Crisis política en Alemania: se rompe el "gobierno semáforo"

Cuenta atrás para Olaf Scholz

El llamado 'gobierno semáforo' de Alemania –los colores de los socialdemócratas del SPD, verdes y liberales del FDP– ha saltado por los aires el mismo día en el que se confirmaba la victoria de Donald Trump en EEUU.

Hace tiempo que las profundas diferencias entre las tres fuerzas de la coalición habían agrietado severamente el ejecutivo presidido por el socialdemócrata Olaf Scholz, pero las diferencias sobre la política económica y los repetidos desafíos del ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, han terminado por hacerlo estallar. Todo ello en un contexto de fuertes convulsiones, con la locomotora de la economía germana gravemente gripada -suma ya dos años en recesión-, con el ascenso de la ultraderecha de AfD, la guerra de Ucrania…

Socialdemócratas y verdes quedan en minoría, y se barajan elecciones anticipadas: posiblemente en marzo, pero hay quien apuesta por adelantarlas antes de que Trump tome posesión.

La cohabitación en la casa del semáforo nunca había sido sencilla. Desde que se formó el gobierno tripartito -rojo, verde y amarillo- en 2021, las diferencias en múltiples terrenos de política económica y social han sido más que notables.

Pero la mecha de la dinamita la ha prendido el ministro de Finanzas, Christian Lindner, partidario de draconianos ajustes presupuestarios en Alemania y en toda Europa. Hace unos días había exigido a sus socios un giro radical con recortes masivos de gasto y rebajas de impuestos. El líder de los liberales había exigido la suspensión del freno a la deuda, el límite constitucional al endeudamiento que complica a Alemania las inversiones que socialdemócratas y ecologistas consideran urgentes.

Por último, Lindler proponía elecciones anticipadas. Era el colmo de una larga lista de bloqueos y de exigencias por parte del socio minoritario de gobierno. “Así no es posible gobernar en serio”, dijo Scholz a la prensa al anunciar la ruptura de su gobierno.

La mecha de la dinamita la ha prendido el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, partidario de draconianos ajustes presupuestarios en Alemania y en toda Europa

Todo ello ocurre después de que a primeros de septiembre las elecciones regionales de Sajonia y Turingia dieran un notable ascenso de la ultraderecha proKremlin de Alternativa por Alemania (AfD). En aquellos comicios -los primeros en los que un partido que raya en el neonazismo queda en el primer puesto- los resultados de socialdemócratas y verdes fueron pésimos, pero aún más nefastos fueron los de los liberales de FDP, que quedaron literalmente pulverizados en los dos estados, sin representación parlamentaria en ninguno de ellos.

Las encuestas a nivel nacional dan que la FDP, responsable ni más ni menos que la política económica, podría quedar fuera del 5% de votos para llegar al Bundestag. El barco de la popularidad del gobierno semáforo se hunde, y Lindler ha optado por abrir de par en par una vía de agua, para escapar luego del ejecutivo y poder demarcarse de su zozobra económica. Muchos apuntan a que el objetivo de los liberales con esta maniobra es buscar tras las elecciones una alianza con los democristianos de Friedrich Merz, favorito para suceder a Scholz, según los sondeos.

¿Y ahora qué?

En Alemania no es tan fácil convocar elecciones anticipadas. Primero hay que convocar una moción de confianza y perderla. Y está por ver si un Gobierno en minoría, como se ha quedado tras la salida de los liberales, puede aprobar el presupuesto de 2025 en el Bundestag en un contexto de grave crisis económica, con la incertidumbre que se abre con la victoria de Trump, la industria lastrada por la pérdida de competitividad y en plena guerra en Ucrania.

La otra gran pata del bipartidismo germano, la CDU-CSU de Friedrich Merz, no parece dispuesta a prestarle ningún auxilio. Antes bien, han pedido a Scholz que adelante la moción de confianza (que perderá) y las elecciones lo antes posible, por ejemplo el próximo 19 de enero, un día antes de la jura presidencial de Donald Trump en Washington.

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El elefante norteamericano en la habitación

Alemania y la victoria de Trump, o el efecto mariposa

Portada de Edel Rodríguez para Der Spiegel en 2019

Dice la Teoría del Caos que el simple vuelo de una mariposa en el Oriente puede ocasionar una tormenta en el Occidente. Y dice la hemeroteca que la crisis que ha dinamitado al gobierno alemán se produjo a las pocas horas de saberse el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Victoria electoral de Trump y cuenta atrás para el gobierno alemán de Scholz. Ambos hechos están más claramente conectados que el «efecto mariposa». Hasta el punto de que muchos aseguran que de haber ganado Kamala Harris el ‘semáforo’ podría haber aguantado unos meses más.

El retorno de Trump a la Casa Blanca termina de rizar el rizo de la tormenta perfecta que se le viene encima a Alemania. Además de dos años de recesión, de la pérdida de competitividad de la antes engrasada locomotora germana, la victoria del republicano vaticina una más que posible vuelta a las barreras arancelarias y a las guerras comerciales, un pronóstico pavoroso para una burguesía monopolista alemana cuyo fuerte es la exportación.

Los aranceles a la industria alemana se sumarían a los fuertes problemas derivados de la crisis energética tras el corte de suministro de gas ruso provocado por la invasión de Ucrania. A eso hay que añadir el posible endurecimiento de la guerra comercial con China, un socio comercial clave para Alemania.

El fin -o el desplome- de las ayudas militares de EEUU a Kiev que puede llevar adelante Trump dejaría a Europa -especialmente a Alemania- ante la disyuntiva de asumir el alto coste económico de suplirlas por su cuenta en el seno de la OTAN.

A eso sumémosle las turbulencias políticas que augura el retorno de Trump: el aliento a las extremas derechas -los ultras alemanes de AfD, pero también gobiernos como el de Orbán, y opciones como Le Pen o la extrema derecha austriaca, hostiles al mandato de Bruselas y Berlín- y tenemos un endiabladamente complicado panorama para Alemania y su clase dominante.

Un escenario en el que pueden haber sopesado un cambio de gobierno, mucho más escorado a la derecha y hacia imponer políticas de recortes, y austeridad… tanto hacia Alemania como hacia el resto de países de la UE. Para recuperar del saqueo hacia otras naciones europeas las pérdidas que les van a suponer las políticas del nuevo inquilino de la Casa Blanca.

El retorno de Trump a la Casa Blanca termina de rizar el rizo de la tormenta perfecta que se le viene encima a Alemania.

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