El ministro de Economía, Luís de Guindos, trata de evitar la sangría de capitales que se está produciendo en España en los últimos meses y viaja a Estados Unidos, después de haberlo hecho al Reino Unidos, para vender las bondades de la economía española. Pese a la mejoría de las previsiones económicas que se espera confirme esta semana la Comisión Europea, la salida de capital extranjero en los últimos meses ha superado los 20.000 millones de euros.
En concreto, la aportación de capital extranjero en cartera de inversiones en España ha dado un vuelco en los últimos cuatro meses, según los datos dados a conocer por el Banco de España.
Entre julio y noviembre, se han ido de nuestro país unos 23.449 millones de euros invertidos en acciones, bonos y productos cotizados. En los cuatro últimos meses que ha contabilizado el Banco de España, han abandonado España, casi la mitad de lo que se fue en 2012 y un tercio del dinero que se fue en 2011, los dos años con mayor fuga de capitales de nuestro país.
Las razones aportadas por los expertos son muchas. Pero destacan la pérdida de atractivo de la rentabilidad de las entidades españolas, las dudas sobre el comportamiento de la bolsa, incertidumbre que incluso admitía el presidente de BME, Antonio Zoido con ocasión de la presentación del balance del 2014, por la creciente incertidumbre que generan Cataluña, Podemos y la desafiante actitud del Gobierno de Grecia.
Bien es verdad que se trata del dinero más especulativo, el dinero del exterior colocado en acciones, obligaciones, fondos de inversión, bonos e instrumentos de mercado monetario. Inversiones financieras que huyen en cuanto huelen los riesgos.
Bien es cierto que la inversión directa extranjera en empresas, registra una entrada neta por valor de unos 26.000 millones de euros en los diez primeros meses del año, 2.600 millones más que los que han huido del sector más especulativo. También los préstamos del exterior acordados a la economía española muestran un saldo positivo de 32.000 millones entre enero y octubre.
Pero la huida de la inversión en el mercado de al contado evidencia la volatilidad que puede afectar a nuestra economía y hace bien el responsable de Economía al tratar de vender la solvencia del país.
Luis de Guindos, que tan bien conoce las entidades inversoras de EEUU se va a reunir con representantes de BlackRock, Fortress Investment Group, BNP Paribas o el Norges Bank, el gestor del Fondo Global de Pensiones de Noruega.
Este viaje se produce en una semana sin actividad en el Congreso de los Diputados y en la que se van a dar a conocer los datos del paro registrado y la afiliación a la Seguridad Social, así como los resultados de las dos primeras entidades financieras españolas, Santander y BBVA. Para conocer los resultados de Bankia habrá que esperar.