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A diferencia de la imagen que muchos tienen de Rusia, no es ni un centro neurálgico que abrazó al denunciante de la NSA Edward Snowden y anexó Crimea, ni un país débil como demostraría la caída del rublo. La verdad de la situación de Rusia es poco clara para muchas personas, tanto en Occidente como en China.La economía rusa es demasiado dependiente de las exportaciones de petróleo crudo, y la crisis actual demuestra que no es fácil para Rusia ser una Arabia Saudita gigantesca. Algunas personas sugieren que Rusia debe aprender de Canadá y Australia, que han logrado transformar enormes reservas de recursos naturales en fortunas. Sin embargo, debido a la gran población de Rusia de 140 millones de personas, la modernidad y una moneda fuerte no pueden ser el único apoyo del petróleo, el gas y la madera.Las sanciones occidentales no pueden ser la gota que doblegue el espinazo de Rusia. Este viejo truco ha demostrado ser poco eficaz incluso en países más pequeños como Cuba e Irán. Es por eso que la anexión rusa de Crimea dejó a EEUU y Europa impotentes a principios de este año. La actual crisis que envuelve a Rusia a raíz de la caída de los precios del petróleo y la depreciación del rublo probablemente no es lo que EEUU había planeado. Para Washington, lo que sucede en Rusia es más o menos inesperado.El liderazgo de Vladimir Putin difícilmente puede ser anulado simplemente por la inflación y la caída de la moneda. Rusia ha experimentado muchos altibajos, y tiene la tenacidad para soportar los riesgos y peligros.Sin embargo, muchas de las visiones de Putin, como que Rusia se situara entre los cinco primeros países en términos de fuerza económica para el año 2020 ya no será posible. La moral y la unidad de Rusia podrían ser víctimas de estos errores, y la estabilidad a largo plazo de la política rusa es incierta.La ayuda de China no conseguirá que Rusia quede completamente descolgada. China es capaz de ofrecer suficiente capital, tecnología y mercado a Rusia, pero estos esfuerzos sólo pueden tener un efecto limitado si la economía de Rusia sigue dependiendo en gran medida de las exportaciones de petróleo y carece de diversidad estructural.Si la inversión china en Rusia se dispara en estas circunstancias, Moscú podría sospechar que China tiene motivos ocultos. Rusia no quiere ser un vasallo de la economía china, y esta línea roja debe ser claramente entendida por China.Esto no significa que China debe dar a Rusia un trato distante e involucrarse con Occidente. Como vecino cercano, Rusia juega un papel indispensable como socio estratégico de China en la comunidad internacional. China debe mantener una actitud positiva para ayudar a Rusia a salir de esta crisis.China debe actuar como un mediador activo entre Rusia y los EEUU, o tendrá que enfrentarse a riesgos geopolíticos inevitables si el conflicto se sale de control.China espera que Rusia pueda recuperar su fuerza económica tan pronto como sea posible. Pero cualquier cosa que podamos hacer para ayudar estará limitada a lo que Rusia pida.