, y otra muy diferente aceptar una degradación del país al nivel de Grecia o Portugal.
Todo parece indicar que asistimos a un “ataque masivo” del hegemonismo, que para vencer las resistencias a la ejecución de sus dictados sobre España… parece dispuesto incluso a dinamitar el propio régimen.
No sería la primera vez que ocurre. En un país tan “respetable” como Italia, se impuso la defenestración del gobierno encabezado por Berlusconi, y su sustitución por un ejecutivo de “tecnócratas” del FMI encabezado por Monti.
Todavía no sabemos los objetivos últimos de este “terremoto político”. Pero es indudable que va a tener profundas consecuencias. Y que esta íntimamente relacionado con la exagerada voracidad de las grandes potencias para devorar las riquezas nacionales. Entre ellas –y muy especialmente- la caja de las pensiones.
emilio dice:
quiero que se publique el periódico para tener infomacion sobre lo que pasa en mi pais
zakariya dice:
Coincido plenamente con vuestro análisis. Estuve a punto de contestaros mal cuando lo de la «línea de flotación del PP» desviándoos del objetivo, con un Rubalcabra aterrado, que ese sí que sabe de donde vienen los tiros, porque que le va a tocar también a él. Pero ¿y qué hacer?
Contra la internacionalización del poder financiero con epicentro en EEUU ( hay más, China también, Rusia también, hay 3 polos diferentes, incluso hasta muy relaccionados ,no sirven los regímenes democráticos sometidos como el nuestro. No valen para nada, no sirven de nada. Lo que los parará es hacerles frente respondiendo a su violencia política con violencia política, con un poder armado legitimado por el Pueblo. Esto no es nada nuevo, es como siempre ha sido en la historia. Cualquier cambio de esta magnitud ( salvando las distáncias espacio-temporales) siempre ha requerido de violencia política legitimada por por una gran mayoría de la población.
Solimar dice:
En mi opinión,se trata de un ajuste de cuentas entre dos sectores del PP y la burguesia;que han visto el momento oportuno en la actual crisis y descontento de la ciudadania en general para mover la silla a Rajoy.Naturalmente,los que están detrás del destape de la corrupción, son el sector más ultra del PP y los poderes económicos.Su objetivo podria ser una salida autártica a la situación, ya que amplios sectores de la clase capialista española están jugando en desventaja respecto a los paises más fuertes de la UE. Esto no quiere decir que los trabajadores estarian mejor si triunfase este sector, sino que la burguesia española, piensa que les iria mejor aún en ese nuevo escenario.
¿Y qué hay de la unidad de la izquierda en estos momentos? Pues lo de siempre:sectarismo,miopia politica, desunión,y apego al chiringuito respectivo como un fin en sí mismo.
Liliana dice:
La caja de las pensiones, lamentablemente, ya ha empezado a cargársela Rajoy.
Independientemente de si los «hombres de negro» pretenden dinamitar nuestro régimen, no se puede permitir este grado de corrupción, ni al Rey, ni a ningún partido político. Todos deben pagar por su fechorías. No debemos ser el hazmereir del mundo. Así, de este modo, con la verdad por delante, con integridad y honradez podemos defender nuestro país e imponer una política en la que los ciudadanos se sientan representados. Con el sistema actual jamás podremos parar una intervención y acabar peor que Portugal o Grecia. Pretenden convertirnos -otra vez- en un pais subdesarrollado.