Sánchez acomete un profundo cambio en el gobierno

Cuatro claves del cambio de gobierno

Cambio total en el gobierno de coalición, aunque las carteras de Unidas Podemos quedan intactas. ¿Qué significado político tienen los cambios? ¿A qué claves obedecen?

Salen 7 ministros/as, entre ellos dos de los pesos pesado del presidente, Carmen calvo y José Luis Ábalos, y el jefe del gabinete del presidente, y “gurú” sin carnet Ivan Redondo. Entran otros 7 y el nuevo jefe del gabinete del presidente, un socialista “pata negra”: Félix Bolaños.

Y siguen 8, más las 5 ministras/os de UP (lo que según Enric Juliana “no es necesariamente signo de fortaleza) que se mantienen en los mismos ministerios y los mismos nombres, con Yolanda Díaz como vicepresidenta segunda y principal responsable de UP en el gobierno. Aumenta la presencia femenina en el gobierno con más mujeres de la Comunidad europea, que pasa del 54% al 63%, 14 mujeres y 9 hombres.

El profundo cambio de gobierno realizado por Pedro Sánchez supone el cierre de la primera parte de la legislatura y la apertura de una segunda parte donde se lo juega todo.

Una primera parte marcada por el brutal impacto de la pandemia en la que el gobierno de coalición de izquierdas ha desplegado un “escudo socioeconómico” con aciertos como los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital, los préstamos ICOy algunas ayudas para autónomos y pymes, así como el diálogo social en algunos aspectos de las pensiones… y con leyes como la eutanasia… Pero también con un gran desgaste por la gestión de la pandemia económica donde las ayudas no han llegado o han sido insuficientes para amplios sectores sociales, las familias sin rentas y sin acceso o retrasos en el IMV, los autónomos y pymes…; y por deficiencias en la gestión sanitaria, los enfrentamientos en la coalición… Todo ello ha generado una desafección de una parte de la población…

Una segunda parte crítica en la que el desembolso de los 140.000 millones y las condiciones para acceder a ellos va a ser determinante para la recuperación económica. Sánchez lo ha dejado claro en su presentación en la Moncloa: “Hoy comienza el Gobierno de la recuperación, para aprovechar una oportunidad excepcional de poner en pie una España mejor”. La vacunación en cuanto a la pandemia y la llegada de los fondos europeos son sus dos grandes esperanzas para la recuperación.

En esta etapa de 30 meses aparecen dos grandes objetivos: recibir los fondos, y gestionarlos para facilitar la recuperación tras la pandemia; y destensar Cataluña, rebajando el clima político y social. Y en base a esos dos, un tercer objetivo: tomar la iniciativa con un gobierno más político para, garantizar los apoyos necesarios en el Congreso (como mínimo los 182 votos de PSOE-UP, ERC, PNV, Más País y Compromís) que le permitan sacar adelante los Presupuestos para 2022, nuevas leyes “progresistas” y las reformas acordadas con Bruselas; y revertir las encuestas, restañando el desgaste sufrido en la primera etapa, evidenciado en la derrota del 4-M en Madrid, que le permitan llegar a las elecciones en 2023 en condiciones de ganarlas.

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CLAVE 1 (y principal).- Cómo se gestionan los 140.000 millones de fondos europeos

Se refuerza Nadia Calviño como vicepresidenta primera y ministra de Economía, y número 2 del gobierno. Pedro Sánchez deja claro que la prioridad para lo que queda de legislatura es la ejecución de los fondos europeos y del plan de recuperación y las condiciones tal y como se han acordado con Bruselas en los que Calviño ha jugado el papel decisivo.

Pedro Sánchez mantiene los 5 ministros económicos clave en este proceso con Nadia Calviño a la cabeza, quedan bajo su coordinación y dirección: la de Hacienda (Mº Jesús Montero); Trabajo (Yolanda Díaz); Seguridad Social (José Luís Escrivá); y la ministra para la Transición Ecológica (Teresa Ribera). Y con ello envía un mensaje claro a Bruselas, al mundo económico, a los agentes sociales patronal y sindicatos, incluso hacia sus socios de coalición.

Pedro Sánchez deja claro que la prioridad para lo que queda de legislatura es la ejecución de los fondos europeos y del plan de recuperación y las condiciones tal y como se han acordado con Bruselas en los que Calviño ha jugado el papel decisivo.

Sánchez ha confiado la recuperación a la llegada de las ayudas europeas, sobre todo y ante todo a los 70.000 millones de subvenciones directas. Los primeros 19.000 millones tienen vía libre con la aprobación del Plan de Recuperación y Reconstrucción y Resilencia aprobado por la Comisión Europea. Y han de llegar 9.000 en el verano y 10.000 hasta fin de año. Pero a partir de ahí el siguiente desembolso será de 12.000 millones en julio de 2022 y solo si se cumple con la aprobación de las reformas pendientes.

La fase verdaderamente crítica es ahora cuando se tendrán que sacar adelante en el seno del propio gobierno, en la mesa de diálogo social y en el Congreso las reformas de calado: la segunda etapa de las pensiones, la reforma laboral y la reforma fiscal comprometidas con Bruselas. Reformas para las que no hay acuerdo ni entre los propios socios de gobierno, y que ya han protagonizado choques en la primera fase de la legislatura entre Claviño y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz por la reforma laboral…

Calviño sale reforzada por Pedro Sánchez para que las reformas de cada ministerio se ajusten lo máximo posible a los prometido con la Comisión y sean aceptables por Bruselas. Y al mismo tiempo para que sean reformas de consenso con la patronal y los sindicatos en la mesa de diálogo social y aprobadas en el Congreso. Un requisito clave reclamado por Bruselas (y la asamblea de la CEOE).

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CLAVE 2.- La valoración de los centros de poder y de sus portavoces mediáticos

La reacción del PP, de medios como ABC y El Mundo al cambio de gobierno, junto a las advertencias de la gran patronal CEOE de que no aceptarán en el diálogo social propuestas de reforma laboral como las que propone la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, auguran una segunda etapa de tensiones e inestabilidad.

Desde el PP, Pablo Casado valora el cambio de gobierno como un reconocimiento de que “asumen que van muy mal”, que Pedro Sánchez ha hecho una “escabechina” y que el “problema es Sánchez” y lo que tiene que hacer es “irse y convocar elecciones”.

La elevación de Calviño y la subordinación a ella de carteras como la de trabajo (Yolanda Díaz ) augura nuevos y más intensos roces -entre los miembros de gobierno, pero también con los sindicatos- en temas clave como la Reforma Laboral.

En su editorial, ABC valora que las salidas de C. Calvo e Iván Redondo “revelan un fracaso político de dos años” y que los cambios introducidos “no tienen entidad para enderezar el rumbo”. Aunque sí reconocen que el ascenso de Calviño está determinado por la “gestión de los fondos europeos” y la “influencia de Bruselas”.

En El Confidencial, Zarzalejos está en la línea del PP y atribuye el cambio de gobierno a “una crisis de pánico” de Sánchez tras el fracaso en Madrid y las encuestas que colocan al PP como alternativa a Sánchez.

El Mundo por su parte, en su editorial que titula: “Cambiar todo para que nada cambie”, dice que estamos ante “la auto enmienda a la totalidad de un gobierno que lleva mucho tiempo en crisis… es una nueva huida hacia adelante…” de Pedro Sánchez. Aunque por otro lado, valora lo que nadie en la derecha dice que el PP teme que un gobierno más político del PSOE supone un “refresco político” de Pedro Sánchez y que eso “dificulte su liderazgo en las encuestas”.

En los otros medios, El País, titula “Cambio contra desgaste”, pone de manifiesto la severidad de la erosión del equipo de Sánchez y valora la continuidad de la política económica, el relanzamiento del PSOE y la renovación generacional de cuadros en un intento por recuperar la conexión con la opinión pública y la vuelta de cuadros históricos como Óscar López.

Coda. Desde Podemos han valorado la caída de C. Calvo como “una de las grandes bazas para la mejora de funcionamiento de la coalición”. Y en la nueva ministra de Transportes y Vivienda, la alcaldesa de Gavá, “que en su municipio está regulando el precio máximo de los alquileres” como una figura que refuerza el programa de gobierno pactado con UP.

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CLAVE 3.- Cambios en Exteriores

Arancha González Laya, la hasta ahora ministra de Exteriores sacrificada para reconducir las relaciones con Marruecos. Le sustituye José Manuel Albares, hasta ayer mismo embajador en París. Un diplomático de carrera, militante socialista y otro de los hombres de confianza de Pedro Sánchez, conocido como el “sherpa” de Sánchez a quien asesoró en política internacional cuando llegó a la secretaría general “jugándose su carrera” diplomática.

Políticamente, es considerado como un “europeísta convencido” y además de recomponer las relaciones con Marruecos, se espera de él que recupere el papel de España en Iberoamérica, donde desde los medios diplomáticos se considera que nuestro país ha perdido relevancia. Venezuela puede ser la piedra de toque ya que España pasó de defender ante la UE que se reconociera a Juan Guaidó como presidente encargado, a descartar, por parte de González Laya, que Pedro Sánchez le recibiera en Moncloa. Precisamente había sido Albares el que se había movido para hacer posible el reconocimiento de Guaidó.

Se va González-Laya, quemada tras la crisis con Marruecos, y viene Albares, embajador en París y conocido como el “sherpa” de Sánchez, a quien asesoró en política internacional cuando llegó a la secretaría general

Además, Albares ha sido el encargado de la ponencia para el Congreso, “Partido Socialista en Europa, para España en Europa y en el mundo”.

La relación con EEUU y sobre todo en el terreno militar sigue siendo esa agenda oculta de la que nadie habla, tampoco en el cambio de gobierno.

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CLAVE 4.- Unir, tensar y movilizar al PSOE, de cara a las generales de 2023

Un gobierno más político que refuerza al PSOE dentro del gobierno y refuerza la unidad dentro de las filas socialistas, “recosiendo” las heridas que provocó la destitución de Sánchez y su vuelta a la secretaría general en 2018. Con el cambio de gobierno, Pedro Sánchez, también une, tensa y moviliza las fuerzas del PSOE de cara a las próximas elecciones generales.

Pedro Sánchez sacrifica a dos de sus pesos pesados, a la exvicepresidentea primera Carmen Calvo con la que “Sánchez hablaba todos los días” pero desgastada por los enfrentamientos con UP, Irene Montero y una parte del movimiento feminista y LGTBI, y José Luis Ábalos, el número 3 del gobierno, hombre de confianza de Sánchez que deja de ser ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE… Y sobre todo sale Iván Redondo, el “gurú” profesional de la comunicación que asesoró al PP, y caído en horas bajas desde el fracaso en las elecciones madrileñas. Una salida recibida con aplausos por la militancia socialista, “es uno de los nuestros”.

Un gobierno más político que refuerza al PSOE dentro del gobierno y refuerza la unidad dentro de las filas socialistas, mirando ya a la tarea de lograr la victoria en las elecciones de 2023

En otro nivel, prescinde también de Pedro Duque, el fichaje “estrella” de 2018 para Ciencia…

Redondo es sustituido por Óscar López como nuevo jefe de gabinete de Sánchez, es uno de los cuadros estructurales del PSOE que recupera Sánchez, exsecretario de organización federal con Pérez Rubalcaba. Una trayectoria “pata negra” en el PSOE como secretario general en Castilla y León; asesor del grupo parlamentario socialista en el Parlamento Europeo, responsable de campaña de Ángel Gabilondo en las elecciones de Madrid de 2015, donde la izquierda se quedó a 1 escaño de la mayoría absoluta… En las primarias de 2017, Óscar López apostó por la candidatura de Patxi López. Pedro Sánchez le recupera como jefe de su gabinete con dos objetivos: trabajar por la recuperación económica y las elecciones de 2023.

Y refuerza estos objetivos con el nombramiento de Felix Bolaños como ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y de Memoria Democrática, en sustitución de Carmen Calvo. Bolaños, hasta ahora secretario general de la Presidencia del gobierno es otro cuadro estructural que se convierte en el nuevo hombre fuerte de Moncloa y en una pieza clave para la coordinación interna del gobierno, las relaciones con UP y la conexión con los otros socios de la legislatura, PNV, ERC, Compromís, Más País, etc.

Sánchez completa esta apuesta por el partido (recoser, unir, movilizar…) con la entrada de una nueva generación de cuadros más jóvenes (la edad media ronda los 40 años) en puestos más relevantes… Otra generación, pero no son recién llegados a puestos de responsabilidad y dirección y significan también una apuesta por estrechar lazos territoriales.

Con la incorporación al Consejo de Ministros de dos “ex susanistas”…, la alcaldesa de Puertollano y la hasta ahora delegada del gobierno en Aragón, Pilar Alegría.

Sánchez da entrada a tres alcaldesas socialistas:

Isabel Rodríguez, alcaldesa de Puertollano, como ministra de Política Territorial (hasta ahora el ministerio de Miquel Iceta que pasa a Cultura); muy próxima al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, crítico con algunas de las decisiones del gobierno, como los indultos. Apoyó a Susana Díaz en las primarias frente a PS.

Licenciada en Derecho, curtida en el Parlamento y en el Senado, donde fue la senadora más joven de la historia y en la política local y autonómica.

Raquel Sánchez, una alcaldesa del cinturón rojo de Barcelona, Gavá, como ministra de Transportes sustituyendo a Ábalos. Un ministerio clave por las inversiones y que puede ser un guiño a las reclamaciones del Govern catalán en la mejora de las inversiones en infraestructuras en Cataluña, Cercanías, ampliación del aeropuesto del Prat…

Diana Morant, alcaldesa de Gandía, una ingeniera para pilotar el ministerio de Ciencia e Innovación. Apostó desde el principio por Sánchez; persona de confianza de Ximo Puig.

Junto a ellas, la entrada de Pilar Alegría como ministra de Educación. Alegría apoyó a Susana Díaz en las primarias que ganó Sánchez. Diplomada en Magisterio y con diversos másteres en Educación. Como candidata ganó las elecciones municipales en Zaragoza, aunque no alcanzó la alcaldía por incumplimiento de Ciudadanos de apoyar la lista más votada. Entre sus objetivos aplicar la “Ley Celaá de Educación” e impulsar la nueva Formación Profesional.

Y de Pilar Llop, como ministra de Justicia; una “jueza de trinchera” como le gusta definirse a ella misma, comprometida en la lucha contra la violencia de género, partidaria de alejarse de las polémicas suscitadas por la Ley Trans y la Ley “sí es sí” y apostar por la unidad y el consenso. Además, con un reto casi imposible dada la posición del PP en cuanto a la renovación de instituciones fundamentales de la Justicia como el Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional y el Tribunal de Cuentas.

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