El debate del pasado domingo entre Irene Montero e Inés Arrimadas en Salvados se ha hecho eco en todos los medios. Era la primera vez que las dos representantes políticas se encontraban cara a cara y ha sido con Jordi Évole.
Mientas debatían sobre vivienda, presos políticos o maternidad subrogada nos transportaron siglos atrás hasta la antigua Grecia, para meternos en la caverna de Platón donde la realidad son meras sombras. Había desaparecido la desigualdad o los recortes. Nosotros, los jóvenes, tampoco existíamos, ni los pensionistas o los parados de larga duración.
La presentación de Irene Montero, diputada de Podemos por Madrid en el Congreso e Inés Arrimadas, diputada en el Parlamento Catalán fueron imágenes de preparación del programa, donde se dejó claro el objetivo del debate: polarizar al máximo.
Aunque esta orientación fue evidente durante toda la entrevista, aparte de la pre-campaña electoral, a mitad del debate Évole pregunta si las formaciones a las que pertenecen son incompatibles, a lo que Montero contestó que tienen “muchos puntos antagónicos, pero no incompatibles en sentido puro”. Esto abre una ventana donde puede haber acuerdos en medidas concretas entre ambas formaciones, que un gran sector de la población ya ha demandado con “Gobierno de Progreso” en varios procesos electorales.
Estuvieron muy de acuerdo en la defensa del movimiento feminista y el 8M, en su amplitud y diversidad. Un claro ejemplo de la fuerza y calado del torrente violeta por la defensa de los derechos y libertades de la mujer, tanto que incluso Inés Arrimadas afirmó que en Andalucía se cumplirán los pactos de regulación de violencia de género frente a las propuestas de Vox, solo un ejemplo de como se equivocan quienes los colocan en la misma cancha.
Por el otro lado, uno de los puntos de mayor confrontación fue la cuestión de Cataluña, donde Montero y Arrimadas lo centraron exclusivamente en los presos políticos y su legitimidad o no como líderes. La realidad es que no están en la cárcel por ideología o hacer política, sino por intentar dar un golpe constitucional con la mitad de la población en contra tras hacer un referéndum estafa. “Torra es un presidente legítimo”, afirmó literalmente Montero, añadiendo que se habían reunido con Oriol Junqueras (ERC) en prisión para debatir sobre los Presupuestos Generales del Estado, el mismo que en 2012 avaló los recortes del Gobierno de Artur Mas a las ayudas en educación infantil hasta dejarlas a cero, cerrando su intervención justificando que “hablaría hasta con el mismísimo diablo si fuera necesario”. Pero a él ni lo han mentado, será como la OTAN, que “es ineludible” como Iglesias ha dicho en diversas ocasiones. No solo es importante lo que dijeron, casi más lo que no dijeron.
¿Por qué no se habla de la exigencia de Donald Trump para España de aumentar más de 10.000 millones de euros el presupuesto militar? Millones que saldrán de nuestros bolsillos en forma de recortes yendo directamente a las arcas norteamericanas, como los que ya se han ido a base de nuestra educación, sanidad o pensiones.
Irene Montero: “hablaría hasta con el mismísimo diablo si fuera necesario”. Pero ni lo han nombrado, ni rastro de Trump, la Banca o la UE.
Ciudadanos sigue cumpliendo las demandas de EE.UU. en materia de defensa, que ya en 2016 impulsó la entrada de España en la guerra de Siria dando todo su apoyo a la OTAN, pero ¿un partido como Podemos, que se hace llamar “la nueva izquierda”? En este caso parece siempre contradictorio. Fue uno de los partidos que se opusieron a la subida de los gastos militares, pero ni si quiera figura en su programa electoral e incluso Julio Rodríguez, ex JEMAD (Jefe del Estado Mayor y máximo rango del ejército) fue cabeza de lista electoral en varias provincias con nefastos resultados.
¿Qué ha pasado con la Banca y los impuestos hipotecarios con un aumento del 3% en su precio cuando se habla de la vivienda? Este tema ni estuvo, ni se le esperaba. Pero la Banca, aún con dos sentencias pendientes en Europa por los desahucios, sigue aumentando sus tributos a través de la vivienda, esta vez poniendo trabas económicas al acceso de una hipoteca. Lo que empeora las condiciones de vida de todos los sectores de la sociedad desde pensionistas a jóvenes, que solo 1 de cada 5 pueden irse del hogar familiar.
Y, ¿Qué ha pasado con los recortes impulsados por la UE que hemos sufrido en los últimos diez años y los estragos que han dejado?
Ninguna propuesta para revertir los recortes en sanidad, educación o la inestabilidad de las pensiones que comenzó por imposición de Angela Merkel y en torno al que ya hay un sólido y fuerte movimiento por blindarlas en la Constitución. Este es un tema prioritario, no solo por nuestro presente también por nuestro futuro, hay ya un 40% de los jóvenes en España que están en riesgo de exclusión social.
Inés Arrimadas e Irene Montero representan a una nueva generación política, dos mujeres jóvenes líderes de su formación. Pero ambas, además de no plantear ningún proyecto para la juventud, nos dicen que luchar no merece la pena porque “la política no es para siempre”, es mejor limitarse a “acudir a asambleas o reuniones vecinales” como afirmó Montero.
Es patrimonio de nuestra historia que todas las libertades y derechos que tenemos hoy han sido posibles por la unidad y organización de quien luchó antes que nosotros. Que no nos engañen, sí hay alternativa a la sociedad actual.