Del 9 al 11 de julio la OTAN celebrará en Washington la cumbre de su 75 aniversario en un clima marcado por las crecientes tensiones internacionales y la incertidumbre política sobre el futuro de Biden y la presidencia norteamericana y la eventual llegada de Trump a la Casa Blanca.

Hoy, 75 años después de la firma del Tratado de Washington en 1949, la OTAN cuenta, tras las incorporaciones de Finlandia y Suecia, con 32 países, más que nunca en su historia. Pero el bloque militar dirigido por Estados Unidos y sometido a sus intereses hegemónicos, se enfrenta a múltiples desafíos derivados, en última instancia, de un imperio norteamericano que tiene cada vez más dificultades para imponer su dominio a escala mundial.

Hay dos hechos que marcan especialmente esta cumbre a los que se les ha dado poca relevancia. Por un lado la presencia del ministro de Exteriores de Israel, invitado por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken. Una invitación que pone en evidencia a la OTAN en unos momentos críticos cuando el Estado Israelí sigue intensificando el genocidio en Palestina y el gobierno israelí amenaza con abrir una guerra a gran escala en el Líbano.

Y por otra parte la invitación especial a la cumbre de los gobiernos afines de Estados Unidos en Asia Pacífico: Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Países con los que Estados Unidos ha sellado diferentes alianzas y acuerdos militares para su estrategia de cerco a China. Las relaciones de la OTAN con estos países serán un pilar clave en la agenda de la cumbre.

“El elefante en la cumbre”

Así se ha referido una fuente de la cumbre al punto de la agenda que tratará sobre las relaciones con los países afines en Asia Pacífico para contrarrestar el ascenso y la creciente influencia china.

Aunque no hay constancia alguna de que Pekín esté enviando material militar a Rusia se quiere poner el acento en el aumento de las exportaciones de recursos de posible uso dual, tanto civiles como militares, que estarían permitiendo a Rusia su utilización en la guerra de agresión contra Ucrania. Fuentes de la cumbre anuncian un probable llamamiento a Pekín para que tenga “una actuación más responsable” dado su peso internacional como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

EEUU ha sellado con Australia y el Reino Unido una alianza militar, Aukus, para frenar a China con el despliegue de submarinos nucleares. Ha establecido una alianza con Japón y Corea del Sur para compartir información frente a China. Y ha firmado nuevos acuerdos con Japón para reforzar sus sistemas de misiles y reorganizar la presencia militar estadounidense en el archipiélago nipón.

EEUU incluyó en el nuevo concepto estratégico de la OTAN en la cumbre de Madrid a Rusia como “la amenaza más importante directa”. Pero “China es el principal desafío estratégico” y su verdadero objetivo es que la OTAN esté cada vez más integrada como parte del cerco a Pekín.

Ucrania en la agenda

Ucrania será otro de los temas centrales de la cumbre, sobre todo para tratar la ayuda, “la prioridad más urgente” según el secretario general saliente de la Alianza, Jens Stoltenberg. La propuesta que se baraja es la creación de un fondo de 40.000 millones de euros anuales, propuesto por Stoltenberg como el mínimo necesario para garantizar que Ucrania “disponga de fuerzas suficientes para derrotar a los invasores rusos”. España ya ha comprometido una aportación de 1.000 millones de euros.

Respecto a la integración de Ucrania en la OTAN, fuentes de algunos países insisten en que la continuidad de la guerra hace imposible la adhesión a la Alianza. Mientras que otros países quieren que el documento de conclusiones refleje el futuro de Ucrania como país de la OTAN.

Aún así, fuentes del Departamento de Estado han informado de una reunión con una delegación del gobierno ucraniano en la que el secretario de Estado Blinken mostró su disposición a “dar pasos para acercar la entrada de Ucrania a la OTAN” tras la cumbre de la OTAN en Washington.

El gobierno de España reafirma sus compromisos con la OTAN

El ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares ha reafirmado los compromisos que el gobierno ya adquirió en la cumbre de Madrid en 2022.

Un mayor encuadramiento político y militar: “España está presente en la defensa de los flancos de la OTAN de manera muy evidente. Estamos en los países bálticos, estamos en el flanco oeste con tropas, con aviones, con operaciones navales, también en Irak”, declaraba Albares a La Vanguardia. También ideológico, afirmando que “hemos redescubierto el valor de la Alianza Atlántica”.

Y en el terreno económico: “El compromiso del presidente del Gobierno en la cumbre de Madrid fue alcanzar el 2% del PIB en el 2029. Y eso se mantiene”. España que ya ha subido un 10% el gasto militar en 2023 hasta 22.223 millones y alcanza el 1,5% del PIB, aún tendrá que subir otros 10.000 millones para llegar al 2% del PIB que exige la OTAN.

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