Países como Japón y Canadá, miembros del G7 junto con Francia, el Reino Unido, Alemania, Italia y EEUU, ya han protestado contra la cláusula «buy american», que a su juicio podría provocar represalias de sus socios comerciales
El roteccionismo «debe evitarse a toda costa», dijo el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCSE), el mexicano Ángel Gurría, en la apertura de la reunión del G7 que se celebra en Roma.Los ministros de Economía del Grupo de los Siete países más desarrollados (G7), discutirán la manera de abordar la deriva hacia el nacionalismo económico que ha comenzado a aflorar en decisiones como la cláusula «buy american» (comprar producto americano) del plan de estímulo económico estadounidense.Según el secretario general de la OCSE, «habrá una amplia discusión sobre las perspectivas económicas, sobre las estimaciones (económicas) y cada uno confirmará sus proyecciones, para entrar a continuación en las discusiones sobre el cambio del sistema financiero que presentaremos al G20» en abril.Países como Japón y Canadá, miembros del G7 junto con Francia, el Reino Unido, Alemania, Italia y EEUU, ya han protestado contra la cláusula «buy american», que a su juicio podría provocar represalias de sus socios comerciales.El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, adelantó ayer que otro asunto que será abordado por el G7 será la implicación de países en vías de desarrollo como China y la India para ayudar a sacar al mundo de la crisis.Los ministros de Economía de los países del G7 (los siete más industrializados del mundo) están de acuerdo en reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI), según el comunicado final de la reunión de celebrada en Roma.»Estamos de acuerdo en que un FMI reformado, reforzado con recursos adicionales, es crucial para responder con eficacia y flexibilidad a la crisis actual», refiere el documento.El documento añade que «la fuerte recesión se ha traducido ya en una significativa pérdida de puestos de trabajo y durará todo el 2009».El director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, dijo hoy que «el problema a resolver con urgencia es el del sector bancario», tras la conclusión de la reunión de los ministros de Economía del G7 celebrada en Roma.Preguntado por la posibilidad de crear un «bad bank (banco malo para comprar los activos tóxicos no líquidos de muchas entidades) que impulsa el presidente de EEUU, Barack Obama, dijo que «ésa es la solución más simple entre las diversas soluciones técnicas».Agregó Strauss-Khan que «hay que limpiar los balances de los bancos» y en cuanto a los que no son viables «tenemos que ser capaces de comprarlos o cerrarlos».Por su parte, el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, afirmó que EEUU está dispuesto a «colaborar con nuestros colegas del G7 y del G20 para construir en consenso reformas adaptadas a los problemas surgidos por la crisis».El tono con respecto a China fue ligeramente más suave, en un esfuerzo por reparar el daño de una disputa con Washington sobre los comentarios de que Pekín estaba manipulando su tipo de cambio para obtener beneficios económicos.’Damos la bienvenida a las medidas fiscales de China y al compromiso constante de moverse a un tipo de cambio más flexible, que debería llevar a la apreciación continuada del yuan en términos efectivos’, indicaba la declaración de Roma.El barco está encallado, tiene unas fuertes vías de agua y las bombas de achique están fuera de servicio, solo nos queda una salida, salvar los muebles y que el maremoto no nos lleve consigo. Este es el resumen de las conclusiones a las que han llegado en Roma.